Casi 15 años después de los primeros bocetos, Apple comenzó a vender este 2 de febrero sus gafas Vision Pro desde 3.500 dólares en EEUU. Este aparato es el primer lanzamiento importante de la empresa desde el reloj Apple Watch en 2015, pero ya ha tenido algunos inconvenientes y señalamientos, reportó la BBC.
Apple está tratando de que su producto se diferencie de otros dispositivos en el mercado, y ha indicado a los desarrolladores del visor que deben identificar sus aplicaciones como "computación espacial". "No describas la experiencia de tu aplicación como realidad aumentada (AR), realidad virtual (VR), realidad extendida (XR) o realidad mixta (MR)", dijo la empresa.
Como parte de su estrategia comercial, Apple también ha lanzado un tráiler en línea con personajes de películas usando gafas y cascos, en lo que parece ser un intento de recrear la expectación que se produjo en torno al lanzamiento del iPhone en 2007.
Si tiene éxito, Apple habrá encontrado una nueva fuente multimillonaria de ingresos. Pero esta quizás no sea una realidad en un momento en el que la inflación ha hecho que muchas personas en todo el mundo tengan problemas para cubrir sus necesidades básicas.
El nuevo estreno ya ha tenido algunos problemas. En consecuencia, según Financial Times, la empresa redujo a más de la mitad sus previsiones de producción, de un estimado de 1.000.000 de unidades a 400.000.
Otros gigantes tecnológicos como Meta han optado por un visor de menor precio, en un mercado que no termina de despegar. Su Quest 3 cuesta 499 dólares en EEUU y, a pesar de que el precio es más bajo, también ha tenido dificultades para alcanzar un volumen masivo de ventas.
Uno de los problemas que parece que están enfrentando estos dispositivos es la incomodidad por su uso prolongado, otro de los factores de que no se hayan vuelto populares.
¿Cómo son las Vision Pro?
A diferencia de lo que sucede con muchos de los aparatos disponibles, Apple ha separado la batería de su Vision Pro para que no se sienta tanto peso en la cabeza, aunque esto significa que la batería queda conectada a un cable al lado del usuario.
La experiencia de usuario es la clásica y minimalista de Apple. Una vez que uno se pone las gafas, ve la habitación a su alrededor, pero no a través del cristal, sino a través de las múltiples cámaras integradas. En eso consiste la llamada "realidad mixta": contenido digital proyectado en tu entorno.
Para abrir aplicaciones, el usuario debe presionar un único botón situado en la parte superior derecha del visor. Así aparecerán los íconos de las aplicaciones habituales en el iPhone. A partir de ese momento, todo se controla con gestos. El visor rastrea hacia dónde estás mirando. Cuando miras hacia el ícono de una aplicación y pellizcas el pulgar y el índice, esta se abre.
El nivel de inmersión se puede regular usando un dial físico que aumenta o disminuye el tamaño de las imágenes visualizadas. A elección del usuario queda si quiere llenar toda la habitación de apps o que aparezcan como en una pantalla de televisión superpuesta a una pared. Si alguien se acerca al usuario en la vida real, este podrá verlo sin importar lo inmerso que esté.
Problemas de este tipo de gafas
Jeremy Bailenson, profesor de la Universidad estadounidense de Stanford, y otros diez investigadores, pasaron horas usando gafas de computadora similares a las Vision Pro de Apple. Durante la realización de actividades cotidianas, la mayoría de los voluntarios experimentaron dolores de cabeza o náuseas. Al usar computadoras atadas a sus caras, muchos descubrieron que otros humanos parecían falsos. Bailenson dijo que llevarse un tenedor a la boca requería esfuerzo y, a menudo, no alcanzaba el objetivo, reportó el diario The Washington Post.
A partir del experimento y de sus décadas de estudio de la realidad virtual, el profesor estadounidense concluyó que estas gafas "deben usarse con moderación y reservarse para situaciones en las que los teléfonos, televisores o la vida real no son adecuados". Una computadora facial como la Vision Pro, dijo Bailenson, es "increíble. Deberíamos usarla, pero casi nunca".
La investigación sugiere que usar estas gafas durante periodos prolongados podría ser riesgoso para nuestro cerebro, seguridad física y conexiones sociales.
Bailenson dijo que los investigadores y las empresas de tecnología deben prestar atención a los beneficios y desventajas de estos dispositivos antes de que se generalicen. "No hicimos eso con los teléfonos inteligentes y ahora estamos analizando sus efectos en nuestra capacidad de atención, felicidad y salud", recordó el experto.
En cuanto a la experiencia de uso, el citado medio concluyó que con las Vision Pro "puedes ver lo que hay frente a ti, pero no es real. Es una transmisión de video casi en tiempo real". Aunque las imágenes proyectadas están distorsionadas, los objetos están más lejos de lo que parecen, y su campo de visión es más estrecho, "como puedes ver lo que te rodea, es posible que te sientas demasiado confiado", advirtió The Washington Post.
En cuanto a la presencia mediática de este dispositivo, el diario estadounidense dijo que podrían ser "bromas preparadas" algunas publicaciones que mostraban a personas usando las gafas mientras caminaban por un centro comercial, viajaban en metro, levantaban pesas, cruzaban una calle o conducían un auto. "No hagas nada de esto", enfatizó The Washington Post. "Los documentos de Apple dicen que no debes usar las Vision Pro mientras conduces u otras situaciones que requieran atención a la seguridad".
Para el profesor Bailenson, las empresas deberían desactivar el funcionamiento de las gafas cuando los sensores detectan que están en un automóvil en movimiento.