En 2024 habrá elecciones presidenciales en seis países de América Latina, en un momento difícil para la democracia. Ciudadanos de Venezuela, El Salvador, México, Panamá, Uruguay, Haití y República Dominicana acudirán a las urnas, una oleada electoral histórica en la región.
El populismo, la desinformación y la violencia en la región condicionarán el voto de los ciudadanos que priorizan cada vez más la seguridad, anteponiéndola a valores como la libertad o la igualdad, advirtió la experta en elecciones y comunicación política Carmen Beatriz Fernández
"El crimen organizado es tan fuerte que forma parte de una corporación latinoamericana. En aras de la seguridad los ciudadanos están dispuestos a prescindir de libertades individuales y derechos humanos, como sucede, por ejemplo, en El Salvador y Ecuador", apuntó la experta en Los Puntos a las Íes.
Las elecciones en El Salvador y Venezuela tendrán gran relevancia en la región, según el periodista venezolano Andrés Cañizález.
El proceso electoral en Venezuela es uno de los más preocupantes por la falta de libertad y transparencia. En sus últimas apariciones públicas, el presidente Nicolás Maduro ha dejado clara su intención de permanecer en el poder hasta 2030.
"En el caso de Venezuela, la fecha de las elecciones, así como las condiciones electorales, forman parte de las negociaciones que se han hecho entre la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores sobre el levantamiento de la inhabilitación de la opositora María Corina Machado. El chavismo tiene que recurrir a Maduro porque es el tótem que mantiene unidos a las distintas fracciones de ese grupo de poder", señaló Cañizález.
Según encuestas, si se realizaran elecciones que permitan la participación libre de los actores políticos opositores y la ciudadanía, ganaría con diferencia María Corina Machado, exdiputada de la Asamblea Nacional de Venezuela. Pero la pregunta que se hace Cañizález es: ¿habrá elecciones libres en 2024?
"Si bien vemos una participación opositora más activa, las negociaciones están ocurriendo de forma más dinámica entre los representantes del Gobierno de Biden y Maduro", dijo el periodista.
Al contrario de lo que pasa en Venezuela, en El Salvador el actual presidente, Nayib Bukele, cuenta con un amplio apoyo de la ciudadanía y es muy probable que gane, a pesar de que la Constitución de ese país prohíbe la reelección inmediata.
"El próximo 4 de febrero, El Salvador podría convertirse en un nuevo modelo de populismo autoritario orientado hacia la derecha. Esta elección va a dejar en entredicho un modelo democrático. Bukele ha maniobrado usando su mayoría parlamentaria y el control que tiene sobre el poder judicial. Llamativamente, EEUU ha bendecido esa situación que contradice las normas democráticas para ganar un aliado en la región", dijo Cañizález.
El problema de los populismos autoritarios, consideró la experta Carmen Beatriz Fernández, no es que cuenten con un gran porcentaje del apoyo popular, sino que usan esa aprobación para socavar la institucionalidad, como en el caso de El Salvador.
"Estamos ante una nueva etapa de populismo. El presidente de Argentina, Javier Milei, básicamente está pidiendo gobernar por decreto en los próximos dos años, anulando al Congreso de la república", dijo.
A juicio de Fernández, se está reflejando a gran escala un problema que existe al interior de las sociedades, la falta de tolerancia democrática entre los actores. "Por ejemplo, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, confronta a otros presidentes y opina sobre lo que ocurre en otros países en sus redes sociales, poniendo en aprietos a la cancillería colombiana. Habrá que estar pendiente de lo que diga cuando uno de sus rivales, Bukele, sea reelecto en El Salvador".
Las elecciones de EEUU, programadas para noviembre de este año, también influirán en América Latina, donde los gobernantes deben trabajar en erradicar la violencia y mejorar la economía, pero siempre en el marco de la democracia, consideraron ambos expertos.
"No nos podemos saltar las normas democráticas ante la emergencia. La democracia es la mejor manera de convivencia", dijo Cañizález.
