Provienen, como el mandatario, del mundo empresarial. En la mayoría de los casos sin experiencia previa en la gestión pública y algunos de ellos con estudios en el extranjero. Así se resume el perfil de los colaboradores más cercanos anunciados por el presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa, quien asumirá el poder el 1 de diciembre y deberá lidiar con un Parlamento multicolor y diverso.
Noboa, quien cumplirá 36 años el 30 de noviembre y al día siguiente hará historia al juramentarse como el mandatario más joven en la historia ecuatoriana, ha tenido un perfil público bastante bajo desde que se confirmó su victoria en segunda vuelta el pasado 15 de octubre. Esta suerte de silencio se romperá con visitas a Madrid y Washington, a partir del 3 de noviembre, teniendo en su agenda la necesidad de cooperación internacional para su país en seguridad ciudadana, inversiones extranjeras y migración.
Diversos medios de prensa confirmaron este 2 de noviembre los primeros nombres de los ministros, quienes forman parte del círculo más cercano de Noboa. Hijo de Álvaro Noboa, quien llegó a considerarse "el rey del banano" y el hombre más rico de Ecuador, el mandatario electo optó por construirse su propia historia empresarial sin estar vinculado directamente a los negocios de su padre, quien en cinco oportunidades aspiró a la Presidencia y nunca logró ser electo.
Roberto Luque Nuques y Franklin Palacios serán los ministros de Obras Públicas y Agricultura, respectivamente. Luque Nuques tiene un doctorado en la Universidad de California (EEUU) y es fundador de la empresa GeoSísmica, que provee servicios de consultoría y asesoría en ingeniería geotécnica e ingeniería sísmica. Palacios, entretanto, es un empresario con amplia experiencia en la producción agrícola y en el pasado encabezó la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano.
Gabriela Sommerfeld, quien ha incursionado en la industria hotelera, de aviación e inmobiliaria de Ecuador, ocupará el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana. Mientras que la abogada Sonsoles García, estará al frente de la cartera de Producción y Comercio Exterior. Ella cuenta con estudios de postgrado en los Países Bajos.
En la primera camada de nombramientos, el nombramiento más político de Noboa ha sido la designación de Iván Carmigniani como titular de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia. Carmigniani estuvo al frente de la estrategia comunicacional en la campaña del presidente electo y es una figura cercana al padre del mandatario, a quien acompañó en varios de sus intentos por alcanzar la Presidencia entre 1998 y 2013.
El joven presidente, por otro lado, le otorgó una función específica a la vicepresidenta electa, Verónica Abad, como ha sucedido en otras presidencias. En este caso, Abad deberá "velar por el bienestar de los migrantes, proteger sus derechos y agilizar los trámites para la reunificación familiar", según un comunicado que difundió el equipo de prensa presidencial en Quito.
Sin que se conozcan en detalle lo que serán sus primeras medidas como gobernante del país andino, Noboa ha enfatizado que la seguridad ciudadana tendrá un lugar prioritario en su gestión. El ahora presidente electo se mostraba con chalecos antibalas y rodeado de guardaespaldas durante la campaña electoral, tal como los otros aspirantes y eso cobró un sentido de urgencia tras el asesinato del periodista y candidato Fernando Villavicencio el 9 de agosto.
El tema de la seguridad mantiene atribulada a la sociedad ecuatoriana. El país de 17 millones de habitantes, y que usualmente se consideró una nación pacífica, atraviesa su peor crisis en materia de seguridad y violencia. Las estadísticas de la Policía reflejaron que entre enero y junio de este año se registraron 3.513 asesinatos, lo que significa un aumento del 58% respecto al 2022.
El año pasado la tasa de homicidios fue de 26 por cada 100.000 habitantes, mientras que para el cierre de este 2023 podría cerrar con una tasa de 40 homicidios por cada 100.000 habitantes. Si tal cosa ocurre, Ecuador se convertiría en el país más violento de la región.
Se espera que Noboa apoye explícitamente una de las últimas decisiones del presidente saliente Guillermo Lasso, quien en medio de la crisis institucional que se desencadenó con el intento legislativo de enjuiciarlo, desintegró a la Asamblea Legislativa y puso fin por anticipado a su gestión, que debía concluir en 2025. Lasso hace un mes aprobó con EEUU el ingreso de militares y policías estadounidenses en territorio ecuatoriano para hacer frente al crimen organizado.
Lasso había sido electo en 2021, pero en este 2023 se realizaron unas inéditas elecciones generales anticipadas, tal como lo contempla la Constitución en lo que popularmente se conoce como "muerte cruzada": ante una crisis institucional severa se resetea el sistema eligiendo a un nuevo jefe de Estado y un nuevo Parlamento.
El mandatario saliente se ha quejado de lo que denunció como una conspiración en su contra, montada por el correísmo aliado al movimiento indígena, para boicotear desde el Legislativo a la gestión gubernamental. Rafael Correa (2007-2017), quien es prófugo de la Justicia y se encuentra en Bélgica, sigue teniendo un peso significativo en la vida política ecuatoriana.
A partir del 20 de noviembre, cuando asuman los legisladores, la principal minoría la tendrá el correísmo con su Revolución Ciudadana. El movimiento de Correa tendrá 54 diputados de un total de 137, con lo cual por sí mismo no tendrá mayoría. En medio de una notable fragmentación, la segunda fuerza parlamentaria será de Construye, que apoyaba al asesinado Villavicencio con 29, el tradicional Partido Social Cristiano con 14 y el movimiento de nuevo cuño que apoyó a Noboa, Acción Democrática Nacional, igualmente con 14 diputados.