En una escalada de tensión diplomática, República Dominicana pone hoy en marcha un cierre de todos los pasos fronterizos con Haití, incluyendo aéreos y marítimos, una decisión que se pronostica agravará la crisis humanitaria que asola a la población haitiana, en medio de una disputa por un río fronterizo sin que hayan encontrado acuerdo las autoridades.
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, decretó este jueves que el 15 de septiembre a las 6.00AM deben bloquearse todos los accesos de ciudadanos haitianos hacia el país vecino, dado que ambas naciones comparten en medio de históricas tensiones la isla La Española, en el Mar Caribe.
Ha sido la respuesta dominicana a la construcción de un canal en el lado haitiano que está desviando las aguas del río Masacre, límite natural entre los dos estados. A inicios de esta semana la tensión fue in crescendo, ya que inicialmente Santo Domingo cesó los visados y cerró el paso en la población de Dajabón, el punto más transito entre los dos países.
La decisión de Abinader, de cerrar por completo el acceso de ciudadanos y mercancías haitianas a territorio dominicano, es inédita en las últimas décadas y representa un severo golpe para miles de haitianos que cada día cruzan a pie la frontera binacional para realizar diversos trabajos del lado dominicano, siendo esto un alivio en medio de una crónica crisis humanitaria.
De acuerdo con el Banco Mundial, Haití como el país más pobre del continente americano en términos per cápita, con ingresos promedio apenas por encima de dos dólares al día, la frontera de la pobreza extrema, de acuerdo con el multilateral. Según la FAO, agencia de Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura, 5,2 millones de haitianos padecen hambre, eso significa casi la mitad de la población
Asimismo, 1,7 millones de haitianos ha emigrado, mientras que dos millones son desplazados internos, tanto por la violencia generalizada como por graves crisis climáticas y naturales, además de terremotos que han afectado a la nación.
Los funcionarios de Haití dicen que el desvío del río limítrofe se trata de un esfuerzo de ciudadanos privados sin apoyo del Gobierno. Esta respuesta simboliza la falta de control sobre el territorio que tiene la débil Administración del primer ministro Ariel Henry.
Tras unos años de cierta estabilidad durante el Gobierno de Michel Martelly, la crisis institucional se hizo evidente en Haití a partir de 2015. El triunfo de Jovenel Moïse no fue reconocido de inmediato y se dio una larga discusión entre los poderes públicos sobre cuándo debía concluir su mandato. El Parlamento sostenía que en 2020 y el presidente que en 2021.
En el ínterin se fueron postergando las elecciones legislativas, en medio de la pandemia de Covid-19. El país se quedó sin Parlamento y se disolvió asimismo el Poder Judicial, quedando Moïse como único referente de poder, hasta que fue asesinado en julio de 2021.
Las elecciones previstas se suspendieron y gobierna por la vía de los hechos Ariel Henry, literalmente autoproclamado dada la ausencia de otros poderes públicos que lo certifiquen. Además, el primer ministro en funciones suspendió hace un año a los integrantes del poder electoral.
El pasado lunes 11 de septiembre, Abinader ya había ordenado el cierre del principal cruce fronterizo con Haití, en Dajabón, y la suspensión de visados a haitianos o involucrados en el conflicto en Haití por la construcción del canal en el río Masacre.
La ausencia de institucionalidad, por otro lado, ha abierto las puertas a que el país caribeño francófono esté literalmente en manos de las pandillas criminales.
A fines de agosto, por ejemplo, siete personas que formaban parte de una manifestación pacífica en contra de la violencia de las bandas armadas, fueron asesinadas por estas al norte de Puerto Príncipe, en el marco de una movilización convocada por un pastor evangélico. Asimismo, diez manifestantes resultaron heridos y otros tantos fueron secuestrados.
El sacerdote jesuita Ambroise Dorino Gabriel, en el marco de una exposición que hizo de manera remota por la plataforma Zoom este 14 de septiembre, respondió una pregunta de DIARIO DE CUBA sobre el origen de estas pandillas armadas que en la actualidad se disputan el control territorial de Haití.
Las pandillas, según este religioso católico, nacieron "de los militantes de los partidos políticos, que se fueron radicalizando hasta convertirse en pandilleros armados incontrolados", también recuerda que en el pasado dirigentes políticos haitianos dieron armas a sus seguidores más jóvenes, apostando a que esto les daría un poder simbólico, "mostrarse rodeados de jóvenes armados". En los últimos todo esto se salió de control.
"El caos actual es producto de una perdida prácticamente total de las instituciones", sostiene el sacerdote jesuita haitiano.
Finalmente, la decisión del Gobierno de cerrar por completo las fronteras, en respuesta al desvío del río fronterizo, se une a lo que ha venido siendo una política migratoria restrictiva implementada por el presidente Abinader quien ya ordenó la construcción de un muro de cuatro metros de altura para limitar el flujo de migrantes.
Este muro será levantado en 164 kilómetros de los casi 400 kilómetros de frontera que comparten los dos países. También se han acelerado las deportaciones de más de 170.000 refugiados haitianos, según los datos oficiales.
Baby Doc Duvalier los tenía en cintura,a los haitianos no se les puede dar pita,pista, eso que fueron los primeros en liberarse como colonia,pero ya se sabe porqué no prósperaron. Lo mismo que la gesta bolivariana....