El affaire judicial y diplomático que durante cuatro meses envolvió a un avión venezolano, que antes había sido propiedad de Irán, concluyó discretamente en Argentina. El juez federal que llevaba el caso terminó de liberar a la tripulación tras determinar que no existían pruebas de que la abultada nómina de tripulantes y personal de cargo estuviese vinculada al terrorismo.
Desde el 6 de junio de este año ha permanecido en el aeropuerto internacional de Ezeiza, que sirve a la capital argentina, el Boeing 747 de la compañía Emtrasur, la firma de transporte de carga de la estatal Conviasa, de Venezuela. Tras una serie de acciones sospechosas, la Fiscalía del país sudamericano ordenó investigar los presuntos vínculos de la aeronave y de su tripulación con activistas terroristas.
Sin embargo, paulatinamente la Justicia había liberado a la tripulación y este 15 de octubre dejó en libertad a los cinco tripulantes que aún estaban con prohibición de abandonar Argentina, incluido un hombre vinculado a la Guardia Revolucionaria Iraní, entidad considerada terrorista por EEUU.
El juez federal Federico Villena confirmó el cese de la causa: "Tuve que tomar una decisión, porque la Cámara Federal de La Plata (provincia de Buenos Aires) me dio un plazo determinado para resolver la situación y no tenía pruebas suficientes como para procesarlos. Tuve que dictar la falta de mérito".
Judicialmente, se cerró el caso. La aeronave, sin embargo, sigue retenida en Argentina en espera de una decisión de naturaleza política y diplomática.
En 2008, el Departamento de Comercio de EEUU emitió una orden que prohíbe a la iraní Mahan Air, que era la propietaria del avión, participar en transacciones con productos exportados desde EEUU.
"Como se alega en la orden de incautación (dada por EEUU), Mahan Air violó la orden de denegación temporal y las leyes de control de exportaciones de EEUU al transferir la custodia y el control de la aeronave Boeing a Emtrasur sin la autorización del Gobierno de EEUU", afirmó el Departamento de Justicia en un comunicado el pasado 2 de agosto.
Se desconoce el destino que finalmente recibirá este avión. EEUU, en otro caso relacionado con los planes de vuelos entre Venezuela y Colombia, le recordó al Gobierno de Gustavo Petro que Conviasa está sancionada por Washington, con lo cual quedó sin efecto el plan de que la empresa estatal ofreciera vuelos comerciales entre Caracas y Bogotá.
Entretanto, la decisión del juez Villena de este 15 de octubre dejó en libertad al piloto Gholamreza Ghasemi, al capitán de vuelo Abdolbaset Mohammadi, al ingeniero de refuerzo Saeid Valizadeh y los ejecutivos de la empresa venezolana Víctor Manuel Pérez y Mario Arraga Urdaneta.
Venezuela no dio una explicación convincente sobre la presencia de tripulantes iraníes en una aeronave de carga venezolana que en teoría transportaba autopartes. Las empresas argentinas a las cuales teóricamente iba dirigida la carga se deslindaron del caso y dijeron, en su momento, no tener relación alguna con el avión.
Lo más llamativo del caso era la presencia como piloto de la aeronave de Ghasemi, perteneciente al cuerpo conocido como Al Quds de la Guardia Revolucionaria Iraní y director de otra aerolínea iraní también con sanciones de EEUU, por presuntas vinculaciones a actividades terroristas.
¿Qué hace Gholamreza Ghasemi en Buenos Aires, a bordo de un avión de carga venezolano? ¿Por qué una aeronave que necesita cinco tripulantes transportaba a 19? Preguntas de este tenor formuló públicamente la Dirección de las Asociaciones Israelitas Argentinas, que de forma insistente pidió investigar la aeronave, su carga y tripulación.
El rol iraní en la promoción del terrorismo es un asunto muy sensible en Argentina. El pasado 18 de julio en Buenos Aires se recordaron los 28 años del atentado ocurrido en 1994 contra la sede de la mutual judía en Buenos Aires, AMIA.
En este atentado terrorista fallecieron 85 personas y sigue siendo una herida abierta para la sociedad argentina. La comunidad judía señala a Al Quds de responsabilidad en este hecho, mientras que EEUU le tiene en su listado de organizaciones terroristas.
El Boeing 747 había arribado a la capital argentina el 6 de junio, y dos días más tarde tenía previsto ir a Montevideo, pero Uruguay le denegó acceso a su espacio aéreo, por lo que debió regresar al aeropuerto argentino, donde fue incautado luego de quedar varado por falta de combustible.
Por el caso de la AMIA, este 17 de octubre, según pudo corroborar El País, la Cancillería argentina pidió a Qatar que detenga al vicepresidente de Asuntos Económicos de Irán, Mohsen Rezai, quien fue alto jerarca de la Guardia Revolucionaria Islámica y está acusado de ser uno de los autores intelectuales del atentado de 1994.
A juicio de un diplomático consultado por DIARIO DE CUBA, desde Buenos Aires, la intención del Gobierno de Alberto Fernández es netamente simbólica. Se da por descontado que un país como Qatar no hará una detención de una figura iraní como Rezai, pero se usa el caso para dejar asentado públicamente que Buenos Aires no tiene ningún entendimiento con el régimen de Teherán.