Miles de personas se han manifestado en Argentina en apoyo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien rechaza los cargos de corrupción que un tribunal federal presentó en su contra. Muchos de ellos se reúnen en los alrededores de su casa, en el selecto barrio de Recoleta, en Buenos Aires, después que la Fiscalía pidiera para ella 12 años de prisión e inhabilitación vitalicia para ocupar cargos públicos.
La protesta subió de tono el sábado, después que la Policía instalaran un perímetro de vallas alrededor del domicilio de la ex presidenta y se produjeran enfrentamientos que dejaron heridos y detenidos.
"Hoy amanecí con la esquina de mi casa literalmente sitiada (...) Quieren prohibir las manifestaciones de amor y apoyo absolutamente pacíficas y alegres que tienen lugar ante la ya inocultable persecución del partido judicial", se quejó Fernández de Kirchner en una carta al alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
"La lógica del Sr. Larreta es la misma lógica del partido judicial. Para los macristas: cuidado y protección. Para los peronistas: vallas, infantería de la Policía de la ciudad y hasta palos, gas lacrimógeno y gas pimienta, como la noche del lunes. Lo dicho ese día por la noche: nunca fueron ni serán democráticos", añadió en la carta, citada por la BBC.
Horas después, los simpatizantes de la expresidenta tumbaron las vallas y hubo choques entre estos y los policías antidisturbios.
Como colofón, Cristina Fernández dio un breve discurso a las puertas de su casa y agradeció el apoyo de sus simpatizantes. Pero en el enfrentamiento al menos cinco agentes resultaron heridos y cuatro manifestantes fueron arrestados, según informaron medios locales.
"En una democracia, el derecho a la libertad de expresión es fundamental", dijo la vicepresidenta argentina. Luego se dirigió a sus seguidores: "Quiero agradecerles y pedirles para ir a descansar. Ha sido un largo día".
Fernández de Kirchner, de 69 años, está acusada de defraudar el Estado, así como de estar involucrada en una trama para desviar fondos públicos mientras fue presidenta, entre 2007 y 2015. La petición de cárcel en su contra ha provocado la indignación de sus seguidores, mientras ella dice que está siendo perseguida.
Un domingo sin sobresaltos
Pese a los sucesos del sábado, Cristina Kirchner reapareció el domingo al salir de su departamento, y luego de saludar a algunas personas, se subió a su auto y se dirigió rumbo a la plaza Montevideo, acompañada por un cordón de militantes, para a ir a almorzar con su hija Florencia, reportó el diario Clarín.
A diferencia de los días previos a los incidentes, no había en el área efectivos de la Policía ni presencia de dirigentes y funcionarios, que el sábado se mezclaron con la militancia en el departamento de la ex presidenta. El Gobierno de Buenos Aires habría retirado la presencia de efectivos y las vallas que provocaron el altercado.
No obstante, desde temprano la militancia que apoya a la vicepresidenta volvió a congregarse en la puerta de su domicilio, como ha ocurrido desde que el lunes se se diera a conocer la petición fiscal en su contra.
"Con los ánimos más calmados, las personas continúan en el lugar y aseguran que seguirán instaladas allí para brindarle todo su apoyo a la ex mandataria, en medio de su complicada situación judicial por el juicio de Vialidad", indicó Clarín.
Vieja ladrona dice lo a tu vieja rauly en cuba que en democracia todos tienen derecho a protestar bien malvada ya te llegará tu cuarto de hora como a todos tus secuaces boluda