La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, acusada por corrupción y con una petición fiscal de 12 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, contraatacó el martes con un feroz discurso de defensa en el que denunció lo que considera una persecución judicial para proscribirla de la política.
"Nada, absolutamente nada de lo que dijeron los fiscales fue probado. Cuando dije que tenían la sentencia escrita, me quedé corta", dijo la también abogada en una declaración de más de dos horas, transmitido por redes sociales desde su despacho de la Presidencia del Senado.
Mientras transcurría su discurso, cientos de seguidores se manifestaron para apoyarla en las puertas de su casa en Buenos Aires, y luego frente al Congreso, reportó EFE.
"Esto no es un juicio contra mí, es un juicio al peronismo, a los Gobiernos nacionales y populares", aseguró la abogada de 69 años, quien goza de fueros parlamentarios y había solicitado para el martes una ampliación de su declaración indagatoria. Mas, el tribunal desestimó el pedido al considerar que esa etapa ya había cerrado y que podrá exponer sus puntos en los alegatos de la defensa, a partir del 5 de septiembre.
"Son 12 años de pedido de cárcel, los 12 años del mejor Gobierno que tuvo Argentina en las últimas décadas, por eso piden 12 años. Por eso me van a estigmatizar y condenar. Si naciera 20 veces, 20 veces haría lo mismo", dijo.
"Quieren tomarse revancha. Esto disciplina a la clase política, para que nadie se atreva a hacer dos veces lo mismo", señaló.
El presidente Alberto Fernández, con el que Cristina ha mantenido en los últimos tiempos un pulso por el poder en el Gobierno, le mostró su apoyo en un comunicado.
Tras darse a conocer la petición fiscal el lunes, partidarios y detractores de Fernández de Kirchner se enfrentaron frente a su vivienda en Buenos Aires.
Los partidarios de la vicepresidenta llegaron a las puertas de su residencia a última hora de la tarde, después de que se reuniera allí un grupo de manifestantes para protestar contra ella en una cacerolada.
Agentes de policía tuvieron que intervenir para que no se produjeran enfrentamientos entre ambos bandos. Según han confirmado medios locales, Fernández de Kirchner estaba en la casa mientras se producían los incidentes.
Por su parte, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, llamó a una "pueblada" para evitar que Cristina Kirchner vaya presa.
Durante un acto público, la titular de la organización afirmó: "Quiero aprovechar esta oportunidad para seguir diciendo que tenemos que ir armando una pueblada. No podemos permitir que Cristina sea condenada, ni llevada presa", citó el medio argentino Perfil.
"Hay que defenderla con todo. Nosotros somos la Justicia", aseguró.
Claro, de cierta manera, ella es víctima--de que haya tanto argentino lo suficientemente comemierda para apoyar a alguien que a estas alturas siga siendo "peronista." Cierto, para ser justos, tenemos que admitir que si de pueblo comemierda se trata, el cubano es difícil de superar. Por lo menos Argentina no es un país franca y penosamente tercermundista.
Una soga en el cuello a ella y a sus hijos y santo remedio.
Como dice el uruguayo Mujica la vieja es peor que el tuerto tremendista esta atorrante comunistas de papel solamente como le gusta la gira a esta huevona.
La tipa da asco, y con todo el "trabajo" que se ha hecho en la cara parece una anormal.