Venezuela, un país que tiene un déficit en torno al 70% en la producción de alimentos para satisfacer la demanda interna, ha optado por alquilarle hasta un millón de hectáreas a Irán, y posiblemente otro lote similar a Turquía, en un esquema en el cual lo que se logre en suelo venezolano se destinará a los países arrendadores, según acuerdos suscritos por Nicolás Maduro en su reciente gira internacional.
El Gobierno de Maduro, desde Caracas, no ha brindado detalles de los acuerdos que suscribió en una gira internacional durante el mes de junio, que entre otros países incluyó a Irán y Turquía. Desde Teherán se ha difundido como un logro el acuerdo agrícola con Venezuela, mientras que en el caso turco ha sido la agencia de noticias china Xinhua la que ha adelantado detalles.
El alquiler de tierras con finalidad agrícola es una práctica que vienen llevando adelante algunas naciones, que por su condición geográfica o climatológica no tienen capacidad para autoabastecerse en todos los rubros agrícolas. Irán ha llevado adelante conversaciones con Rusia y Brasil, según la agencia oficial de noticias IRNA, mientras que Turquía había tenido conversaciones con Ucrania y ya había desarrollado antes un programa de casi un millón de hectáreas en Sudán.
La invasión rusa a Ucrania, y el rol que ambos países tienen en el suministro global de fertilizantes y cereales, según expertos internacionales, representa un grave riesgo para la generación y distribución mundial de alimentos y ha acelerado diversas decisiones en países enfocados en garantizar su autoabastecimiento. Por otro lado, el conflicto tendrá repercusiones de diverso tipo en América Latina, tal como lo adelantó DIARIO DE CUBA en su momento.
En la última semana de julio, el viceministerio del Interior para Asuntos Económicos de Irán, Mohsen Kushki Tabar, confirmó y anunció en términos elogiosos para su país el acuerdo agrícola con Venezuela, firmado un mes antes, cuando Maduro estuvo en Teherán.
El acuerdo agrícola entre Venezuela e Irán prevé el cultivo de un millón de hectáreas por parte de Teherán en suelo venezolano, recalcó el alto funcionario. Por el déficit de agua, según IRNA, Irán necesitaría hasta siete millones de hectáreas de tierras agrícolas en el extranjero para garantizar su seguridad alimentaria.
En Caracas el chavismo no ha comentado el tema, mientras que desde Teherán no se han ofrecido detalles económicos sobre este acuerdo. Se desconoce, a fin de cuentas, cuánto dinero pagará Teherán por el alquiler agrícola.
En los últimos meses se han fortalecido los nexos entre Caracas y Teherán, que hasta ahora estaban basados principalmente en temas energéticos. Técnicos iraníes asesoran a Petróleos de Venezuela (PDVSA) en la recuperación y mantenimiento de plantas refinadoras de crudo, y en momentos críticos Teherán ha enviado cargueros con gasolina al país sudamericano.
David Morán, director del portal informativo La Patilla, aseveró que las tierras a ser cultivadas por Irán se encuentran en las inmediaciones del río Orinoco en el estado (provincia) de Bolívar, al sur del país. Y las dimensiones del territorio que explorarán los iraníes en Venezuela es el equivalente al doble del territorio de Trinidad y Tobago.
Resulta paradójico para muchos venezolanos, que reaccionaron airadamente en las redes sociales, que se destinen tierras con capacidad productiva a otro país cuando en Venezuela campea la falta de alimentos.
"Hay una precariedad con las estadísticas en Venezuela, lo cual hace cuesta arriba tener una cifra global precisa. Nosotros estimamos que el 30% del abastecimiento de alimentos es de producción nacional", confirma a DIARIO DE CUBA el experto Germán Briceño, director del Instituto de Políticas Agrícolas (IPAF), dependiente del gremio privado de agricultores.
A juicio de este especialista venezolano, el país registra un "déficit considerable" en la generación propia. No hay registro público de políticas oficiales para promover o ampliar la producción agropecuaria, ni anuncios gubernamentales en esa dirección.
A la falta de créditos y fertilizantes se han sumado otras aristas de la crisis generalizada que vive Venezuela y que impactan la insuficiente producción agrícola, tal como la aguda escasez de gasoil (diésel) para maquinaria agrícola y transporte de carga.
Briceño recuerda que a fines de los 90, con la llegada al poder de Hugo Chávez, las cifras eran literalmente opuestas. Venezuela garantizaba el 70% de la demanda de alimentos y se importaba el restante 30%.
En relación con el convenio venezolano-iraní, el director de la Asociación de Cultivos Transterritoriales de Irán, Ali Rezvanizade, aseguró el mes pasado que Venezuela puede brindar una mejor oportunidad que Brasil y Rusia para los proyectos agrícolas de Irán en el extranjero, incluido el cultivo de soja y maíz.
Cuando estuvo en Teherán, Nicolás Maduro sostuvo que "una de nuestras prioridades para ampliar la cooperación con Irán es utilizar la tecnología iraní para desarrollar la producción agrícola en Venezuela". En esa misma visita dijo que en el país sudamericano hay 30 millones de hectáreas cultivables.
Sin embargo, ni entonces, ni después, el Gobierno de Venezuela se ha referido a los detalles del acuerdo con Irán.
En relación con Turquía, solo un despacho informativo de la agencia china Xinhua develó que se negocia un acuerdo en términos posiblemente similares. Turquía le alquilaría una extensión considerable de tierras agrícolas a Venezuela como parte de su estrategia de autoabastecimiento alimentario. Maduro visitó Ankara en junio, en la misma gira en la que también estuvo en Teherán.
Vahit Kirisci, ministro de Agricultura y Silvicultura de Turquía, adelantó que su país continuará con el alquiler de tierras agrícolas en otras naciones y entre las opciones que están negociando mencionó a Venezuela.
El objetivo serán productos como girasol, maíz, algodón, sésamo, caña de azúcar y alfalfa, los cuales tienen un déficit de producción en Turquía. Asimismo, se planea utilizar frutas tropicales y vegetales como piñas, mangos, aguacates y canola, tanto para la reexportación como para el mercado interno de Turquía.
Supongo que las mujeres ya se estarán confeccionando los burkas.
Esta es la versión venezolana de contratar obreros hindúes para hacer un hotel en La Habana....todo son iguales, primero muertos que liberar económicamente a sus compatriotas.