La Casa Blanca anunció el levantamiento de algunas de sus sanciones económicas contra Venezuela, entre ellas la prohibición a la petrolera estadounidense Chevron de negociar con la estatal PDVSA, para reactivar el diálogo entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro, informó EFE.
Así lo anunció un funcionario de alto nivel de la Administración estadounidense durante una llamada con periodistas en la que explicó que el Gobierno de Joe Biden toma esta decisión "en respuesta a las conversaciones que están teniendo lugar entre el régimen y el Gobierno interino (de Juan Guaidó)".
"Todo esto responde a una petición del Gobierno interino" de Guaidó, enfatizó el funcionario estadounidense, "y es resultado de un acuerdo de ambas partes para volver a las conversaciones, que deberían anunciar muy pronto".
"Reimpondremos las sanciones ante cualquier paso atrás en cualquier clase de negociación", agregó.
Las conversaciones que la oposición venezolana —agrupada bajo el nombre de Plataforma Unitaria— y el Gobierno de Nicolás Maduro estaban teniendo en Ciudad de México se suspendieron el pasado mes de octubre tras la extradición a Venezuela del considerado testaferro de Maduro, Alex Saab.
Sobre el levantamiento de la prohibición de negociar entre Chevron y PDVSA, el funcionario aclaró que la decisión permite a ambas compañías petroleras "hablar", pero en ningún caso explotar o comerciar con crudo venezolano, por lo que no supondrá "ningún aumento de los ingresos del régimen".
La fuente apuntó también que las medidas están completamente desligadas de la polémica por el anuncio del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de que no asistirá a la Cumbre de las Américas si EEUU no invita a Cuba, Nicaragua y Venezuela a participar.
La opositora Plataforma Unitaria de Venezuela reaccionó al anuncio expresando "la urgencia" de retomar el diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro en México.
"Ratificamos la urgencia de que se anuncie al país una fecha inmediata y una agenda concreta para retomar el proceso de negociación conforme al memorándum de entendimiento firmado en Ciudad de México", dijo la coalición en un comunicado difundido en redes sociales.
Al respecto, el grupo opositor recordó en el escrito que su "interés único" es "poner fin a la tragedia" que viven los venezolanos para "lograr la libertad y la democracia" en el país.
Insistió en que cualquier acuerdo "solo podría darse en la medida en que se logren pasos concretos" hacía el cumplimiento de los objetivos antes expuestos.
Descontento en el exilio
La eliminación de sanciones aplicadas por Donald Trump a Cuba y Venezuela no sentó bien a los exiliados de esos países en Florida, lo que podría dejar a los demócratas aún más desvalidos electoralmente en un estado dominado por los conservadores.
En un año de elecciones en el que los republicanos buscan recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes, los cambios en las políticas hacia Cuba y Venezuela, anunciados con un día de diferencia en medio de la campaña, pueden ser una ayuda extra para los candidatos rivales de los correligionarios de Biden en Florida.
"El plan de Biden para apuntalar a la dictadura de Cuba representa otro fracaso más cuando se trata de defender la libertad en nuestro hemisferio", dijo este martes el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en un mensaje similar al de los dirigentes del exilio cubano, en su mayoría alineados con el Partido Republicano.
Con el telón de fondo de una afluencia récord de cubanos hacia EEUU desde 2021 y la amenaza de un boicot a la Cumbre de las Américas de Los Ángeles, si no se invita a Cuba, Venezuela y Nicaragua, los cambios anunciados, aunque esperados, han desatado en Florida una catarata de críticas.
DeSantis, que buscará la reelección en noviembre, parte como favorito y, según los sondeos sobre intención de voto, está muy por delante de los aspirantes a la nominación demócrata, como el exgobernador Charlie Christ y la comisionada estatal de Agricultura Nikki Fried.
El actual gobernador incluso es considerado como un posible aspirante a la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2024, en las que —en caso de celebrarse ahora— aventajaría a Biden por más de diez puntos, según un reciente sondeo de la firma Rasmussen.
Aunque Biden fue el candidato más votado en Miami-Dade, un bastión demócrata, obtuvo menos votos que Hillary Clinton en 2016.
Es en este condado, el más poblado y rico de Florida, donde los cambios en la política hacia Cuba y Venezuela pueden perjudicar más al Partido Demócrata, pues aquí se concentran las mayores comunidades de cubanos y venezolanos, así como de nicaragüenses.
El supuesto riesgo de un EEUU "socialista" si Biden ganaba, con el que los republicanos buscaron "el voto del miedo" en 2020, fue un argumento que caló bien en los electores floridanos originarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua y de otros de países latinoamericanos.
"Las concesiones unilaterales del presidente Biden son una traición a la causa de la libertad en Cuba", escribió este martes el representante Mario Díaz-Balart.
Rosa María Payá, hija del fallecido líder opositor cubano Oswaldo Payá, calificó de indignante la "ineptitud de una Administración que prefiere la aprobación de la dictadura y cede a su chantaje migratorio, aún en contra del clamor del pueblo".
Un influyente senador demócrata, Bob Menéndez, de origen cubano, advirtió que "la historia demuestra que las negociaciones basadas en concesiones unilaterales no conllevan cambios factibles en las acciones de regímenes autoritarios".
El anuncio de que la Administración Biden levantará las sanciones a Venezuela para propiciar la reanudación del diálogo entre Gobierno y oposición también produjo el rechazo de organizaciones de exiliados venezolanos.