Karim Bukele y los mellizos Ibrajim y Yusef Bukele, los hermanos del mandatario de El Salvador Nayib Bukele, estarían implicados en un caso de corrupción que involucra a la Presidencia de ese país centroamericano, según un investigación del sitio argentino Infobae.
De acuerdo con el artículo de ese medio, a fines de 2020 la investigación que revelaba los vínculos entre los hermanos por sospechas de corrupción y asociaciones criminales con las maras locales MS13 y Barrio 18 se encontraban en el despacho del exfiscal general del país, Raúl Melara.
Según tales documentos, los hermanos del mandatario serían los principales decisores de la organización y el "centro de poder" de una trama secreta que coexiste con la Presidencia de la República de El Salvador y cuyos valedores son funcionarios oficiales.
El caso, denominado por los investigadores como Catedral, señala a los hermanos Bukele por la comisión de delitos para lucrar y acumular poder. Todos esos delitos se habrían cometido a partir de tres operaciones: "La negociación con estructuras de liderazgos de maras o pandillas"; "la creación de plazas fantasmas en tiendas institucionales de la dirección general de centros penales"; y la compra irregular de canastas básicas por parte del Ministerio de Agricultura y Ganadería durante la pandemia de Covid-19 para su uso con fines político-electorales, aseguran los documentos.
Infobae tuvo acceso a los documentos de la Fiscalía y al resumen del Caso Catedral a través de dos investigadores, uno salvadoreño que trabajó con el fiscal Melara y con Germán Arriaza, el fiscal que dirigió la investigación en El Salvador, y otro estadounidense que ha colaborado con la fuerza de tarea Vulcan, el grupo especial de Estados Unidos que retomó las investigaciones y alimentó un expediente abierto por fiscales del Distrito Sur de Nueva York que, según una publicación de la agencia Reuters, acusará al menos a dos funcionarios de Bukele por delitos relacionados con el pacto con MS13 y Barrio 18.
El último martes, Germán Arriaza, quien fue jefe de la unidad especial de la Fiscalía General que investigó Catedral, confirmó a Reuters la autenticidad de los documentos acumulados en el expediente al que Infobae tuvo acceso.
No obstante, Arriaza tuvo que salir de El Salvador y fue destituido del cargo de investigador jefe de Catedral por Rodolfo Delgado, el actual fiscal general, designado en parte para enterrar estas investigaciones y garantizar la impunidad del presidente y su entorno, según diversos expertos en el tema.
De acuerdo con Infobae, la investigación enfatiza en varios ciudadanos venezolanos asesores del presidente Bukele y que serían parte de la organización. Entre ellos está Sara Hannah Georges, quien habría dirigido un gabinete en la sombra durante la pandemia y estado involucrada en la planificación del lanzamiento de la aplicación digital Chivo Wallet, financiada por el Gobierno de Bukele con fondos públicos para poner a circular el bitcoin en el país.
En la primera línea de la estructura criminal estarían Karim Bukele, siete años menor que su hermano Nayib, y los mellizos Ibrajim y Yusef, que tienen nueve años menos que el presidente. De hecho, lo que plantean los fiscales de Catedral confirma la influencia de los hermanos menores en el Gobierno, aun sin ser funcionarios designados.
Karim habría sido quien, a nombre de su hermano, dirigió en 2020 la negociación con diputados del partido derechista ARENA para la aprobación de un decreto que dio amplias prerrogativas al Ejército para realizar detenciones durante las cuarentenas impuestas, según reveló una investigación del diario salvadoreño El Faro.
De acuerdo con las investigaciones de Catedral, fue precisamente amparada en leyes y decretos aprobados durante la pandemia que la organización delictiva enquistada en el Gobierno realizó ventas irregulares de alimentos e insumos.
Una investigación del medio venezolano Armando Info reveló en septiembre pasado que fue Karim Bukele quien primero contactó a Lester Toledo, un consultor político relacionado con la oposición venezolana, para que trabajara asesorando a Nayib Bukele en El Salvador. Con Toledo llegó a ese país Sarah Hannah Georges, quien había sido asistente de Lilian Tintori, esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, actualmente refugiado en España.
Los mellizos Yusef e Ibrajim Bukele también tendrían voces influyentes en el Gobierno. El 16 de julio de este año, El Faro publicó una investigación que reveló cómo los dos hermanos menores del presidente fueron los principales interlocutores del Gobierno salvadoreño en conversaciones con criptoinversionistas para planificar la entrada en vigor de una criptomoneda salvadoreña, lo cual no ha ocurrido.
Y en octubre último Infobae reveló que fue Ibrajim Bukele quien lideró la delegación del Gobierno salvadoreño que viajó a Washington a intentar cerrar una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un préstamo de 1.300 millones de dólares, algo que no consiguió.
De acuerdo con los fiscales de Catedral, debajo de los tres hermanos hay "distintos niveles de jerarquía en la actuación de la organización, desde la jerarquía hasta los ejecutores".
El fiscal general Rodolfo Delgado ya había adelantado el 23 de diciembre pasado que no daba credibilidad al expediente Catedral ni a los reportes periodísticos basados en la información que arrojó esa investigación. Las revelaciones, dijo Delgado, a quien los diputados de Bukele reeligieron como fiscal general el pasado 22 de diciembre, son "porquería disfrazada de noticia".
El fiscal general Delgado también aseguró que Catedral no era más que un informe desplegado en formato Power Point. No obstante, según Infobae hay un legajo de 129 páginas que es del conocimiento, entre otros, de investigadores estadounidenses, en el que constan documentos, fotografías, transcripciones de escuchas telefónicas, registros públicos y correos institucionales, entre otros elementos de prueba que implican a funcionarios de Bukele en la planificación del pacto pandillero y en la corrupción durante la pandemia.
No obstante, después que el fiscal del caso fuera cesado, uno de los primeros actos de Delgado como fiscal general habría sido enterrar todas las investigaciones de la unidad especial.