A través de un comunicado la Cancillería de Perú expresó su "preocupación" por la evolución de los acontecimientos en Nicaragua y rechazó los resultados electorales alegando el incumplimiento de los criterios mínimos necesarios para celebrar "elecciones libres, justas y transparentes".
Del mismo modo el Gobierno de Pedro Castillo consideró que la reelección de Daniel Ortega merece "el rechazo de la comunidad internacional", reportó la agencia EFE.
El mandatario peruano, conocido por su agenda de izquierdas y su afinidad con el pensamiento del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, se desmarcó así, y quizás de forma definitiva, del "eje socialista" que representan Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel, Andrés Manuel López Obrador y Daniel Ortega.
La Presidencia de Castillo, por otro lado, respaldó las medidas de presión contra el Gobierno sandinista por parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y aseguró que seguirá trabajando en el Consejo Permanente del organismo con sede en Washington "con la finalidad de preservar el derecho del pueblo nicaragüense de celebrar elecciones libres" y en consonancia con la Carta Democrática.
"El Perú ha apoyado las resoluciones adoptadas en la OEA para evitar esa grave situación, así como todos los esfuerzos colectivos dirigidos a favorecer el restablecimiento del diálogo y el entendimiento entre los nicaragüenses, la liberación de los candidatos y presos políticos y la implementación de las reformas electorales acordadas", se lee en el comunicado publicado este lunes.
Alberto Fernández no condena, pero tampoco reconoce los resultados
El Gobierno argentino llamó a "acompañar al pueblo de Nicaragua" para que recupere "cuanto antes el diálogo y la convivencia democrática" y pidió que el Ejecutivo de ese país vele por el "respeto" de los derechos humanos de toda la población.
En el comunicado oficial no hay rastros de felicitaciones ni una clara toma de postura por parte del Gabinete de Alberto Fernández. Solo se limita a abogar por el respeto a "la diversidad ideológica y la participación cívica sin proscripciones".
"Reiteramos nuestra preocupación ante la detención de dirigentes opositores, así como la necesidad de que el Gobierno nicaragüense vele por el respeto de los derechos humanos de toda la población", expresó la Cancillería argentina en un comunicado.
"Debemos acompañar al pueblo de Nicaragua para que cuanto antes recupere el diálogo y la convivencia democrática", agregó el texto ministerial, aunque concretó que mantiene su "tradición diplomática de no injerencia en cuestiones internas en otras naciones".
Una abrumadora abstención del 80 %
Nicaragua celebró este domingo unos comicios tachados de "farsa" por distintos países, en los que el actual presidente Ortega, en el poder desde 2007, se garantizó un quinto mandato presidencial y el cuarto consecutivo.
Ortega dijo que "el pueblo nicaragüense se volcó votando por la paz" y que su Gobierno seguirá trabajando por la paz y por fortalecer la reconciliación.
El mandatario fue reelegido para su quinto mandato, el cuarto consecutivo con el 74,99% de los votos, en un proceso electoral marcado por los arrestos de siete aspirantes de la oposición, la eliminación de tres partidos políticos y la detención de periodistas, empresarios, dirigentes sociales y otras figuras opositoras.
Las cifras oficiales fijaron en el 65,34% la participación en la jornada, lo que contrasta con cálculos independientes, que situaron la abstención en algo más del 80%.
Rusia y Venezuela cierran filas con Ortega
La mayor parte de la comunidad internacional no reconoció los resultados de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Nicaragua.
Hay excepciones notables, Rusia y Venezuela, aliados tradicionales de Daniel Ortega, salieron en defensa del presidente nicaragüense quien tras 24 años en el poder tiene por delante un nuevo mandato de cinco años.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, calificó de "pantomima" las elecciones y el alto representante de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, tras definir las elecciones como un fake le pidió a Ortega la liberación de los presos políticos.
El exilio nicaragüense en Guatemala se manifestó contra las elecciones generales celebradas en Nicaragua y contra el gobierno de Ortega. Pancartas y lemas denunciaron la represión del Gobierno de Managua.