El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, descartó una negociación con EEUU sobre la situación del país, y acusó a Washington, aunque sin pruebas, de intentar "boicotear" las elecciones generales del próximo 7 de noviembre, en las que el líder sandinista buscará una nueva reelección, informa AFP.
"El imperio no quiere elecciones en Nicaragua, el imperio quiere boicotear las elecciones en Nicaragua, sembrar nuevamente el terrorismo en nuestro país", señaló Ortega en un discurso tras participar en el proceso de verificación ciudadana del padrón electoral con miras a los próximos comicios nicaragüenses.
Según Ortega, para EEUU "las elecciones valen solo cuando ganan sus peleles, los que ellos ponen como candidatos", de lo contrario no las reconocen "y hacen todo lo posible por desestabilizar y destruir el país, como lo han hecho con Cuba, Venezuela, Bolivia, Brasil".
"Frente al imperio no hay espacio alguno de negociación ni de entendimiento", sostuvo el gobernante, que envió un mensaje a Argentina y a México.
"Los que se hacen ilusiones con una negociación, sencillamente se están olvidando de la propia historia de sus pueblos que han sufrido las más brutales agresiones y humillaciones del imperio", dijo.
Mencionó que EEUU "arrebató" parte de su territorio a México y que el anterior presidente estadounidense Donald Trump decía "barbaridades" sobre México y la dignidad de sus ciudadanos. "Y no hubo Gobierno en México que diera la cara por ese pueblo", dijo
El pasado 25 de junio, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pidió "garantizar las libertades", evitar la "represión" y "no encarcelar", cuestionado la situación política en Nicaragua donde las autoridades han detenido a 28 personas desde el 28 de mayo pasado, entre ellos siete aspirantes de la oposición a la Presidencia.
Pese a manifestar López Obrador su "preocupación", México se negó, junto a Argentina, a acompañar una resolución aprobada el 15 de junio por 26 países de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para condenar la persecución de los opositores, con el argumento de la "no intervención en asuntos internos".
Posteriormente, los dos países llamaron a sus embajadores en Nicaragua a consultas para evaluar la situación, en el país centroamericano.
Ortega, en el poder desde 2007 y próximo a cumplir 76 años, busca su cuarta reelección y tercera consecutiva con sus principales contendientes encarcelados, que están siendo investigados por supuesta traición a la patria y a los que ha tildado de "criminales" y acusado de intentar derrocarlo con el apoyo de los EEUU.