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Colombia

A la violencia policial en Colombia se suma la de civiles armados que atacan a los manifestantes

Human Rights Watch ha recibido reportes de 31 muertes en Colombia durante las manifestaciones.

Bogotá
Protestas en Colombia.
Protestas en Colombia. GettY IMAGES

Organizaciones sociales y ciudadanos colombianos denunciaron que civiles armados han atacado a participantes en las protestas contra el Gobierno, al que reclaman el cese de la brutalidad policial y medidas para mejorar las condiciones de vida, reportó la agencia EFE.

En varias partes del país se han efectuado denuncias de intimidaciones a manifestantes por parte de hombres armados supuestamente opuestos al vandalismo y en algunas han sido incluso atacados a tiros. Periodistas colombianos han señalado que los individuos podrían pertenecer a cuerpos paramilitares o a pandillas barriales.

"En estos momentos existen expresiones de violencia que agravan por completo la situación porque no sabemos quiénes son los que amenazan, los que persiguen, los que disparan y los que matan", dijo a EFE el analista Jairo Libreros, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Externado de Colombia.

El más reciente ataque ocurrió este miércoles en Pereira, capital del departamento de Risaralda, en el Eje Cafetero, donde tres jóvenes fueron heridos de gravedad por desconocidos que les dispararon desde vehículo.

El caso más delicado es el de Lucas Villa, estudiante universitario de Ciencias del Deporte que recibió ocho balazos y está en estado crítico en un hospital de Pereira. Las otras dos víctimas del ataque fueron otro estudiante y un vendedor informal.

Los heridos participaban pacíficamente en un plantón en el Viaducto César Gaviria, que une a esa ciudad con la vecina Dosquebradas.

La Defensoría del Pueblo informó el miércoles de al menos 24 homicidios durante las protestas. Sin embargo, la Fiscalía determinó que "11 muertes violentas se dan por ocasión de esas manifestaciones, siete están en verificación y seis homicidios no tienen vínculo" con las protestas.

Organizaciones sociales y ONGs que documentan casos de brutalidad policial, como Temblores, aumentan esa cifra a 37 homicidios por parte de la Policía, en hechos ocurridos entre el 28 de abril —cuando comenzaron las manifestaciones— y el 5 de marzo.

Oficial detenido

El mayor de la Policía de Colombia Carlos Javier Arenas fue detenido por la muerte de Brayan Fernando Niño, un joven de 24 años que falleció el pasado sábado durante una protesta contra el Gobierno en el municipio de Madrid, en el departamento de Cundinamarca, informaron este jueves fuentes oficiales.

Arenas fue detenido por orden de la Justicia Penal Militar y Policial del país que lo vinculó a una investigación por el presunto homicidio de Niño, quien según han denunciado varias organizaciones recibió disparos en una manifestación intervenida por agentes de la Policía.

"En desarrollo de la investigación se allegó material probatorio y evidencia física, que dio lugar a emitir orden de captura en contra del señor Mayor Carlos Javier Arenas Niño, como presunto autor responsable del delito de homicidio", informó la Unidad Administrativa Especial de la Justicia Penal Militar en un escueto comunicado.

Brotes de "vigilantismo"

Libreros aseguró que cuando no se impone el uso legítimo de la fuerza de forma concomitante con la vigencia de los Derechos Humanos y cuando no se tiene la capacidad para determinar quiénes son los que toman las decisiones y mueven los hilos que agitan el vandalismo, surgen situaciones como el "vigilantismo".

"Algunos ciudadanos con intenciones reprochables se creen dueños de la seguridad y la justicia y empieza el brote del vigilantismo que ha dejado una huella pavorosa en toda América Latina y que en última instancia se convierte en la semilla del paramilitarismo", explicó el catedrático.

Agregó que esos ataques los llevan a cabo personas que a título propio o representando intereses de terceras personas se convierten en vigilantes o en personas que están "dispuestas a eliminar a todo aquel que consideren ellos enemigo".

"Eso es un cóctel explosivo que ha dejado una huella pavorosa en Colombia por cuenta del conflicto armado y que en algunas oportunidades (son) expresiones de violencia urbana como aparentemente está ocurriendo en este caso (el de Pereira)", agregó.

Reacciones internacionales

Numerosos políticos y figuras internacionales han denunciado la situación de la violencia en Colombia, entre ellos el cantautor panameño Rubén Blades, quien afirmó que más allá de la inconveniente reforma fiscal que intentó poner el Gobierno de Iván Duque, ha sido "el nivel de violencia" de la Policía frente a manifestaciones públicas lo que ha provocado "la furia en la población" de Colombia.

"Aunque es comprensible el rechazo a cualquier imposición fiscal que afecte a negocios y/o al bolsillo del ciudadano colombiano en estos tiempos de desempleo masivo y estrechez económica, lo que más furia ha provocado en la población del país es el nivel de violencia demostrado en la respuesta de sus fuerzas policiales", escribió Blades en sus redes sociales.

El presidente argentino Alberto Fernández, por su parte, se pronunció pidió a su par Iván Duque que cese "la violencia institucional". Además, escribió en su cuenta de Twitter: "Con preocupación observo la represión desatada sobre la protesta social en Colombia".

Y añadió: "Ruego porque el pueblo colombiano retome la paz social e insto a su Gobierno a que, en resguardo de los derechos humanos, cese la singular violencia institucional que se ha ejercido".

El director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, informó ayer que la ONG recibió la denuncia de 31 muertes en Colombia durante las manifestaciones.

Las manifestaciones arrancaron el 28 de abril contra la ya retirada reforma tributaria del Gobierno colombiano y continúan en las calles, entre otras cosas, en rechazo a la brutalidad policial.

El rechazo a las políticas del Gobierno ha motivado, durante una semana, largas jornadas de protestas en las que la Policía ha sido acusada además por agresiones físicas, violaciones sexuales y detenciones arbitrarias de las que han sido víctimas decenas de protestantes.

El Cuerpo de Verificación Digital de Amnistía Internacional evidenció, a través de material audiovisual, "el uso excesivo e innecesario de la fuerza por parte de la Fuerza Pública en el control de las manifestaciones".

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