Las excentricidades del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su "mística" esposa, Rosario Murillo, parecen no tener fin. La más reciente de ellas fue la propuesta de creación de una Secretaría Nacional para Asuntos del Espacio Ultraterrestre, la Luna y otros cuerpos celestes, según informó el diario La Jornada.
La propuesta, presentada a una Asamblea Nacional controlada por Ortega, busca declarar la autonomía espacial del país, así como "promover el desarrollo de los sistemas espaciales y los medios, tecnología e infraestructura necesarios para la consolidación y autonomía de este sector en Nicaragua". Esta tardía e imposible entrada de Ortega y Murillo a la carrera espacial, sin embargo, ocurre en un momento en que Nicaragua figura como uno de los países más pobres de Latinoamérica.
No es la primera vez que Ortega y Murillo miran más allá de la atmósfera terrestre. Hace unos años, ambos anunciaron la construcción de un satélite nicaragüense, el Nicasat-1. Al igual que el prometido canal interoceánico -"que superaría al de Panamá", en palabras de Ortega-, el Nicasat-1 iba a ser construido por empresas chinas. El resultado fue el mismo para ambos proyectos: nunca se realizaron.
"Ni siquiera tenemos en nuestras escuelas un programa de educación relacionado con las ciencias del espacio, no tenemos instituciones, observatorios ni nada así. Todos estamos extrañados, no sabemos cuál es la razón, qué capacidad tenemos nosotros", declaró a la revista Confidencial Jaime Incer Barquero, uno de los principales científicos de Nicaragua.
La situación económica del país jamás pudo estar en peores condiciones para materializar los caprichos de Ortega y Murillo. Según el Banco Mundial, la economía nicaragüense sufrió una contracción de -3,9% en 2019, situación que se agravó durante el 2020 con el inicio de la pandemia, la crisis petrolera de Venezuela y el paso de los huracanes Eta e Iota. Para el 2021 se prevé que continúe empeorando.
El régimen de Ortega, además, es uno de los más criticados por sus constantes violaciones de los Derechos Humanos. Además de perseguir a medios y periodistas independientes y reprimir con violencia extrema las manifestaciones populares que exigían su retirada, el Gobierno nicaragüense está a un paso de aprobar una ley que cataloga y sanciona por "agentes extranjeros" a aquellas organizaciones de la sociedad civil que reciban fondos del extranjero. En estos aspectos, cualquier semejanzas con el régimen de La Habana puede no ser pura coincidencia.
Daniel Ortega y su mujer, los dos, debieran ser ejemplos y salir en el primer cohete que vaya a cualquier lugar fuera del planeta.
Este matrimonio del demonio debe tener más cuidado con los alucinógenos que toman. Y si lo usan como supositorios de seguro viajarán aún más lejos en el ''Espacio Ultraterrestre''.