América Latina cierra este 2020 con sus problemas históricos en materia económica, social y de derechos humanos acentuados por la pandemia de Covid-19, y sin perspectivas claras en torno al 2021, año en el cual además se pondrán a prueba diversos liderazgos políticos en la región.
Al brindar su balance de este 2020, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) admitió que la región tuvo la peor caída en 120 años, desde que se llevan registro económicos modernos. La contracción promedio en este año ha sido de 7,7% y la proyección de 2021 es un repunte para elevarse a 3,7%, pero dicho dato estará aún lejano de las cifras previas a la pandemia.
A juicio de Andrei Serbín Pont, director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), con sede en Argentina, en esta región atravesada por la pandemia quedó en claro que eran legitimas las demandas por una mayor igualdad y derechos sociales garantizados para toda la población.
"Los reclamos históricos en salud, educación, infraestructura, en capacidades básicas del Estado para poder cumplir sus funciones, quedaron legitimados en este 2020, en el contexto de la pandemia", señaló Serbín Pont a DIARIO DE CUBA desde Buenos Aires.
Para el analista, "la pandemia desnudó debilidades en salud, educación. En América Latina nuestros sistemas de salud y educativo no estaban a la par para atender la contingencia por el Covid-19". Este año ha ratificado, según Serbín Pont, que los latinoamericanos tenemos "economías no sólidas" con una "una población amplia por debajo de la línea de pobreza".
Por su parte, el analista internacional Félix Arellano, desde Caracas, comenta a DIARIO DE CUBA su percepción de 2020: "Observamos en varios países de la región un creciente rechazo popular contra la situación política y el deterioro de las condiciones de vida, agravadas por las consecuencias de la pandemia".
Arellano, exdirector de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, encuentra señales en varios países de la región —Perú, Cuba, Guatemala, entre otros— donde se vence la apatía ciudadana y se expresa el malestar ante los liderazgos políticos tradicionales y/o gobiernos.
Desde la perspectiva de los derechos humanos, Támara Taraciuk, subdirectora para las Américas de Human Rights Watch (HRW), recuerda que en 2020 se registró la represión de la protesta ciudadana en diversos países.
Taraciuk, consultada desde Buenos Aires por DIARIO DE CUBA, sintetizó las tres dimensiones más problemáticas en materia de derechos humanos registradas en la región en este 2020.
Una primera preocupación para HRW, al hacer un balance de 2020, está en la migración, teniendo dos grandes focos. El caso de Venezuela, con una población que intenta huir de la crisis humanitaria y la represión, entre otros factores, así como la corriente migratoria centroamericana que atraviesa México en pos de llegar a EEUU.
En este último aspecto, un signo de este año fue la "política migratoria arbitraria de Donald Trump".
Para Taraciuk, una segunda preocupación tiene que ver con muy variados problemas de derechos humanos que surgen o se agudizaron la pandemia. De nuevo señala el caso de Venezuela, país que ya sufría una crisis humanitaria de envergadura antes de la pandemia, incluso con problemas severos para el acceso al agua potable, siendo el lavado frecuente de manos una medida clave de prevención del Covid-19.
La subdirectora continental de HRW menciona también como aspectos resaltantes del año 2020 los casos de los gobiernos de Brasil y México, que negaron información y trataron de restarle importancia a la magnitud real de la pandemia, con lo cual socavaron derechos de los ciudadanos de esos países.
Y en relación con el manejo del coronavirus en la región, está el caso de El Salvador, donde el presidente Bukele "se amparó en el coronavirus para emitir políticas que fueron abusivas". Otro caso restrictivo, en materia de derechos humanos estuvo, según la experta, en Nicaragua, país en que se despidieron a médicos que cuestionaron la falta de respuesta oficial ante la pandemia.
Un tercer gran tema de este 2020 han sido los intentos por socavar el Estado de derecho y reforzar el populismo. Para Taraciuk están los países en los cuales ya no hay gobiernos democráticos tales como Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero junto a esto están líderes populistas en contextos democráticos.
Los casos emblemáticos resultan ser los presidentes Andrés Manuel López Obrador, en México, y Jair Bolsonaro, en Brasil, en teoría en las antípodas ideológicas, pero con políticas coincidentes que representan "amenazas directas a valores democráticos básicos".
Poniendo el 2021 en el horizonte, los expertos consultados por DIARIO DE CUBA no prevén un año fácil, y al contrario creen que parte de las problemáticas de este 2020 seguirán atravesando a América Latina en los meses por venir.
Serbín Pont recuerda que habrá un ciclo electoral importante en América Latina en 2021. Habrá elecciones presidenciales en Chile, Ecuador y Perú, comicios de medio término en México y legislativas en Chile, así como unas votaciones generales en Nicaragua donde ya el régimen de Daniel Ortega ha cerrado el paso a las fuerzas de la oposición democrática.
"Será un año movido, habrá que ver si se reconfigura el mapa político e ideológico de la región, y si todas estas elecciones le pueden dar aire a nuevas figuras políticas", sintetiza Serbín Pont.
Para este analista, las grandes y masivas protestas que antecedieron a la pandemia en diversos países simbolizan "demandas no canalizadas por las elites, son demandas que no han tenido respuesta desde el poder", por lo que puede pronosticarse un 2021 de protestas y manifestaciones.
Según Serbín Pont, "la región está viviendo una crisis en cuanto a su representación y liderazgos políticos" y colocó el ejemplo de Perú: de los 23 precandidatos para las presidenciales de 2021, todos acumulan una percepción negativa mayor que la opinión positiva de sus liderazgos.
Taraciuk, por su parte, prevé un escenario en el cual se manifieste de nuevo la represión del malestar social.
"Debemos estar atentos a la represión como respuesta a la protesta social, que posiblemente se manifieste en distintos países de la región como reacción a las circunstancias económicas que está dejando esta pandemia", opinó.
De forma positiva, ella cree que un nuevo Gobierno demócrata encabezado por Joe Biden podría representar un cambio en la política migratoria de EEUU, en relación con los migrantes centroamericanos, y eventualmente abrir paso a políticas concertadas de Washington con los países de Centroamérica y México.
Finalmente, en relación con Biden y su política exterior, Félix Arellano cree que una prioridad para EEUU en 2021 será abordar la presencia de Irán en América Latina, dado el carácter abiertamente de enemigo que le da Teherán a Washington.
En 2021, "el caso iraní representa un gran desafío, entre otros, por las complejas implicaciones geopolíticas y económicas", y desde la perspectiva regional. EEUU deberá prestar atención y contener la influencia de Teherán en países como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
Analisis de manipulacion digno de este DDC. Por supuesto y como es de esperar los paises conflictivos son Cuba,Venezuela,Nicaragua y Bolivia desde que regreso el partido de Evo al poder. Antes,con los golpistas,Bolivia no era problema.En todo el articulo no se menciona ni una sola vez a Colombia,ni para bien ni para mal.La Colombia del narco estado,la corrupcion ,los paramilitares,el resurgimiento de las guerillas y su conexion con el narco ,la de las mas de 200 asesinatos de activistas sociales en este año 2020 no merece ni una mencion de los tan ilustres analistas que consulto DDC para redactar tan magnifico articulo. Articulos como este,dignos ejemplos de analisis objetivo,imparcial y libres de manipulacion y falsedades,engrandecen el periodismo y al medio que lo publica.Felicidades.