La agencia encargada del desarrollo de la vacuna rusa Sputnik V informó en sus redes sociales que Brasil comenzará a trabajar en el desarrollo del fármaco a partir del 15 de enero, aunque la producción será enviada a países de la región como Bolivia y Argentina que ya han aprobado su utilización.
La compañía farmacéutica brasileña Unión Química, encargada de producir el medicamento, espera actualmente recibir el visto bueno de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) para iniciar la fase 3 de los ensayos clínicos.
Mientras, las críticas al actual mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, se incrementan debido a la falta de un plan de vacunación en el país y el retraso de los permisos de ANVISA para el uso de emergencia de diferentes vacunas.
"Algunos dicen que estoy dando un mal ejemplo. O son imbéciles, o son idiotas, quienes dicen que yo doy mal ejemplo, ya pasé el virus, ya tengo anticuerpos. ¿Por qué debería ponerme una vacuna?", preguntó recientemente Bolsonaro, quien agregó que "nadie" puede obligarle a vacunarse pues Brasil "no es Cuba o Venezuela".
Hasta el momento la única farmacéutica que ha conseguido la autorización de ANVISA es la china Sinovac, cuyo desarrollo estará a cargo del Instituto Butantán de Sao Paulo cuando lleguen al país los primeras seis millones de dosis.
Brasil, uno de los países más afectados por el virus suma 8.105.790 casos acumulados, casi 29.800 en las últimas 24 horas, y 203.100 fallecidos a causa de la pandemia.
Argentina, por su parte, comenzó la campaña nacional de vacunación con el primer lote de 300.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el Covid-19.
En Bolivia los primeros días del año el Ejecutivo anunció la llegada de un primer lote de vacunas rusas Sputnik V para fines de mes y ha tenido reuniones de coordinación con gobernadores y alcaldes para afrontar la situación.
También el presidente ruso Vladimir Putin conversó con la canciller alemana Angela Merkel la pasada semana sobre la posibilidad de una "producción conjunta de vacunas" contra el coronavirus.
En una conversación telefónica, Merkel y Putin hablaron de "cuestiones de cooperación en la lucha contra la pandemia de coronavirus" y "se hizo hincapié en las posibles perspectivas de producción conjunta de vacunas", según un comunicado del Kremlin del pasado martes.
La vacuna rusa Sputnik V fue recibida con escepticismo por la comunidad internacional por considerarla prematura, pero hasta el momento un millón de personas han sido vacunadas en Rusia con dicho fármaco, del cual se han enviado cargamentos a Argentina, Bielorrusia y Serbia en tanto Venezuela, México y Bolivia han encargado dosis.