El régimen de Nicolás Maduro ha roto, literalmente, el último puente que le conectaba con gobiernos democráticos, tras la inédita decisión de expulsar a la embajadora de la Unión Europea (UE). Según analistas consultados por DIARIO DE CUBA, se profundiza así el aislamiento internacional del chavismo.
Este 30 de junio el propio Maduro anunció que le daba un plazo de 72 horas a la embajadora Isabel Brilhante Pedrosa, quien como reconocen activistas de la sociedad civil venezolana, tuvo un papel destacado en la promoción de oportunidades para las ONG de Venezuela.
"La reacción de Miraflores de expulsar a la embajadora de la UE termina de complicar todo", resume con pesimismo el analista Félix Arellano, quien fue director de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Maduro, afirma Arellano al ser consultado por DIARIO DE CUBA, no midió correctamente su reacción. El chavismo mostró con esta decisión su molestia por el nuevo paquete de sanciones contra figuras vinculadas al régimen, incluyendo al diputado Luis Parra, quien originalmente fue electo por los factores de oposición y a inicios de este año dio una voltereta política para plegarse a las decisiones del chavismo, actuando como si fuese presidente de la Asamblea Nacional.
El presidente legítimo del Parlamento venezolano sigue siendo Juan Guaidó, reconocido como tal justamente por la UE y la mayoría de países americanos. Tras la irregular reelección de Maduro en mayo de 2018, Occidente casi en su totalidad considera ilegítimo al gobernante venezolano.
Arellano considera que la expulsión de la embajadora de la UE fue desmedida, ya que antes se habían registrado sanciones del bloque comunitario contra altos funcionarios del régimen sin que hubiese una respuesta de este calibre.
"El aislamiento del régimen con los países democráticos es ahora total. Comete lo nunca visto de expulsar del país a la embajadora de la UE", sostuvo por su parte el experto en Derecho Internacional Emilio Figueredo.
Asimismo, Arellano cree que esta decisión inédita de expulsar no al embajador de un país, que es una medida usual en el protocolo diplomático, sino a la representante de un organismo supranacional, le añade mayores complicaciones a la situación que envuelve a Venezuela en su interacción con la comunidad internacional.
"Miraflores [sede del Gobierno venezolano] se aleja de un actor internacional de peso que ha jugado con equilibrio. Esto le cerrará oportunidades a Maduro y al chavismo no solo para una negociación política, sino que le cierra vías de cooperación para hacer frente a la crisis humanitaria compleja que vivimos en Venezuela", sintetiza Arellano.
El número dos del régimen, Diosdado Cabello, quien ha hecho esfuerzos por evitar negociaciones del chavismo con la oposición con mediación internacional, celebró ampliamente la expulsión de la diplomática.
Para Arellano, por su parte, se abre un compás de espera marcado por los signos de interrogación. A su juicio no está claro en qué consistirá la "reciprocidad" como respuesta de la UE que anunciará el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, como reacción inmediata tras conocerse la decisión de Caracas.
"Borrell debe coordinar qué respuesta se dará de forma conjunta por parte de los 27 países miembros de la UE, muchos de ellos tienen relaciones muy estrechas y presencia en Venezuela", precisa.
"No solo la delegación de la UE, la casa misma de Isabel Brilhante fue siempre una casa abierta. Derechos humanos, periodistas, diputados, funcionarios, artistas, diversas ONG… A todos nos reunía", señala la activista humanitaria Susana Raffalli, Premio Francoalemán de Derechos Humanos 2018, al comentar el impacto que tendrá la salida de la embajadora.
Asimismo, Maduro ha abierto otro frente de conflictos internacionales con España. Pues, al tiempo que expulsaba a la embajadora comunitaria, fustigó al embajador español en Caracas.
"Venezuela se reserva las acciones diplomáticas sobre el embajador de España", dijo Maduro, quien acusó al embajador de España en Venezuela, Jesús Silva, de participar en supuestos planes en su contra.
Arellano recordó que la relación entre Caracas y Madrid no tiene la tensión de otrora, desde que Podemos pasó a formar parte del Gobierno español, pero que hay un asunto complicado, como es la presencia en la embajada española del dirigente opositor Leopoldo López, quien tiene más de un año acogido allí, tras la fallida rebelión cívico-militar del 30 de abril de 2019.
Alli no paso nada. Ahora maduro le dice a toda la barra de podemos que los quiere agachados y sin calzones y ellos obedecen, pues todos estan comprometidos con dinero o trapos sucios. y sigue la comparsa con espana, que abogara por el chavismo ante la UE.
Tambien Raul mandara sus secuaces para que presionen sobre los paises con intereses en venecuba para que le bajen el listin al Borrell y asunto resuelto.