El Gobierno de Brasil comenzó a retirar a sus diplomáticos de la embajada y el consulado en Caracas, a medida que da nuevos pasos para reducir las relaciones bilaterales, informa Reuters.
Las instrucciones publicadas el jueves en el Boletín Oficial removieron a cinco diplomáticos y 11 miembros del personal consular en Caracas, incluida la cónsul general Elza de Castro y dos consejeros ministeriales en la embajada.
Según la AFP, fuentes del Gobierno dijeron que Brasilia también ha pedido a Caracas que saque a sus representantes en territorio brasileño.
El presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, no ha roto las relaciones con Venezuela como han hecho otros gobiernos en el hemisferio, incluido Canadá, porque los diplomáticos y oficiales militares brasileños han querido mantener una puerta abierta con Caracas.
Hay aproximadamente 10.000 brasileños viviendo en Venezuela, y las autoridades brasileñas dicen que más de medio millón de venezolanos han huido a Brasil por la crisis económica y política del país vecino. Muchos de ellos han continuado camino a otras naciones sudamericanas.
El Gobierno brasileño también se niega a renovar las credenciales de los diplomáticos en Brasilia del presidente venezolano Nicolás Maduro, cuya legitimidad no es reconocida por Brasil y más de 50 países.
El Gobierno de Bolsonaro considera al líder opositor Juan Guaidó como la cabeza legítima de una transición hacia una administración democrática en Venezuela, y reconoce formalmente a su enviada, Maria Tereza Belandria, como embajadora de Venezuela en Brasilia.
Belandria, sin embargo, vive y trabaja en un hotel de Brasilia porque la embajada venezolana aún está controlada por representantes de Maduro, especialmente el agregado militar, mayor general Manuel Barroso, quien de hecho dirige la embajada, que no ha tenido un embajador desde 2016.
Oye Mike, quien màs se perjudica con esa decisiòn no es Maduro, sino Bolsonaro. Maduro le pasò el problema a Bolsonaro con sus centenares de miles de "refugiados", muchos de los cuales son agentes suyos que van a crear caos y desestabilizaciòn en Brasil. Brasil se queda sin embajada en Venezuela, mientras reconoce a una embajadora virtual de Guaidò que no tiene en sus manos la posibilidad de resolver nada. Y es que el caos de la situaciòn venezolana descoloca a algunos gobiernos que al final tienen que sentarse a hablar con quienes tienen el poder real en Venezuela. Ese es el problema de dar màs importancia a los simbolos que a las realidades.
Son pasos CONCRETOS Y RÁPIDOS frente a un sistema de mafias instaladas en Venezuela.