El presidente Donald Trump centró su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso de EEUU en Venezuela y la inmigración. Condenó este martes la "brutalidad" del régimen de Nicolás Maduro, dijo que el muro en la frontera con México va y se mostró "alarmado" por propuestas de implantar el socialismo en el país.
Trump acusó a Maduro que haber convertido a Venezuela en un "un estado de pobreza y desesperación".
El mandatario también ratificó su reconocimiento al "Gobierno legítimo de Venezuela" y al diputado Juan Guaidó como "nuevo presidente interino" de ese país.
"Hace dos semanas, EEUU reconoció oficialmente al legítimo Gobierno de Venezuela y su nuevo presidente interino, Juan Guaidó. Estamos con el pueblo venezolano en su noble búsqueda de la libertad y condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, cuyas políticas socialistas han hecho que esa nación pase de ser la más rica de Sudamérica a ser un estado de pobreza y desesperación", afirmó.
A continuación, Trump mostró su "alarma" por presuntas "nuevas propuestas" de implantar el socialismo en su país.
"EEUU se fundó con libertad e independencia, no bajo la coerción, dominación y control del Gobierno, y seguiremos libres. Esta noche, renovamos nuestra determinación de que EEUU nunca será un país socialista", dijo Trump, citado por EFE.
Esta afirmación levantó a la bancada republicana y provocó una amplia sonrisa sarcástica de la representante por el distrito 14 de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, que ha sido duramente criticada por sus ideas socialistas.
La Casa Blanca elaboró en octubre pasado un informe en el que alertó de que el socialismo está viviendo un regreso al discurso político estadounidense y criticó sus efectos económicos.
"Coincidiendo con el 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx, el socialismo está viviendo un regreso en el discurso político estadounidense. Propuestas políticas detalladas de autodenominados socialistas están ganando apoyo en el Congreso y entre mucho del electorado", indicó la Casa Blanca en un documento publicado semanas antes de las elecciones legislativas de noviembre pasado.
El documento, elaborado por el Consejo de Asesores Económicos (CEA, en sus siglas en inglés) del Gobierno de EE.UU., llevó el título de "Los costes de oportunidad del socialismo".
Entre las propuestas que analizó está la sanidad pública universal, que aunque está lejos de formar parte del debate de la opinión pública empezó a ganar adeptos tras el impulso dado por progresistas como el senador Bernie Sanders, exaspirante a la candidatura demócrata en las elecciones presidenciales de 2016.
'Lo haré construir'
Durante su segundo discurso del Estado de la Unión desde su llegada a la Casa Blanca en enero de 2017, Trump dijo que hará construir el muro en la frontera con México, e indicó que su Administración ha enviado al Congreso una propuesta "de sentido común" para poner fin a la "crisis" en esa zona.
"En el pasado, la mayoría de las personas en esta sala votaron por un muro, pero el muro adecuado nunca se construyó. Lo haré construir", sentenció.
La disputa en el Congreso por los recursos para el muro fronterizo desencadenó el cierre parcial de la Administración gubernamental, que duró 35 días y que obligó a retrasar una semana el discurso del gobernante.
Trump aseguró que, mientras hablan, "grandes caravanas" de inmigrantes marchan hacia EEUU y advirtió de que ningún tema ilustra mejor la división entre la clase trabajadora y la clase política estadounidense que la "inmigración ilegal".
Según detalló, su propuesta al Congreso incluye asistencia humanitaria, más agentes de la ley, fortalecer los mecanismos para la detección de drogas y prevención del tráfico de niños.
Además, Trump volvió a arremeter contra los inmigrantes ilegales y advirtió de que "año tras año innumerables estadounidenses son asesinados por extranjeros ilegales criminales".
"La tolerancia para la inmigración ilegal no es compasiva, es cruel", subrayó, al tiempo que tildó de "salvaje" a la pandilla salvadoreña MS-13, de la que dijo que opera en 20 estados "y casi todos llegan" a EEUU a través de la frontera sur.
EEUU comenzó a aplicar oficialmente una política de "tolerancia cero" hacia la inmigración ilegal en abril pasado, cuando las autoridades comenzaron a procesar criminalmente a los adultos que llegaban irregularmente al país, lo que originó la separación de cerca de 3.000 menores de sus padres indocumentados.
En diciembre pasado, Washington anunció que devolvería a México a todos los migrantes que accediesen irregularmente por la frontera común, incluidos los solicitantes de asilo, a la espera de que se resuelvan sus casos; una medida que ha sido calificada de "unilateral" por parte de las autoridades mexicanas.
Entre otros asuntos, Trump dijo también este martes que tiene previsto reunirse con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, en Vietnam los días 27 y 28 de febrero. El presidente de EEUU también declaró que quiere acabar con la epidemia de sida en su país en un plazo de diez años y se refirió a la polémica entre demócratas y republicanos y la cuestión de lsa investigaciones de que es objeto: "Debemos rechazar las políticas de la venganza y abrazar la cooperación y el bien común".