Apenas horas después de que la estatal Unión Cuba Petróleo (CUPET) anunciara la enésima suspensión de la venta y distribución del gas licuado en el país, sin precisar la fecha de reanudación, un buque con ese combustible partió rumbo a la Isla desde República Dominicana.
De acuerdo con el sitio de seguimiento satelital Vessel Finder, el tanquero Pastorita, de bandera cubana y administrado por el conglomerado empresarial de los militares, GAESA, zarpó el lunes 3 de marzo de la terminal de gas Coastal Petroleum Dominicana, en San Pedro de Macorís, República Dominicana.
Jorge Piñón, investigador no residente del Instituto de Energía de la Universidad de Texas, indicó a DIARIO DE CUBA que "basado en su calado, el buque contiene aproximadamente 180.000 barriles de GLP (gas licuado de petróleo)".
"Vessel Finder indica que llegará al puerto de Santiago de Cuba el 5 de marzo. Podría cambiar de destino, pero por ahora muestra ese rumbo", destaca.
Además, otros dos buques que transportan gas a puertos cubanos, el Emilia y el Gas Exelero, se encuentran actualmente en el fondeadero de la bahía de Jagua, en Cienfuegos.
Precisa Piñón que el valor actual del gas en el punto de carga es de 37,80 dólares por barril, según los precios del puerto de Houston. Tomando ese valor como referencia, el cargamento del Pastorita costaría alrededor de 6.804.000 dólares.
No es la primera compra de gas licuado que hace La Habana en República Dominicana, donde en los últimos años ha realizado adquisiciones puntuales, al igual que en mercados vecinos como Jamaica. En diciembre de 2024, y antes en noviembre del propio año, el Pastorita hizo dos viajes desde Coastal Petroleum Dominicana, la mayor terminal de almacenamiento de gas del Caribe, hasta puertos cubanos.
Citando información de la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), Piñón señala que la demanda del periodo 2022-2023 en Cuba fue de 179,1 kilotoneladas de gas (kt, equivalentes a 1.000 toneladas métricas), mientras que la oferta habría sido de 215,0 kt.
De esa cifra, el 87% fueron importaciones y apenas el 13% producción nacional.
"Por el impacto de los apagones, el consumo del gas licuado ha aumentado en un 50% (de 119kt a 179kt) en los últimos diez años. Las importaciones también han aumentado en un 189% (de 65kt a 188kt). Estas, no solo por el aumento de la demanda, sino también por la bajada en la producción nacional", precisa.
Asimismo, "en los últimos seis meses (entre septiembre de 2024 y marzo de 2025) las importaciones de gas licuado le han supuesto a Cuba un aumento en los precios de un 39%: de 27.30 dólares a 37.80 dólares por barril", finaliza.
CUPET anunció el lunes que "en estos momentos está afectada la distribución y venta por déficit del producto hasta que se realice la próxima importación", pero no informó si el viaje del Pastorita es la adquisición necesaria para restablecer la venta del producto, imprescindible para decenas de miles de cubanos que cocinan con ese combustible, en medio de la grave crisis eléctrica que dificulta a la amplia mayoría recurrir a la cocción con electricidad.
Ante esa situación, los cubanos se ven obligados a recurrir a la leña o al carbón para elaborar la poca y cara comida que consiguen.
La empresa se limitó a asegurar que "desarrolla las gestiones pertinentes para restablecer el servicio lo antes posible" y que mantiene "el compromiso de informar oportunamente, a través de los canales oficiales, sobre el reinicio de la actividad comercial y los ciclos de compra a partir de la última fecha de adquisición".
El régimen cubano evita hacer públicas las importaciones de combustible y los embarques que realiza desde Venezuela, México y Rusia, sus principales proveedores. También culpa al embargo de Washington de la escasez de combustible en la Isla, que se ha visto agravada por el derrumbe de los envíos de Caracas, su aliado político.