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Opinión

Sin propiedad privada no hay país

Entre las urgencias de una Cuba libre está el rescate de la concepción de propiedad privada como institución natural, y no como la imposición que los socialistas del Gobierno y los socialistas que están contra el Gobierno creen que es.

Miami
Dos tipos de propiedad: carro restaurado y edificios en ruinas.
Dos tipos de propiedad: carro restaurado y edificios en ruinas. EPA

El instinto de propiedad privada precede al Homo Sapiens, en otras especies animales lo encontramos en su expresión más primaria como conductas de territorialidad y acaparamiento de recursos, mientras en nosotros, ha evolucionado hasta su articulación dentro de un corpus jurídico que pretende reducir la entropía dentro del caos que, para los humanos, significa vivir en sociedad.

La articulación legal sí es un hecho cultural y, de ahí, las diferencias abismales que, según época y lugar, se encuentran alrededor de la idea de posesión como acción individual —capitalismo— más o menos permanente, o como hecho comunal —socialismo— más relacionado con el uso de las cosas.

Y es precisamente gracias a que el instinto de propiedad ha eclosionado de manera distinta en esta o aquella sociedad, que puede estudiarse como correlacionan las diferentes articulaciones de propiedad privada con los derechos individuales y, de esa interacción, observar el resultado y aprender a que prosperidad puede aspirarse dentro del marco jurídico de propiedad establecido en cada cultura.

"Los ingleses mueren defendiendo sus propiedades", afirmaba Harold Bloom en The Western Canon (El canon occidental), refiriendo una cultura que, dentro y desde Occidente, moldeó la modernidad universal acunando los primeros estadios de la Revolución Industrial y de los derechos humanos. Lo que nos lleva a una reflexión sucinta pero con mucho significado: con raras excepciones, cuando se han enfrentado dos culturas, una donde se respeta legalmente la propiedad privada —Inglaterra, España, EEUU— y una donde se respeta mucho menos —África, América precolombina, URSS—,  la cultura donde impera la propiedad termina imponiéndose.

Puede afirmarse que en Cuba la propiedad privada fue sacrosanta hasta 1940, cuando un grupito de iluminados puso a la Isla a la vanguardia de esa versión aguada, aunque también dañina, del socialismo tolerante —al menos en apariencia— con la democracia. La Constitución aprobada ese año erosionó, mediante límites a la empresa y a la fuerza de trabajo, el concepto puro de propiedad privada, pretendiéndose que esa noción dejara de ser fundamento en la argamasa de la nación, para sustituirlo por ideas "progresistas" de "justicia" social basadas en intenciones que, en la realidad, siempre llevan a menos justicia y menos progreso, como tristemente demuestra la propia historia cubana.

No obstante, hasta 1958 la sociedad civil protegió y respetó la propiedad privada, y un Estado aún inmaduro rara vez la puso en riesgo como concepto, aunque sí participó en atropellos puntuales a los derechos de propiedad de algunos grupos y personas.

La concepción de propiedad desarrollada como parte vital de nuestra cultura fue, finalmente, cercenada en 1959 cuando, el país casi entero, en arrebato de histeria colectiva inducida por el mesianismo de un extremadamente perverso líder carismático, aplaudió el injerto de concepciones de propiedad totalmente ajenas a nuestro devenir histórico, como parte fundamental de las doctrinas comunistas abrazadas por Fidel Castro para perpetuarse en el poder.

Y, si en 1960 el país experimentó la expropiación masiva de propiedades productivas de gran tamaño, en 1968 el proceso de expropiación llegó al paroxismo con la prohibición de toda forma de propiedad privada con fines lucrativos. En aquel entonces, ningún otro país comunista había llegado tan lejos en materia de erradicación de la propiedad privada, y solo extremos genocidas como el Jemer Rojo o los Kim en Norcorea igualarían la locura estatalista que Fidel desató sobre Cuba.

¿Por qué la inmensa mayoría de los cubanos aceptaron tan radicales medidas, aun cuando históricamente no había ni ha existido economía próspera allí donde la propiedad privada no haya sido bien cultivada?

Lamentablemente, no se comprendía a nivel popular (¿se comprende ahora?) el rol de la propiedad para alinear los incentivos individuales dentro de las hipercomplejas y caóticas economías modernas que, sin derechos de propiedad, sencillamente no pueden existir. Mucho menos se entendía que de la existencia de propiedad privada dependían todos los derechos humanos básicos que, los enemigos de la libertad dicen defender para, taimadamente, dejar a la sociedad primero sin posesiones y luego sin derechos.

En el altar de una pretendida y pretenciosa lucha contra el imperialismo que sembró de cadáveres América Latina y Africa, Fidel Castro ofició el sacrificio de la propiedad privada en Cuba para, supuestamente, construir un futuro mejor que hace tiempo está claro que solo será mejor para una minoría parásita y algunos de sus cómplices.

Entre las urgencias de una Cuba libre está el rescate de la concepción de propiedad privada como institución natural y no como la imposición que los socialistas del Gobierno y los socialistas que están contra el Gobierno creen que es.

Este es un nudo gordiano que una oposición organizada podría comenzar a desatar demostrando fe en la propiedad y, por lo tanto, exhibiendo la decisión de que esta será restaurada como valor republicano. Siendo conscientes de que, para obtener los frutos de reintegrarnos en el mercado internacional, habrá que acumular legitimidad y credibilidad como Estado, lo cual requiere tiempo, disciplina fiscal y respeto por la propiedad privada.

Los regímenes irrespetuosos de la propiedad (habitualmente de espíritu socialista) tienden a igualar la ciudadanía hacia abajo (excepto, claro, la elite gobernante), mientras que los modelos que respetan y protegen la propiedad (aunque crean desigualdades debidas a los diferentes resultados empresariales) promueven la igualación hacia arriba que conocemos como desarrollo económico, y que es razón de que hoy el mundo sea mucho mejor que hace solo 200, 100 o 50 años… Excepto en Cuba, donde por no tener propiedad privada, nos hemos convertido en propiedad del Estado. O más bien, en una posesión más de los dueños del Estado.

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14 comentarios

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Profile picture for user Pedro Benitez

¿Enlazar a Edmundo González con los familiares de los presos en una campaña contra Tarak William Saab?
¿Que tipo de campaña? ¿Algún ciudadano con habilidades matemáticas/estadísticas para diseñar-armar un Indice?
-¿ (Index-Saab?): comienza el día después de las elecciones, toma en consideración el número de presos, y oscila con la edad de los niños vinculados a las familias de los presos.

https://diariodecuba.com/in…

Profile picture for user Pedro Benitez

¿Ideas para fomentar la propiedad privada?

¿Impulsar una carta-abierta-desde-la-ciudadanía a la dirección de GAESA advirtiendo la participación de lo ciudadanos cubanos en la propiedad privada?

Profile picture for user Pedro Benitez

¿Ideas para fomentar la propiedad privada?

¿Dirigirse por email a la Asamblea Nacional para notificar la intención y el deseo de validar la propiedad privada por parte de los ciudadanos cubanos?

Profile picture for user El Coyuntural

Excelente análisis.

Lo que ocurrió en Cuba ocurriría en cualquier otro país. Llega alguien de pronto y te dice que tu banco ha sido intervenido y cerró, que a partir de ahora no tienes que pagar más hipoteca, que la casa es tuya, el carro es tuyo, ya no tienes deudas. Pienso que cualquiera saltaría de alegría sin pensar demasiado en el futuro.

Profile picture for user Ana J. Faya

Buen artículo de Sanguinetti y Cruz.
La pregunta que se hacen los autores de "¿por qué la inmensa mayoría de los cubanos aceptaron tan radicales medidas...?, la responde usted en su comentario: Hubo importantes sectores de la sociedad que se vieron temporalmente beneficiados, amén de las circunstancias que llevaron al 68, de la sicología social imperante entonces, del dominio radical del grupo gobernante sobre la sociedad, y de la extirpación de las herramientas de autodefensa de aquella sociedad.

La revolución cubana desde su inicio fue pensada y estructurada para complacencia de los sectores más incapaces y acomplejados de la sociedad. No importa si el nivel de vida decrece por día, yo no tengo, pero nadie tiene; esa fue la consigna que la mayoría de los incapaces de superarse por su propio esfuerzo, acataron con beneplácito y contribuyeron con chivateria y envidia a acabar con las personas luchadoras que trataban de echar para alante, aunque fuera con un sillón de limpiabotas. Es por eso y aunque suene cruel, no siento pena por muchos de los ancianos de hoy, que hemos visto en muchos reportajes lamentándose de sus miserias, después de haberlo dado todo por la revolución.

Así es: aceptar la propiedad privada como el derecho al aire, al sol... Los autores son conscientes de tal derecho natural.

Profile picture for user Pedro Benitez

¿Ideas para fomentar la propiedad privada?

En lo concerniente al (esquema-de-nación) ¿qué dice la constitución estadounidense y la española con respecto a la propiedad privada?

“Entre las urgencias de una Cuba libre está el rescate de la concepción de propiedad privada”

Excelente esta clase magistral. Felicito al profesor Sanguinetty y a Rafaela Cruz

Profile picture for user JCAleman

Sin propiedad privada no hay país, pero hay campo de concentración y enriquecimiento de los bandidos en el poder, lo único que le interesa a una narco tiranía comunista.

“Sin azúcar no hay país” una frase cubana famosa antes de 1959.

Profile picture for user Don Carlitos

Y para qué quieren los castroeclavistas la existencia de propiedad privada en su plantación si los pobres e infelices esclavos no solo se contentan con la miseria, hambre y pobreza en que viven, sino que salen a desfilar a su favor y hasta los defienden en las redes jjj

Excelente,recuerdo los comentarios de mis abuelos cuando en la ofensiva revolucionaria le intervinieron un taller a una de sus amistades El infeliz se quitó la vida.Ya estaba en mirilla pues su hermano fue fusilado por oponerse a la barbarie verdeolivo.Pero ahí se ve el fruto esos que gritaron : " paredón" por estar agradecidos por recibir un inmueble en Centro Habana ,el Casco Histórico,Cerro .Ese lugar devino en solar y cuarteria .Muchos han ido abajo ,sus " revolucionarios " gritones que pedían cadalso ,ahora viviendo albergados por décadas esperando por su revolución.....