Ya que por las buenas los cubanos no quieren contribuir al presupuesto "más social" del mundo —¿será que no confían en la Revolución?—, en junio de 2022 la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) lanzó un Programa de Enfrentamiento al Incumplimiento y Evasión Fiscal, para exprimirle al pueblo hasta el último centavo… por el bien del pueblo, por supuesto.
En los cuatro meses siguientes, la ofensiva tributaria no había logrado recuperar ni un tercio de los 1.577 millones de pesos que la gente adeudaba al castrismo, para que este siguiera construyendo el socialismo y comprando los muy necesarios zapatos de más de 1.000 dólares que usa nuestra no-primera dama.
La cosa pintaba fea, de aproximadamente 450.000 personas que debieron pagar algún tipo de impuesto durante 2022, no habían efectuado pagos por Ventas y Servicios y/o por Ingresos Personales 338.200, y de estas, 34.094 ni siquiera habían presentado sus declaraciones juradas, actuando como si para ellos la ONAT, el futuro de la Revolución y el ajuar de doña Lis no tuviesen la menor importancia.
Además, como producto de las 26.732 compraventas de vehículos y viviendas efectuadas ese año, 6.017 compradores y 10.734 vendedores —el 30% de los participantes en estas transacciones— decidieron no pagarle al PCC el diezmo establecido. Para colmo, la ONAT detectó que de los 31 millones de pesos que 979 contribuyentes debían saldar vía banco, solo se habían recibido 16 millones.
Tan alto nivel de incumplimiento del deber fiscal no parece el típico incumplimiento normal en todos los países —son pocos los que disfrutan pagando impuestos— sino un signo claro de que los cubanos se resisten a continuar financiando los "logros" de la Revolución, quizás porque tras 65 años están hartos de darle su dinero a quienes tienen la salud, la educación, las carreteras, la inseguridad y todo lo demás hecho un desastre.
En este 2024, tras dos años del Programa de Enfrentamiento al Incumplimiento y Evasión Fiscal que, como sheriff de Nottingham —antagonista de Robin Hood que esquilmaba a los pobres para dárselo a los ricos—, ha multado a miles, decomisado a cientos y encarcelado a unos cuantos, la resistencia a colaborar con el castrismo sigue aumentando y, a dos meses de comenzada la presente campaña fiscal, todas las provincias tenían resultados inferiores a 2023 y había 19 municipios donde ni una sola persona había ido a pagar ni un solo impuesto, nada de nada.
En febrero pasado, Mary Blanca Ortega, jefa de la ONAT, declaró que para "esta fecha se esperaban obtener los mismos indicadores o superiores a igual período del año anterior, pero no ha sido así. En el impuesto sobre utilidades, de un potencial de 14.180 contribuyentes lo han hecho 4.217, un 29,7 %. En cuanto al impuesto sobre ingresos personales, de 462.445 personas obligadas a declarar, solo lo han hecho 58.936, un 12,7%".
En relación con los tributos del sector agropecuario, Ortega Barredo calificó de preocupante que, de 163.558 contribuyentes, solo 10.324 hubiesen pagado, con lo que a esa fecha existía más de un 90% de incumplimiento.
Solo un mes después, a principios de marzo, volvió a salir en la prensa esta alta funcionaria extremadamente angustiada, ahora urgiendo a cumplir con el fisco pues, a pocos días de cerrarse el plazo establecido, solo el 25% de las personas naturales habían declarado sus impuestos sobre ingresos personales, tónica que de mantenerse no sería grave, sino gravísima para el Gobierno.
Los tributos representan el 50% de los ingresos del presupuesto nacional, no recibirlos en tiempo y forma implica que el ya monstruoso déficit fiscal programado para 2024 —mayor en la historia de Cuba en un año sin pandemia y segundo mayor del mundo después del de Ucrania— será aún más grande de lo que se esperaba.
Dos dudas surgen. Primera: ¿Tendrá el Gobierno cubano suficiente dinero de verdad —dólares— para pagar la impresión del dinero inorgánico —pesos— que necesita el castrismo para continuar destruyendo la economía nacional? Segunda: ¿Cuánto tardarán en devaluar oficialmente ese peso con el que pagan salarios y pensiones de miseria, en al menos otro 100% —hasta 240 por dólar— lo que aún quedará lejos de los 500 o 600 pesos que costará el billete verde en el mercado informal a finales de este año?
Habla mucho el Gobierno de que el imperialismo bloquea a Cuba, y hablamos mucho nosotros de que el verdadero bloqueo es el del castrismo al pueblo; sin embargo, poco se menciona el bloqueo del pueblo a un Estado que tras 65 años no es capaz de garantizar un pan para cada cubano, pero sí una MIPYME para cada miembro del Comité Central. ¿No es acaso esto una huelga, una resistencia activa al poder castrista?
La resistencia al Gobierno ya no es solo robar todo lo que pueda ser robado de empresas y hoteles que nadie cree sean "propiedad de todo el pueblo". Ahora, con creciente arrojo, los cubanos van haciendo cada vez más difícil para Raúl Castro y sus cómplices saquear al pueblo para costear la aburguesada vida de tanto socialista barrigón que demanda sacrificios que ni él ni su familia hacen.
Si el cubano de a pie no puede comer con su salario, ¿cómo se supone que va a poder pagar el impuesto revolucionario?
No es cuestión de sostener los servicios públicos, ya que no se sostendrían ni aunque el 100% de "contribuyentes" pagasen el 100% de sus ingresos, es cuestión que la "famiglia" no se robe el 100% del presupuesto público y privado.
Traducción al francés:
https://florealanar.wordpre…
Lo peor es un gobierno que cobra impuestos de miserables: bici-taxistas, carretilleros, forradores de botones, rellenadores de fosforeras, desmochadores de palmas… en fin, ciudadanos con ingresos que en cualquier otro lugar del mundo serian considerados no tributables
Esos impuestos que el gobierno no puede recaudar, terminan afectando los presupuestos de los hospitales y las escuelas. ¿Y los ancianos y su pensión-de-inflación? ¿Puede China montar máquinas de diálisis en un avión y aterrizar en Cuba? Además, eso de sostener el peso artificialmente por mandato del jefe, es una cuestión tribal. De ahí la necesidad de activar programas con énfasis en la construcción del carácter ciudadano; porque la transición desde un campamento con sobrevivientes a una sociedad moderna puede ser muy dolorosa. Especialmente, con tantos jóvenes en las cárceles y en el servicio militar y (sin habilidades para competir en el mercado laboral.).
Vedado, estamos de acuerdo en que lo que pueden estar recaudando esas organizaciones ( si merecen ser llamadas así) no da ni para comprar el pan de sus barrigones dirigentes, el hecho no es la cantidad que es irrisoria sino que precisamente por ser irrisoria y “ no buscarse problemas “los corderos siguen pagando. Dejar de pagarlas, aunque no trae ninguna consecuencia económica, si constituye una forma de protesta en sí. Yo lo hice a finales de los 80 y hasta que me fui de Cuba en 1993 y no fui preso por ese motivo, de que me señalé si ese precisamente era el mensaje que quería dar.
100 por ciento de acuerdo estimada Ana
En un Estado disfuncional como el cubano, donde la sociedad anda manga por hombro y no le profesa respeto alguno a las instituciones, no se puede esperar que los contribuyentes paguen en regla sus impuestos. Es cierto que no pagar impuestos se ve en cualquier sociedad, solo que en la cubana es parte del caos existente. Pienso que no es una protesta consciente, ojalá lo fuera.
No creo que esto sea una forma de protesta intencionada, a nadie ni en Cuba, ni en ninguna parte del mundo, le agrada pagar impuestos aún cuando estemos conscientes de que son necesarios. Todos queremos pagar menos aún en países donde se ve a donde va a parar ese dinero, no lo asocio con una forma de protesta o rebeldía, sino como una forma de evasión. Como protesta puedo ver el no pagar CDR, FMC, CTC y cuanta organización gubernamental existen en Cuba y que por miedo a señalarse los corderos siguen pagando aún cuando estén esperando por un parole u otra forma de salida del infierno. Definitivamente esto no es una protesta silenciosa, es una muestra de la asfixia en que se encuentra la mayoría del pueblo que no sabe ya que inventar para sobrevivir
CDR y otros no van a dar estadisticas de los que pagan o no, baste saber que los CDR al menos estan en via de extincion, no existen y ctc pagaran los empleados gubernamentales que son bien pocos. Todos esas organizaciones parasitas viven del presupuesto nacional, ninguno se mantiene con esos cobros.
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