Solo el 25% de los contribuyentes cubanos ha presentado la declaración de impuestos sobre ingresos personales, desde que arrancó la campaña en enero, informó la jefa de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), Mary Blanca Ortega Barredo. De las palabras de la funcionaria se deduce que los incumplidores serán los responsables de la falta de inversión estatal en los programas de Salud Pública, Educación, Asistencia Social, Deporte y Cultura en 2024.
El número de personas naturales llamadas a hacer la declaración de impuestos sobre sus ingresos personales asciende a 464.946. De ellas, solo 116.416 lo han hecho, para un 25%, según las cifras de la ONAT, citadas por el portal oficial Cubadebate.
Ortega Barredo dijo, según el medio estatal, que los montos correspondientes al pago de tributos son "la principal fuente de ingresos del Presupuesto del Estado" y señaló que para 2024 "se planificó recaudar 338.999 millones de pesos provenientes de impuestos, tasas y contribuciones y otros aportes no tributarios".
"Todos permiten garantizar el sostenimiento y desarrollo de programas sociales tan importantes como Salud Pública, la Educación, la Asistencia Social, el Deporte y la Cultura", citó Cubadebate a la jefa de la ONAT.
"De ahí la necesidad de que cada contribuyente tanto natural como jurídico cumpla con su deber cívico de aportar y hacerlo bien, en la cuantía, términos y condiciones establecidas, para que se puedan captar esos ingresos", subrayó la funcionaria.
No obstante, el Estado cubano no ha carecido de presupuesto para invertir en la construcción de hoteles e infraestructura turística, pese a la baja ocupación, como demuestran las cifras publicadas por la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
En 2023 la inversión pegó un salto de casi 10.000 millones de pesos en Cuba, pero no fue para mejorar la Salud Pública, tampoco para impulsar la producción agropecuaria y aliviar el hambre.
La inversión en Hoteles y Restaurantes creció casi un 120% mientras que Salud Pública disminuyó en un 30%. Lo empleado para este sector se duplicó en 2023, cuando se gastó en ello más del doble de lo que se dedica a Agricultura, Ganadería y Silvicultura (solo 1.855 millones de pesos) en un país sin comida y cuyos precios son los que fundamentalmente promueven la inflación.
La mayor parte de los cubanos que deben presentar la Declaración Jurada sobre sus ingresos son "trabajadores por cuenta propia", de acuerdo con Ortega Barredo. En total son 420.090, pero solo el 25,5% ha cumplido su obligación con el fisco.
Los mayores incumplimientos se presentan en el sector agropecuario, donde menos del 10% habría presentado la declaración. De un potencial de 163.092 contribuyentes, solo 31.193 cumplieron su obligación con el fisco, según la ONAT.
El otro sector que "preocupa", de acuerdo con Ortega Barredo, es el artístico, pues de los 37.323 artistas registrados, solo el 18% entregó la declaración.
La situación más favorable es la de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, los diseñadores y el personal de sucursales extranjeras.
Todas las provincias, así como el Municipio Especial Isla de la Juventud, tienen resultados inferiores a los del año pasado. En peor situación están La Habana, Cienfuegos, Camagüey, Las Tunas, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
La Campaña de Declaración Jurada y pago de tributos 2024 comenzó el 7 de enero. Ya entonces, el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, ató tácitamente el cumplimiento de los programas sociales, cuyo retroceso en Cuba es evidente, al pago de los impuestos por parte de los contribuyentes.
"El pago de impuestos es la principal fuente del Presupuesto del Estado que garantiza el desarrollo de programas sociales", citó Granma al ministro hace dos meses.
El retroceso de esos programas se hizo más evidente en 2023 en las demandas de mujeres cubanas que protagonizaron varias protestas. Entre esas manifestaciones sobresalieron la de las madres que exigieron agua y comida en Maisí, Guantánamo, en octubre, y la de madres de niños enfermos ante el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), en noviembre.
El ministro también señaló entonces que la de 2024 debía ser "una campaña que muestre resultados superiores a los alcanzados en 2023, tanto por las personas naturales como por las jurídicas de los sectores estatal y no estatal, a la hora de ejercer su deber fiscal".
En diciembre de 2023, el Consejo de Estado de Cuba aprobó un déficit fiscal para 2023 mayor que el que permitía la Ley 157 "Del Presupuesto del Estado para el año 2023" de 2022. El ajuste tiene una incidencia en el importe de la deuda pública.
En noviembre, al intervenir en el programa televisivo Mesa Redonda, Regueiro Ale dijo que el déficit fiscal en Cuba en 2023 sería de un 22% e intentó culpar de la situación a los impagos de impuestos por parte del sector no estatal.
En un artículo publicado en DIARIO DE CUBA, la economista y columnista Rafaela Cruz demostró que el Gobierno es el responsable de ese déficit.
"La realidad, como admite el propio Vladimir Regueiro, es que para cerrar el agujero presupuestario el Gobierno tuvo que 'recurrir al endeudamiento mediante la emisión de bonos soberanos de la República de Cuba y captar recursos a través del sistema bancario', lo que es un modo enrevesado de reconocer que emitieron deuda sin respaldo, causa fundamental de la inflación en Cuba", señaló la economista al analizar la intervención del ministro de Finanzas y Precios.
"Esto, como también reconoce el ministro, 'se traduce en un impuesto, es el crecimiento que tienen los precios de los productos que afectan más a las personas de menores ingresos, y que es regresivo', apuntó.
"El castrismo se sabe causante de la inflación y, además, sabe que ese aumento generalizado de precios es lo que más está dañando a la población cubana, pero, por supuesto, no reconoce su culpa, sino que lleva tiempo responsabilizando de ese fenómeno a factores externos —guerra en Ucrania, Covid, embargo, Trump—, y ahora quiere sumar a su lista de culpables a quienes incumplen con el fisco", concluyó Cruz.
