Back to top
Opinión

El castrismo está forzando otra estampida migratoria

Para ello apuesta por mayor inflación y mayor pobreza.

La Habana
Un cubano buscando en la basura en La Habana.
Un cubano buscando en la basura en La Habana. Diario de Cuba

Las cuentas públicas cubanas están fuera de control desde mucho antes de que apareciese el Covid-19, el "recrudecimiento del bloqueo" o la invasión rusa a Ucrania, shocks externos a los que el Gobierno culpa de la situación actual.

Hasta 2015 el déficit fiscal medio rondaba el 3%, pero ese año se duplicó y desde entonces, e incluyendo la proyección oficial para 2024, se ha pasado a una media de déficit fiscal superior al 11%, con lo que solo en los últimos diez años el castrismo ha acumulado una deuda superior al 100% del PIB que, en gran medida, ha monetizado provocando una terrible inflación.

Aun sin aceptar la responsabilidad del Gobierno, el primer ministro, Manuel Marrero, presentó en diciembre pasado un peculiar "plan de estabilización macroeconómica" que pivota sobre un aumento de precios a productos básicos monopolizados por el Estado que, por su naturaleza transversal —combustibles, electricidad, agua, transporte—, inevitablemente harán aumentar todos los precios de la economía.

En pocas palabras, el plan castrista consiste en subir precios e impuestos para que el Estado ingrese más y equilibre sus cuentas, con lo que no tendría que volver a emitir moneda inorgánica y, eventualmente, manteniendo estable la masa monetaria y enfriando la velocidad del dinero, se reduciría la inflación.

Pero tal carambola —¿en serio no había otra manera de controlar la inflación que generando más inflación?— tiene tres problemas obvios.

El primero es de índole moral, principalmente para un Gobierno que se dice socialista y, por lo tanto, se supone que —aunque la historia no demuestra ese supuesto— defiende el interés de los más débiles.

Y es que para controlar la inflación subiendo precios se necesita excluir del mercado a los consumidores marginalmente más pobres, quienes dejarán de consumir porque sencillamente no tendrán con qué pagar, haciendo que la demanda se concentre y estabilice en el estrato más pudiente. ¿No es esto la definición misma de iniquidad social, aquello contra lo que se supone lucha el socialismo?

Parece que el Gobierno de la igualdad, ese "con el compromiso de no dejar nunca a nadie detrás", está listo para dejar ya no detrás, sino directamente fuera de la escena, a los cubanos más pobres, fomentando la desigualdad de consumo que es la desigualdad más extrema posible.

El segundo y mayor problema de este plan es su dudosa factibilidad, pues su éxito depende no solo de un desplazamiento y concentración de la demanda, sino de que el consumo global futuro sea inferior al actual, es decir, que aunque se pague unitariamente más caro un litro de gasolina —por ejemplo—, se vendan en total menos litros, lo que redundará en una demanda global inferior y, a menos demanda, menor inflación.

La lógica del plan es que como a mayores precios debe haber menos consumo, subir los precios forzará el ahorro reduciendo la demanda presente, lo que a largo plazo calmaría la inflación. Esta idea se refleja, por ejemplo, en la asociación que muchos economistas hacen entre la estabilidad monetaria de los países asiáticos y sus altos niveles de ahorro.

El problema, sin embargo, estriba en la inexistente capacidad de los cubanos para ahorrar, ya no por cuestiones idiosincráticas o culturales, sino por estar ahora mismo en niveles de gasto tan reducido que difícilmente podrán consumir menos de lo que ya hacen sin que haya un ajuste poblacional, es decir, haciendo que sobre gente bajo esas condiciones de mercado.

Además, contrario al ahorro asiático, que queda en manos privadas como activo de cada trabajador-ahorrador-inversor, el plan castrista pretende estatalizar ese nuevo ahorro forzado por precios más altos, aumentando así los ingresos estatales a costa de reducir la capacidad de consumo e inversión privada.

Pero no es ni lógico ni creíble que la solución a los problemas causados por un Estado hipercentralizado sea transferir aún más recursos de los ciudadanos al Estado, muy al contrario, pues ello conspira contra la productividad que es la verdadera clave para salir de la crisis.

El tercer problema de este plan es que se desentiende de la inflación presente para supuestamente controlar la inflación futura, con lo que, incluso si eventualmente se lograra estabilidad monetaria, cuando eso suceda el país tendría un nivel de precios muy superior al actual, lo que implica que hasta ese entonces continuará corroyéndose el poder adquisitivo de los cubanos, es decir, los seguiría empobreciendo.

¿Cómo es posible que con lo que se está viviendo en Cuba el Gobierno apueste por mayor inflación, mayor pobreza? La única respuesta racional es que están forzando otra ola migratoria porque, aun habiendo expulsado a más de 600.000 cubanos en los últimos tres años, el ingreso del país por remesa ha caído drásticamente, según un estudio de Cuba Siglo 21.

Para el castrismo, cada cubano que emigra es un problema menos y, si deja familia detrás, se convierte en un potencial cajero automático (ATM), cuya clave de acceso es la miseria de sus seres queridos. Un país de viejos cansados mantenidos desde Miami, parece ser el ideal de una Revolución vieja, que no se cansa de ser mantenida.
 

Más información

12 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

¿Seguro que no hay una Sudáfrica que pueda preparar una reclamación por el genocidio cubano ante el tribunal de la Haya?

El último, que apague la farola, please!😀

Como se observa, así medio destruido como está, el Sr. Díaz Canel, enfermo de una dolencia galopante, que puede llevarlo en cualquier momento a tener que dejar la cumbre del poder a medias que obtuvo por designacion, Se encuentra dando giras de político, que representa a un sistema agotado materialmente y en bancarrota moral, lo que no es más que otro intento del Castrofascismo de explicar la teoría del Big Bang, pero con argumentos que sólo sirven para convencer al que los escucha que el socialismo, el comunismo y el Castrofascismo, son inviables y que es por esas razones que Batman casi perdió frente al super villano Pinguino. Algo así más o menos es lo que intenta explicar el personaje que interpreta Canel al hablar en términos económicos que no tienen nada que ver con la realidad mágica que intentan vender. Todo consiste en mantenerse hasta la explosión o que la Parca cargue con el.

Profile picture for user cubano libre

En Cuba hay una huelga de brazos caídos desde hace 65 años, hubo alguna producción cuándo “vinculaban” al obrero y ganaba un poco más, los Castro hasta tuvieron que traer obreros hindúes porque los “arañiles” cubanos se lo robaban todo, el campo no produce por tanto robo y la pérdida de incentivos económicos del guajiro, al abrir la válvula de escape a los Castro le trae dinero, si las remesas han bajado es por la economía de Biden y no por conciencia de libertad, ni la cabeza de un guanajo, en tres años esos 600 mil regresarán a pasear y llevar dólares a la Dictadura, el pueblo cubano en Cuba es un estorbo porque todas las “plazas” de tracatanes, chivatos y sirvientes ya están ocupadas.

Coincido con JC.

Eso sería creerlos demasiado inteligentes. En cuestiones económicas el castrismo da palos de ciego tratando de sostenerse en la cuerda floja, y lo han logrado, hasta ahora. Pero esta vez se ven más solos que nunca, el mundo no está para ocuparse del marabusal que es Cuba. Si el exilio sigue tomando conciencia respecto a las remesas esto, con paquetazo y todo, se va a poner bien feo.

No creo que la intención del gobierno sea provocar más emigración, por más irracionales que sean las medidas que muchas veces toman en la dirección del país, creo que lo hacen, más por desesperación como el boxeador perdido buscando un golpe de suerte. Hasta la estupidez tiene su límite y ellos deben entender que vaciar el país no es la solución más aún, cuando a diferencia de migraciones anteriores como el Mariel o la crisis de los balseros del 94 la mayoría de los emigrados hoy son precisamente los receptores de remesas , muchos profesionales y emprendedores ,que no podrán ser emisores de remesas hasta que no se estabilicen y eso coge tiempo del que el gobierno no dispone. La emigración les conviene más desde el punto de vista político por quitarse de encima a potenciales opositores (a enemigo que huye, puente de plata),que por los beneficios económicos que les pueden traer en el largo plazo; ellos nunca se han caracterizado por tener “luz larga “.

Una amiga de un conocido mío se puso a bailar en un gogo tran pronto llegó vía Nicaragua después de vender el auto de su finado padre.Pocos meses después trajo a sus hijos y padres de la 3ra edad que se los cuidaban.Eso son remesas y recargas que dejan de entrar.El régimen fascista verdeolivo se disparó en su pie en su afán de divisa fuerte, pues ya no posee rehenes a que se la envíen.Dudo que algún ilegal cubano que deba pagar renta ,seguro de auto,celular,alimentación,el auto,pueda enviar algo.Muchos que están bajo el techo de un familiar o amigo han sido enviados a la calle por no aportar nada.Van inmediatamente a las oficinas de welfare por bonos de comida y una mísera ayuda económica.Hay varios que viven en la calle o el auto.Veremos cuando algunos pierdan el juicio de inmigración y sean devueltos al que los envió. Estamos en año electoral y el votante USA no quiere invasores y los demócRatas no quieren perder...

Profile picture for user JCAleman

Rafaela, la unica apuesta que tiene el cartel de Punto Cero es la Opcion Cero, o sea, la del exterminio.

Los gansteres totalitarios necesitan menos de 1 millon de cubanos jovenes para trabajar en sus hoteles, en la agricultura que los abastece, en la industria niquelifera, en algunos servicios basicos y en los organos represivos.

Por lo tanto, descontando los cada vez menos que puedan pagar el salvo conducto via Nicaragua, entre 9 y 10 millones de subyugados, especialmente ancianos, son un lastre para el regimen y serian fuertemente reducidos por el hambre, la insalubridad, la delincuencia, la escasez, los derrumbes y los palos.

Muchos cubanos aun no se dan cuenta que los verdugos del campo de concentracion han entrado en una fase de exterminio.

No estoy siguiendo la lógica. Si, después de que 600,000 personas se fueron, las remesas disminuyen, ¿por qué más personas que se van cambiarían eso? Si acaso, los emigrantes son financiados por familiares que ya no enviarán remesas a Cuba si se reúnen en el extranjero. Otra cosa es que las remesas no sustituyen el trabajo humano. Se necesita mano de obra para mantener funcionando la red eléctrica, cultivar alimentos, etc., las funciones más críticas. Un país de personas mayores no puede mantenerse sin una fuerza laboral productiva, sin importar cuántas remesas se envíen. No entiendo la lógica de este cálculo, excepto para externalizar el descontento, pero después de que 600,000 personas se han ido, la cantidad de apoyo que el régimen recibe es aún menor que hace dos años. No veo esto como una forma de hacer una transición elegante hacia una Cuba en envejecimiento. Como muchas decisiones erróneas del régimen, puedo ver que esto les explote en la cara. Asegura que su fin sea inevitable.

Profile picture for user cubano libre

Hace un buen rato el régimen sacó la cuenta y el pueblo les apesta, no producen ni un boniato, y hay que alimentarlos, recogerles la basura, alumbrarlos, mantenerlos dentro de su realengo, los Castro cayeron en cuenta que el pueblo es más productivo al emigrar porque generan las “remesas”, se convierten en un turista co-dependiente, por lo qué se llenan los bolsillos de dólares acabados de imprimir; sin tener en cuenta el negocio que les trae la partida del barracón de cada esclavo.
Taking care of business! Everyday.

¿Qué? ¿Acaso las 600,000 personas que se han ido han facilitado alimentar a la población o mantener la limpieza de la basura? Todas esas cosas son aún peores ahora. Cuantas menos personas en edad de trabajar haya, mayor será el desafío para satisfacer las necesidades de las personas que quedan. Las remesas han disminuido a medida que aumenta el número de personas que se van. Todas esas cosas son observaciones objetivas. ¿De qué estás hablando?