Mientras varias empresas estatales de Ciego de Ávila acumulan pérdidas millonarias, en Camagüey una sobrecumple sus planes de captura y procesamiento de langosta para la exportación.
Según el reporte del periódico oficial Invasor, diez empresas estatales de Ciego de Ávila operaban con pérdidas al cierre de septiembre. Sin embargo, el citado medio califica de "buenas noticias" esa cifra porque a finales de 2022 había un veintena de entidades en ese estado. Además, ponderó el reporte, "Ciego de Ávila es de las provincias con menos organizaciones en esa situación".
La Empresa Avícola o entidades del sistema de la Agricultura son algunas de las más comprometidas. Las empresas agrícolas presentan pérdidas entre todas de alrededor de 25 millones de pesos. La directora de la Empresa Avícola, Leyda Martínez Arnáez, sabía desde inicios de año que concluiría 2023 con pérdidas, "porque la falta de piensos y el precio subsidiado del huevo han llevado a la bancarrota a su entidad", precisó el reporte.
Aunque la Empresa Avícola de Ciego de Ávila llegó a ser de las mejores en el país según Invasor, "el deterioro no ha hecho sino crecer, por lo que las pérdidas serán mayores de lo planificado".
Martínez dijo que se ha presentado un proyecto de encadenamiento con formas de gestión no estatal que "podría comenzar a revertir el estado de cosas". El rotativo avileño reconoció que las alianzas con empresas privadas "parece el camino para otras en igual circunstancia, toda vez que la asignación de divisas centralmente no da señales de mejoría".
Con ese panorama desolador en Ciego de Ávila contrastan los resultados de la Empresa Pesquera Industrial (EPISUR) del municipio camagüeyano Santa Cruz del Sur. El periódico oficial Adelante, señaló que esa entidad "guía las rutas del desarrollo en ese municipio, con importantes aportes de divisa al país, a través de la exportación de diferentes productos".
EPISUR se encuentra en temporada de pesca de langosta (de julio a febrero), y al cierre de octubre ya sobrecumplen el plan anual de captura. "Todo lo que logremos por encima será muy beneficioso para los indicadores económicos. Para la exportación nos centramos en tres tipos de modalidades: la cola (de langosta) cruda, la entera cruda y la entera precocinada", explicó Wilfredo Enrique Sinclair Alarcón, tecnólogo y jefe de brigada del área de procesamiento de la langosta.
"El procedimiento industrial marcha bien, somos trabajadores con mucha experiencia, la mayoría con más de 20 años acá. Cuando no hay langosta, hacemos otros procesos con pescado, pues estamos especializados en varios", dijo el Sinclair.
Además del crustáceo, EPISUR captura ejemplares de ostión, camarón, raya, pepino de mar, y diferentes especies de pescado. De ellas son exportables la biajaiba, el pargo, la rubia, la cubera y el caballerote.
Los resultados de EPISUR pudieran ser incluso mejores, pero el déficit de combustible los ha afectado. "Tuvimos que paralizar las embarcaciones del camarón marino, pues consumen demasiado diésel", dijo otro funcionario consultado por Adelante.
Otra dificultad de la industria recae en la escasez de materias primas como la harina y el aceite para los productos que más demanda la población: albóndigas, masa de hamburguesas y croquetas.
Mientras el régimen exporta langosta, los cubanos padecen hambre y aumentan las personas que mendigan o buscan comida en los contenedores de basura. El hecho de que EPISUR cumpla su meta de captura de langosta para exportar en 2023 contrasta con las explicaciones gubernamentales para la ausencia del pescado en la dieta de los cubanos.
Esas explicaciones han ido desde la falta de peces en las aguas cubanas hasta los más de 60 barcos que están parados en el país por falta de motor. En junio, la viceministra de la Industria Alimentaria, Mydalis Naranjo Blanco, dijo en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda que los mares que rodean la Isla no tienen peces suficientes para el consumo de los cubanos.
Poco más de una semana después, el Gobierno anunció la exportación de 94 toneladas de camarón rosado capturado en el mar Caribe, al sur Ciego de Ávila. Además, DIARIO DE CUBA encontró —a través del sitio Trading Economics y a la base de datos Comtrade de las Naciones Unidas, representativa de más del 99% del comercio mundial de mercancías— que, contrario a lo que dicen los funcionarios oficiales, sí hay producción pesquera en Cuba. Pero no para los habitantes de la Isla.
De acuerdo con las cifras oficiales de Canadá, ese país importó solo en 2022 productos de los mares cubanos por un valor de 9,44 millones de dólares, por debajo de los 11 millones de 2021 y de los casi 12 millones de 2019.