A principios de agosto el Financial Times reportó que, para no asustar sobre su situación económica, el Partido Comunista chino prohibió el uso del término deflación en aquel país, pues es ampliamente aceptado que las deflaciones —bajada general de precios— son eventos más dañinos que las inflaciones.
Allí donde las cosas se están abaratando, los agentes tienden a retraer consumo e inversión esperando mejores precios, una espera que tiene sentido individualmente, pero cuyo efecto agregado es que engendra precios aún más bajos por la falta de demanda, lo que incentiva a seguir esperando, algo que, en última instancia, lleva a un vaciamiento de los inventarios físicos de mercancías, sin que nadie se haya decidido a invertir en procesos productivos que repongan lo consumido.
Esta retroalimentación perversa conduce a floridas consecuencias económicas y financieras que, históricamente, se han asociado con las mayores depresiones registradas.
El economista Philipp Bagus, en su libro En defensa de la deflación, tiene una visión menos negativa de este proceso, distinguiendo entre dos deflaciones: la generada por el aumento de la productividad, como la ocurrida durante más de un siglo en Europa y Estados Unidos hasta la Primera Guerra Mundial, que es descrita como la forma de crecimiento económico más sana y deseable posible, y aquella otra deflación inducida por política monetaria, que es la que causa las temidas consecuencias antes señaladas.
¿Es difícil adivinar qué tipo de deflación está incubándose en Cuba? ¿Sorprende que hablemos de bajada de precios en el país donde todo es cada vez más caro?
Aunque el índice general de precios continúa subiendo, en el periodo junio-julio se nota un aplanamiento de la curva del IPC cubano, una tendencia que en los próximos meses se verá acentuada probablemente invirtiéndose el sentido de la gráfica —describiendo una deflación— si, como se teme y ya parece esté sucediendo, la demanda de inversión se reduce drásticamente debido al corralito-bancarización que está provocando una apreciación acelerada pero artificial del peso cubano.
Si el valor de la moneda cubana sube más rápido de lo que tardan en agotarse las reservas de productos de las MIPYMES, es inminente una deflación en Cuba generada desde el Gobierno, lo que causará la quiebra de muchos negocios y, principalmente, hará que se inhiban muchos proyectos empresariales que estaban en gestación, sobre todo los productivos, que en Cuba son menos del 20% de las MIPYMES aprobadas.
Entonces, esta deflación inducida por el castrismo puede equipararse a un proceso de exterminación de pequeños negocios verdaderamente privados, probablemente para dejar espacio para los empresarios conectados al régimen por separado o en asociación con oligarcas rusos. ¿Paranoia, exceso de imaginación? La revista económica rusa Прайм y la agencia estatal Ria Novosti confirman que desde Moscú llegaron orientaciones a la Habana para la bancarización forzada, origen de todo este proceso. Saque usted sus propias conclusiones.
Los rusos, además, proponen crear un Banco de Desarrollo que "multiplicará la capacidad de control del pago de impuestos, reducirá drásticamente la circulación de efectivo y conducirá a la desdolarización de la economía cubana. Además, la introducción de la plataforma creará una base para analizar la situación económica y controlar los precios". ¡Control! ¡Control!... Totalitarismo compartido entre La Habana y Moscú para que el próximo 11J no falte el gas pimienta y, quizás, algún carro de combate dado de baja en Ucrania, pero listo para atropellar "contrarrevolucionarios" en Cuba.
Sobra aclarar que la parte atractiva de la deflación —mayor poder de consumo para trabajadores y pensionistas— es un efecto cortoplacista que se revertirá cuando los bolos, luego de haber acomodado la economía cubana a su gusto, desembarquen con fuerza —nos referimos a los oligarcas, no al quebrado Estado ruso— en un mercado sin competencia alguna para, entre ellos y sus socios castristas, proceder a succionar cada dólar que produzca lo único de valor que le queda a Cuba, su emigración.
Si hasta hace poco el castrismo pensaba permitir cierta libertad económica en la Isla para crear un sistema de mercado controlado, parece que ha abandonado esa idea al percatarse de que por esa vía no atraería la capitalización urgente que necesita para sobrevivir, algo que sí parece espera obtener de los oligarcas rusos y, por ello, está el Gobierno cubano dando pasos que parecen esquizofrénicos, como la bancarización y la demora en la creación de más MIPYMES —la aprobación tarda hasta seis y siete—, pero que son pasos con perfecto sentido dentro del nuevo enfoque.
La bancarización, como elemento totalitario de control socioeconómico y proceso de aniquilación de MIPYMES, se inscribiría dentro de este cambio de rumbo para acondicionar el país para los nuevos amos eslavos y sus socios nacionales, quienes se han enriquecido estos últimos años gracias a que el castrismo privatizó de facto la alimentación del pueblo.
Quien haya visto el clásico cazavampiros Blade, recordará la última frase que el inmortal personaje pronuncia en ruso, "¿Te cojo en mal momento, camarada?". Y sí, los rusos cogieron al castrismo en su peor momento, así que esperan cosechar mangos bajitos. Mangos bajitos que somos nosotros aquí dentro, pero también ustedes allende los mares.
RUSIA tiene por lo menos un "defensor del pueblo empresarial ": Boris Titov.
Los cuentaprovistas y mipymeros cubanos están a expensas de la santa voluntad de homhres todopoderosos que tienen a la justicia, el parlamento, la constitución y el código penal como escoltas personales.
Como no teniamos suficiente con la mafia cubana ahora estan importando a la mafia rusa con aún "peor prensa" internacional.
Buen artículo aunque es bueno aclarar que no hay deflación en el campo de concentración ni la habrá por incremento productivo ni de oferta, es solo un espejismo transitorio que no detendrá la tendencia alcista del dólar y el euro, incluso aunque siga disminuyendo el circulante de pesos por la bancarizacion totalitaria.
No hay producción ni inversión que genere bienes y servicios en esa isla en ruinas de la que en una década se ha ido casi un millón de cubanos, en su mayoría jóvenes, así que esperen más inflación y escasez.
Yo no soy economista pero la lógica me dice que si la gente en Cuba se está muriendo de hambre (y lo está) no se puede dar el lujo de esperar a que los precios bajen más aún (cuando bajen) para comprar. Es pura supervivencia y solo por esto cualquier modelo económico es inoperante en Cuba. Aunque tal vez el artículo se refiere a compras de ropa, calzado, celulares, etc... de aquellos que reciben remesas, sería.
Este Gobierno cubano siempre en la maldad. La emigración será cada vez más en Cuba, pero todo tiene un tope, cuando los cubanos de afuera logren sacar de Cuba a sus verdaderos seres queridos, para los que trabajan en otros países, las remesas empezarán a bajar; todo es un problema de tiempo. Sólo quedarán en Cuba los que quieran o no puedan irse (que a excepción de los militares, cada vez serán menos); y a esos los de afuera, no se los van a echar encima; los viejos cada vez seremos menos, porque la Vida se va acabando. Y los militares que hoy defienden a ese mal gobierno con los dientes, van a ser los próximos esclavos de la élite. Ese día ya viene llegando, cómo dice Willy Chirino.
En términos espaciales la distancia que existe entre Cuba y Rusia, es un obstáculo, para esta, que tiene un rublo que cada día se desvaloriza y cuya producción de bienes y servicios se limitan al consumo interno, y conocido de sobra el tema de del tradicional incumplimiento de pagos, Las recetas Stolipynianas están en un limbo donde no se aprecian empresarios ansiosos por meterse a invertir en Cuba. Puede también suceder que la Academia Stolypin este haciendo un mero ejercicio académico con la maltrecha e irreparable Economía Castrista. Ese segundo asalto Ruso a Cuba, parece más bien un cuento de los que se hacen en las Isbas de las perdidas aldeas en los deshabitados campos de Rusia durante los acojonantes inviernos.
Felicidades a la autora, tremendo artículo.
La deflación se comporta como un ciclo negativo de “retroalimentación” económica. Sin embargo, la deflación en Cuba puede ser parcial, porque el sistema económico no agarra el control del mercado informal en su totalidad. El sistema económico cubano, sin precedentes en el planeta: la propiedad privada se concentra en el Estado, la oferta y la demanda responden a dos sistemas económicos que funcionan paralelamente, pero el sistema económico informal, en su conjunto, es suficientemente grande para resistir las presiones del sistema económico estatal.
Y compartirán los oligarcas verdeolivos su poder con la mafia rusa,se sabe que los bolos son poco honorables e insaciables,lo que no tuvo c.... para hacer el pueblo ,se lo puede hacer la mafia rusa..Pero sería ínteresante ver como m amenazan la seguridad de los americanos de nuevo a 90 millas,esta vez con drogas,tráfico de armas,extorsión...