El régimen de Cuba ratificó el miércoles ante sus acreedores del Club de París, uno de sus principales tenedores de deuda internacionales de La Habana, su promesa de que honrará sus compromisos financieros con esa entidad "a pesar de la aguda crisis económica que atraviesa el país".
De acuerdo con la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), que apenas ofreció detalles sobre las negociaciones, fue ese el principal mensaje que transmitió a los negociadores del Club llegados a la capital cubana el viceprimer ministro y titular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Ricardo Cabrisas.
Al encuentro asistió además Joaquín Alonso, ministro-presidente del Banco Central de Cuba.
William Roos y Fabien Bertho, copresidente y secretario del Club de París, respectivamente, cumplieron el miércoles la primera de dos sesiones de trabajo en La Habana, donde se reunieron con Cabrisas, que es quien se encarga de estas negociaciones desde hace años y fue el primer renegociador de la deuda externa cubana a nombre de Raúl Castro en 2015, después que Fidel Castro anunciara en 1986 que la suma global adquirida en préstamos por su régimen era "impagable e incobrable".
Cabrisas reiteró, como hace siempre el régimen que representa, que "la compleja situación económica y financiera de la Isla se ha agudizado por el recrudecimiento de las sanciones de Estados Unidos", indicó el reporte.
El funcionario agregó a ello la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo de Washington, "que obstaculiza el acceso de La Habana a fuentes de financiamiento e inversiones extranjeras", cuando el país, comentó, "necesita divisas para su desarrollo económico y social", así como para "cumplir sus obligaciones".
El viceprimer ministro cubano recordó que periódicamente se revisa el acuerdo firmado en 2015 con el Club de París para reordenar la deuda cubana a corto y mediano plazo con 14 Estados, entre ellos España, Francia y Japón.
Por este pacto se le condonó a La Habana 8.500 millones de dólares de una deuda total de 11.000 millones, con el compromiso de pagar en plazos el importe restante hasta 2023.
Sin embargo, el régimen de la Isla incumplió parcialmente sus obligaciones en 2019, y en 2020 se declaró incapaz de satisfacer el pago correspondiente.
Tras ello, La Habana solicitó una moratoria de dos años por un total de unos 200 millones en pagos atrasados al Club de París, que le otorgó un año de perdón, con la posibilidad de renegociar lo adeudado.
Roos dijo en declaraciones a medios oficiales que existe "comprensión" del Club de París hacia las dificultades que tiene La Habana, pero pidió "la mayor información posible" y propuso establecer un nuevo calendario, de acuerdo con la capacidad de pago de Cuba, para de esa manera trabajar de conjunto en encontrar una solución.
Los representantes del Club de París de visita en Cuba tienen previsto el jueves revisar la marcha de los proyectos de colaboración bilateral, con financiación de la Agencia Francesa de Desarrollo y el llamado Fondo Contravalor Franco-Cubano en las áreas de la biotecnología y del transporte.
Por ello, los visitantes recorrerán el Instituto Finlay de Vacunas y el Taller Ferroviario de Luyanó, en Diez de Octubre, ambos en la capital cubana, indicó la ACN.
En junio de 2022, el Gobierno de la Isla había ratificado su compromiso de cumplir con las obligaciones financieras en una reunión en la capital francesa con representantes de los 14 países acreedores miembros del Club, en la que se evaluó la marcha del reordenamiento de los pagos de la deuda, pactado el año anterior.
Pero en junio último, Miguel Díaz-Canel resucitó en París el pedido del difunto Fidel Castro de "una reforma de las instituciones financieras internacionales (…) que tenga en cuenta los legítimos intereses de los países en desarrollo", al intervenir en la Cumbre por un Nuevo Pacto Financiero Mundial.
En palabras de Díaz-Canel, tomando prestados términos reiterados en vida por el difunto dictador, "nuestros pueblos" son "laboratorios de recetas coloniales y de renovadas formas de dominación que emplean la deuda, la arquitectura financiera internacional actual y las medidas coercitivas unilaterales, para perpetuar el subdesarrollo e incrementar las arcas de unos pocos a expensas del Sur".
El gobernante tocó uno de los asuntos que el propio Fidel Castro esgrimía como pretexto para no saldar la creciente deuda externa del régimen.
"Son nuestros países los que han visto su deuda externa prácticamente duplicarse en los últimos diez años; los que han debido gastar 379.000 millones de dólares de sus reservas para defender sus monedas en 2022, casi el doble de la cantidad de nuevos Derechos Especiales de Giro (DEG) que les asignó el Fondo Monetario Internacional (FMI)", dijo.
A pesar de ello, La Habana tampoco honra la deuda que adquiere con sus aliados. La pasada semana, Moscú anunció la concesión de una prórroga hasta 2040 de los pagos de un préstamo para la construcción de una central eléctrica que nunca vio la luz, y sobre cuyo destino La Habana nunca ha rendido cuentas.
El régimen cubano debía pagar intereses de ese préstamo por un monto de aproximadamente 1,4 millones de euros. Inicialmente, esta cantidad debía pagarse antes del 28 de febrero de 2022, pero ahora fue diferida para que sea saldada el 15 de junio de 2025.
El monto de intereses que el régimen de la Isla debió pagar a partir del 1 de marzo del año pasado hasta finales de 2022, equivalente a unos 2,2 millones de euros, podrá comenzar a honrarse a partir del 15 de junio de 2028 y ser completado a mediados de diciembre de 2040, según el acuerdo.
En cuanto a la deuda principal, así como una serie de pagos diferidos e intereses capitalizados que La Habana debió pagar comenzando en enero de 2023, para ser honrada en su totalidad a finales de 2027, también fue desplazada a entre junio de 2028 a diciembre de 2040. Estos serían pagos semestrales, aunque la nota no indica a cuánto ascienden.
Además, según el documento, ahora la devolución del préstamo se hará en rublos, pues anteriormente se trataba de una suma en euros.
Todo lo anterior ocurre en medio del proceso judicial que enfrenta La Habana ante la sala Comercial del Tribunal Superior de Londres en un caso contra el Banco Nacional de Cuba (BNC) por una deuda de 72 millones de euros que le reclama el fondo de inversión privado CRF I.
CRF I, creado a raíz de que Raúl Castro comenzó a renegociar la deuda externa cubana, tiene una cartera de bonos que en 2017 ascendía a 1.200 millones de euros (1.300 millones de dólares al cambio actual), de los que ha empezado a reclamar una parte por la vía judicial.
A la par, el Banco Industrial y Comercial de China, a través del ICBC Standard Bank de Londres, avanza en otro proceso judicial contra La Habana por aproximadamente 1.100 millones de euros.
La deuda externa de La Habana, una cifra que no se da a conocer oficialmente desde 2020, ascendería hasta esa fecha a 18.284 millones de pesos, el 17,7% del PIB nacional, según la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
Los europeos perdiendo tiempo. Y ellos lo saben. Cuando tomaron el avión de regreso se estaban riendo entre ellos., “le viste la cara de mentiroso a Cabrisas.”
Sigan creyendo que van a recibir un mango, con que se sienta la cucaracha, mejor cuerdísima embajadas y retornen a sus países que ese es un estado fallido y nunca les pagará nada a nadie.
A los mejor les sueltan algo de lo comprado con el dinero cubano que no sacan los cajeros, o piensan que la " bancarizacion " fue para recoger el efectivo en circulación por la inflación galopante....
¿El "Club de París" comprende las dificultades de Cuba?
Mejor se las explico yo: "A los Castro no le sale de los pendejos pagar".
Se acostumbraron a vivir "a gastos pagados" y ellos siguen a "lo suyo".