EEUU se consolida como el mayor suministrador del pollo que se come en Cuba

Las compras de carne de pollo del Gobierno de Cuba en EEUU en junio último volvieron a convertirse en el mayor parte del volumen de la cesta de adquisiciones de la Isla en su vecino del norte, donde cada mes compra decenas de millones de dólares en diversos tipos de productos alimenticios y agrícolas.

De acuerdo con datos publicados por el economista cubano Pedro Monreal en Twitter, tomados de los registros de exportaciones del Departamento de Agricultura de EEUU, La Habana adquirió durante el sexto mes del actual año 27.631,8 toneladas de ese alimento, por valor de 32.840.000 dólares.

"Las exportaciones de carne de pollo de EEUU a Cuba registraron en junio de 2023 un salto de 44,7% en valor y un crecimiento de 9,3% en las toneladas. La asimetría se debió a un aumento de 33,7% en el valor unitario" por kilogramo, indicó Monreal.

Según el experto, las importaciones del producto, el principal cárnico al que tienen acceso los cubanos, es oscilante, pues experimentan aumentos y descensos constantes. Pero, aclaró, "en el largo plazo evidencian una creciente dependencia importadora cubana" de ese alimento.

"El valor del kilogramo de pollo de EEUU exportado a Cuba en junio de 2023 (1,19USD) tuvo un notable aumento mensual de 33,7% respecto al mes anterior (0,89USD)", en referencia al valor en el puerto de embarque.

Las cifras citadas por Monreal incluyen todas las compras realizadas tanto por el Estado como por las MIPYMES, que adquieren cantidades del producto que luego son vendidas al por menor en sus mercados.

Pese a estos números, llama la atención que las autoridades ni siquiera sean capaces de cumplir con las entregas de carne de pollo que distribuyen por la cartilla de racionamiento. 

Por ejemplo, la pasada semana el Gobierno de La Habana anunció que durante los primeros días de agosto las bodegas que venden los alimentos de la denominada canasta básica, que mal alimentan durante si acaso una semana, comenzarían la venta del pollo pendiente del mes de julio.

Se ha vuelto común que la prensa oficial cubana reporte la entrega incompleta de las ínfimas cantidades de alimentos que el Gobierno reparte por la libreta de racionamiento, con productos que se distribuyen fraccionados o llegan hasta dos meses después de la fecha en que debieron venderse.

Asimismo, en Sancti Spíritus, los funcionarios de Comercio indicaron que en agosto se vendería el pollo pendiente de julio y a partir de fines de mes estaría disponible el del octavo mes del año.

La crisis económica que vive Cuba, que ya importa alrededor del 80% de los alimentos que consumen los habitantes del país, ha hecho que La Habana dependa de la llegada de barcos y envíos para satisfacer las entregas racionadas.

Sin embargo, en las tiendas en dólares de los militares se encuentran muchos de esos productos y otros, pero a precios impagables por la mayoría de los cubanos. También en los hoteles para el turismo extranjero abunda toda clase de alimentos. La mayoría de ellos, también importados. No se conoce que en esos sitios existan los atrasos que sí sufre la gente normal que con su trabajo sostiene el país.