El tabaco, uno de los renglones económicos más importantes de Cuba, ha sufrido daños significativos —mayores que los reconocidos por el Gobierno— debido al impacto de las excesivas lluvias de los últimos días, que fueron acompañadas en ocasiones por rachas fuertes de viento en las regiones central y occidental del país, especialmente en Pinar del Río, que concentra el mayor volumen productivo.
Según datos publicados por la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), el lunes 6 de junio ya se estiman "poco más de 30 toneladas dañadas" de tabaco, tan solo en el municipio de San Luis.
El martes, el diario oficial Granma reportaba afectaciones en 443 toneladas de tabaco recolectadas en Pinar del Río; 17,5 toneladas habían sido declaradas "como perdidas" y el resto con "algún daño". No obstante, el periódico del Partido Comunista minimizaba los perjuicios totales, afirmando que son menos del 1% de la hoja preservada en Vueltabajo.
Pinar del Río produce cerca de 20.000 toneladas de tabaco, dos tercios de la producción nacional, pero el 80% de toda esa producción está aún sin acopiar. Es decir, en manos de los productores y, por consiguiente, más expuesto a los perjuicios del exceso de humedad.
Lamentablemente, los efectos negativos de la exposición del tabaco al exceso de humedad no concluyen con el cese de las lluvias y el retorno a niveles normales de humedad relativa, pues las hojas quedan en gran medida infectadas por hongos que continúan proliferando sin poderse evitar. En tales circunstancias, suelen aparecer también manchas en las hojas que afectan su calidad. Todo ello disminuye su valor económico y eso cae sobre los hombros de los campesinos.
Para las Empresas de Acopio y Beneficio del Tabaco, mientras no esté "podrida", la cosecha sigue teniendo valor comercial. Sin embargo, el hecho de que un volumen significativo de la hoja baje de calidad afecta la fabricación de puros, que es el producto más lucrativo.
Sin lugar a dudas, será en los bolsillos de los productores donde se van a sentir las pérdidas directamente, al no contar con un servicio de aseguradora eficaz, dinámico y competitivo. Al bajar la calidad de sus producciones, lo hará también el precio que les pagará Tabacuba.
Satisfecho por las labores de protección hechas por los productores para evitar daños aún mayores, José Ángel Ortega, máximo directivo de Tabacuba en San Luis, expresó a la ACN que "se tienen afectaciones, pero se pueden minimizar mediante el aprovechamiento de la totalidad del tabaco".
En Pinar del Río se reportaron también daños a la infraestructura, como la casa de cura del campesino Juan Carlos Álvarez, de Las Cruces, San Luis, quien ya cuenta con la promesa de la empresa estatal de asegurarle "los recursos para su reconstrucción".
Basta tener un mínimo de conocimiento sobre el manejo del tabaco para estimar que, habiendo estado expuesto a alta humedad por varios días consecutivos el 80% del tabaco en Pinar del Río, el cual representa más del 50% de la producción nacional, al menos un tercio del total habría sufrido daños por hongos o podredumbre en mayor o menor grado, lo cual, en el mejor de los escenarios, significa una merma importante en la selección de capas para puros de exportación.
Este evento meteorológico desastroso y el reciente incendio en el que se perdieron 30 toneladas de tabaco y más 4.000 cujes, también para la selección de "capas de exportación", se suman a la reducción en un 10% de las áreas plantadas en el país por falta de insumos, a la disminución no planificada en áreas sembradas y a la menor calidad de la cosecha por insatisfacciones de los productores y falta de recursos. Con este panorama, es previsible una baja mucho mayor en los resultados productivos de Tabacuba en esta campaña 2021-2022 en fase de acopio, selección y manufactura.
El tabaco es el cuarto rubro de la economía cubana y, como lucrativo negocio, es controlado férreamente por el monopolio estatal Tabacuba, la versión "revolucionaria" del llamado "estanco del tabaco" que ejercía la metrópoli española con los productores de la Isla durante la época colonial.
Su sucursal comercializadora hacia el exterior, Habanos .S.A, recientemente divulgó los datos de sus ventas del año pasado, que alcanzaron un valor de 569 millones de dólares, lo que representó un incremento del 15%.
Tras las lluvias de estos días, Habanos S.A. vería amenazada la posibilidad de mantener —muchos menos superar— los resultados económicos de 2021 en sus ventas en divisas. Ni siquiera a costa de continuar desabasteciendo el mercado interno de cigarros y tabacos para compensar las bajas productivas sucesivas, y crear más molestias al ya por muy agobiado pueblo cubano, porque no sería suficiente.