Uno de los posibles caminos hacia la democracia en Cuba —probablemente el menos violento— transita por la economía. La ecuación es simple: la libertad económica engendra prosperidad, y a la larga, fomentaría una sociedad civil con demandas políticas, o al menos, un espacio propio que rompa el absolutismo castrista.
Darle crédito a esa ecuación —y conocer las particularidades históricas y sociológicas cubanas— es lo que hace que el castrismo no haya intentado la vía china o vietnamita de liberalidad económica bajo dictadura política. Y dándole también crédito —desde la oposición— a esa ecuación, muchos han centrado sus demandas en la economía por su fácil articulación en el imaginario social: los deseos populares de vivir mejor, superan los deseos populares de multipartidismo o libre conciencia.
Entre esas demandas económicas, es básica la libertad para crear empresas, algo que parece va a lograrse muy pronto con la Ley de MIPYMES… Solo parece.
La Ley de MIPYMES cubana surge para limitar, controlar y subordinar las pequeñas empresas privadas a la economía estatal. En palabras del ministro de Economía, este nuevo modelo "tributará a la eficiencia de la empresa estatal socialista y a que esta se convierta en el motor impulsor de la economía". Pues "hay un principio fundamental: la que no puede salir perjudicada ni relegada a un segundo plano es la empresa estatal —la base del socialismo— que debe y puede ser eficiente".
Las MIPYMES cubanas nacen condenadas a no superar los 100 miembros, a no tener acceso directo al mercado internacional, a no poder convertirse en Sociedad Anónima con las ventajas de captación de capital que ello conlleva, a no tener financiación nacional, y a estar circunscritas a un ámbito de actuación más estrecho incluso que el del cuentapropismo.
Pero el peligro del que aquí alertamos no está en esas limitaciones, sino en cómo el Gobierno pretende usar las MIPYMES para infiltrar y acunar su propia sociedad civil desde una institucionalidad perversa que, según el ministro de Economía, "dinamizará la empresa estatal, que tiene ahora la posibilidad de convertirse en empresa filial o formar una MIPYME, a partir de la separación entre la propiedad y la gestión". El ministro Alejandro Gil afirma además que "se crearon las condiciones favorables para poder avanzar con celeridad en el reordenamiento del sector empresarial y en el encadenamiento del sector estatal con el no estatal".
Ya se anunció que las MIPYMES serán privadas, estatales y mixtas (mezcla de las anteriores). El peligro viene camuflado bajo una muy publicitada igualdad de trato. "Somos tan responsables porque funcione eficientemente una empresa estatal como el sector no estatal, porque todos conforman el modelo. No hay un 'ellos' y un 'nosotros'", según el ministro Gil, algo que a primera vista parece justo e incluso necesario, pero que es sencillamente ilegal en el orden constitucional castrista que declara como principal a las empresas estatales, lo que convierte automáticamente a las privadas en secundarias, no en iguales.
¿Cómo puede haber igualdad de trato entre empresas que por ley son unas principales y otras secundarias? ¿Cómo puede haber igualdad de trato entre unas empresas que pertenecen a los que tienen el poder de hacer la ley, y las que pertenecen a los que no tienen poder alguno? El absurdo es transparente para cualquier observador atento. Entonces, ¿a qué se debe esta insistencia en la igualdad de trato y qué consecuencias puede traer?
Para el sector privado, las MIPYMES comenzarán siendo un cambio más nominal que real. Lo explica la viceministra de Economía, Johana Odriozola: "el trabajo por cuenta propia quedará, esencialmente, para una actividad de hasta tres empleados, por tanto, todos aquellos negocios preexistentes hoy que excedan esa cantidad de contratados, tendrán que optar por MIPYMES o por cooperativas no agropecuarias". Y la funcionaria adelantó que esta redenominación tendrá prioridad para la tramitación de las MIPYMES privadas, cuya constitución, además, será muy lenta debido a las limitaciones financieras.
Para el sector estatal, sin embargo, se abre un riquísimo campo para crear MIPYMES —sin necesidad de importantes capitales iniciales—, subdividiendo grandes empresas estatales. Por ejemplo, la Empresa de Restaurantes de Lujo —sí, eso existe— puede tasajearse en pequeñas MIPYMES estatales o mixtas. Y lo mismo para las grandes empresas de servicio o transporte.
En su inmensa mayoría, estas MIPYMES estatales y mixtas, terminarán en manos de actuales funcionarios de mediano rango. Militares de medio escalafón, pequeños jerarcas de organizaciones de masas o partidistas locales, directores y administradores de empresas estatales, serán quienes las dirigirán, o al menos, figurarán en su directiva.
El enriquecimiento de estos sujetos, será la metástasis de la mafia que hoy está circunscrita a la cúpula castrista de generales, coroneles y funcionarios partidistas de nivel nacional, surgiendo así, por cada capo actual, una legión de caporregímenes que infestará todo el cuerpo nacional, creándose una estructura que, lejos de alimentar una sociedad civil autónoma, dependerá de los intereses creados y las prebendas institucionales del régimen que les da vida.
Por cada MIPYME privada, se crearán antes otras estatales o mixtas que tendrán siempre más acceso a las licitaciones estatales, a locales del Estado, a capacidad industrial ya instalada, a financiación, al mercado nacional e internacional. Muy probablemente, las MIPYMES estatales coparán el mercado y el capital disponible, antes de que las privadas puedan desplegarse.
Los actuales directores de empresas, secretarios municipales del PCC y resto de funcionarios de medio pelo, pueden ir afilándose los dientes, recogerán los mangos bajitos con los que el castrismo piensa ampliar su base social "comprometida" y contrarrestar así la temida emergencia de una sociedad civil autónoma, cerrando todo camino hacia la libertad y la pluralidad política.
Ahora si que se va a construir el................ se me olvidó lo que sigue
cualquera que no conoce pensari que estan en guerra, yo les llamaba platanos verdes! por favor un monton de gordas y cerdos sinverguenzas , si ese engendro medival se cae o no lo veremos, pero de que es uno de los paises mas atrazados del hemisferio donde la gente desperdicia sus vidas , es 100 % verdad!
Es interesante que todos estos dirigente todos llevan camisas a cuadro y rayas.
Lo que buscan es "instituir legalmente" a la mafia-partido-familiglia castro-funcionarios etc.darles caracter de empresarios, emprendedores o como les llamen pero... comprometidos con la robolucion y entonces estos recibiran los beneficios y seran intocables; el resto se lo comeran los inspectore, policias, jefe sectores arriba de ellos para sacarle dinero como hacen en este momento a todos los timbiriches. los negocios de los generales y de sus hijos o familiares y "amigos" esos son intocables como hasta ahora! Alla el comepin** que se crea un cuento de esta gente que son todos unos parasitos, una sifilis ideologica que vive a costilla de todo el que produce algo. Saquen la conclusion que un simple limpiador de calderos o vendedor de mani (un pobre diablo) tiene que pagar licencia y tocar al policia y vivir entre sobornos y presion; diganme un "bisnecito" que mas o menos levante l cabeza?
Este HP no era el que la hermana decía que era buena gente y una gran persona? Si este es el bueno no quiero ver los malos.
Todos gordos y barrigones disfrutando de los lujos capitalistas dentro de la isla, con los hijos y nietos residiendo en el imperio o en Europa.
¿Quién va a invertir o a arriesgarse a abrir un negocio en país que no accede a vacunar con vacunas seguras contra el covid a su población y a exponer su salud en esas circunstancias? ¿Qué cubano va a pensar tranquilamente en abrir un negocio? cuando el Gobierno está vacunado de forma insegura a la ciudadanía del país y puede contraer el covid en sus relaciones con el público, que no tiene las inyecciones idóneas tampoco puestas (Soberana y Abdala no protegen a nadie). No creo que nadie se arriesgue a invertir en Cuba actualmente. No concurren las circunstancias para hacerlo ni en lo político (dictadura represora con crímenes a la vista), ni en lo económico (el Gobierno retiene dinero) ni en lo social (con una población empobrecida y descontenta). En cuanto a los cubanos allá dentro de la Isla, saben también a lo que se arriesgan. Cuba tiene que democratizarse y cambiar políticamente en todos los sentidos, y eso redundará favorablemente en términos económicos y en el progreso del país.