Miguel Díaz-Canel afirmó que "la Tarea Ordenamiento defiende la justicia social, pero sin igualitarismos. No la sostiene subsidiándolo todo; la defiende amparando al más vulnerable y protegiendo al que lo necesita", comentó durante una reunión del Gobierno que evaluó el ajuste económico aplicado a partir de enero y que entró en su tercer mes de aplicación.
El gobernante hizo referencia a los cuestionamientos que la población realizó a diversas medidas, que obligó incluso a que las autoridades decidieran dar marcha atrás o ajustaran algunas decisiones económicas, sobre todo el muy impopular "tarifazo eléctrico", los precios de los comedores obreros, entre otros.
No obstante, Díaz-Canel señaló que a los reclamos hechos al Gobierno se sumaron algunos "que no se pueden admitir" debido a que se alejan de la esencia del ordenamiento monetario, como por ejemplo el mantener los subsidios de algunos bienes y servicios, reportó el sitio oficial Cubadebate.
Aseguró que tras la aplicación del paquete de medidas "se ha trabajado arduamente, se ha seguido planteamiento a planteamiento, discusión a discusión, y se han ido rectificando cuestiones que no nos salieron bien."
Ante el Consejo de Ministros, indicó que marzo puede ser un mes de consolidación del llamado Ordenamiento. "Pero hay que trabajar mucho y sacar lecciones, porque procesos complejos como este vamos a seguir viviendo en estos tiempos, sobre todo en el ámbito económico", advirtió.
El gobernante reconoció que falló la capacitación de los directivos encargados de la implementación de las medidas, y agregó que hubo un "tratamiento irresponsable de determinadas cuestiones que estaban bien diseñadas en la Tarea Ordenamiento, como el caso de los altos precios que se impusieron en comedores obreros", algo que achacó a "la falta de sensibilidad e inquietud revolucionaria que se evidenció en algunos directivos".
Reconoció también problemas de comunicación; cuestionó la demora y la burocracia que traban los procesos; y llamó a que los análisis económicos partan de lograr la eficiencia y no de aumentar precios a costa de seguir haciendo mal las cosas.
También consideró que se han asociado a la Tarea Ordenamiento deformidades económicas y malas prácticas que existían con anterioridad.
Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político y jefe de las reformas económicas en curso, dijo que el proceso de eliminación del CUC va a un ritmo por encima de lo previsto, pues hasta la fecha se ha recogido el 57% del efectivo en esa moneda en manos de la población.
El funcionario reconoció que los problemas identificados tras la aplicación de la Tarea Ordenamiento derivaron en su mayoría de los criterios de la población. Entre otros, mencionó los precios excesivos, tanto estatales como no estatales; las insuficiencias de la economía, que condujeron a elevar precios para resolverlas; la falta de correspondencia entre la calidad y los nuevos precios; la insatisfacción con los salarios o ingresos, así como con las formas de pago; y el malestar que causó la poca información y el bajo número inicial de tiendas que aceptaban el CUC en sus transacciones.
Murillo Jorge dijo que muchas de esas situaciones estuvieron asociadas al diseño de las políticas, junto con su mala aplicación, y la insuficiente preparación, negligencia, falta de exigencia, de control y de sensibilidad política de los funcionarios.
Por su parte, el primer ministro Manuel Marrero Cruz reconoció que hay que mejorar la comunicación, sobre todo en las empresas estatales y hacia la población, como mecanismo para aclarar las dudas y aliviar las tensiones en los centros de trabajo. Según el funcionario, ello se debe a "confusiones en explicaciones que se han dado".
El primer ministro dijo que, pese a todo, el Ordenamiento es "un proceso necesario. Independientemente de insatisfacciones, es para mejor, de eso no debe haber la menor duda".
El viceprimer ministro y titular de Economía, Alejandro Gil Fernández, señaló que el Gobierno "va a adoptar todas las medidas para asegurar el cumplimiento del Plan de la Economía y garantizar la meta de crecimiento que nos hemos propuesto este año, que es objetiva y alcanzable con el trabajo y el esfuerzo colectivo".
Gil Fernández informó que en enero se entregaron en Cuba 91.300 toneladas de viandas, hortalizas, cítricos, granos y frutas, cantidad que supone un sobrecumplimiento del plan diseñado, pero muy por debajo de la demanda real.
Dijo que es necesario producir unas 154.000 toneladas mensuales para garantizar la distribución de las 30 libras per cápita que, según el Gobierno, deben satisfacer las necesidades de los cubanos.
No obstante, vio como señal positiva que el consumo eléctrico disminuyó un 11% en enero, cuando se generaron 1.376gWh en comparación con igual fecha de 2020, cuando fue de 1.549gWh. Esto, comentó, es "un efecto de la Tarea Ordenamiento, del ahorro y de la disminución en el consumo entre la población".
Los cubanos, en cambio, consideran que los dos primeros meses del años han sido "durísimos", no solamente debido al agravamiento de la pandemia del Covid-19 en la Isla, sino por el ajuste económico aplicado en igual periodo de tiempo.
Después de medio siglo de improvisación sin un solo logro en lo económico y social, el coronel Díaz Canel se nos baja conque no pueder haber „igualitarismos“, porque ellos son los únicos que lo definen; el régimen reparte la riqueza entre la oligarquía castrista y la pobreza entre el pueblo.
Hay que ser consciente del sacrificio de nuestro pueblo revolucionario para que Sandro sigue con su MB con el tanque lleno, el padre se vaya de yate por el Mediterráneo, las nietas de Raúl de shopping por New York y Venecia y Mariela disfrute de sus langostas thermidor. Hay que sacrificarse.