El régimen estaría intentando aislar al líder opositor José Daniel Ferrer, mediante arrestos y amenazas con altas penas de cárcel a cubanos por el simple hecho de visitarlo. A ese hostigamiento han sido sometidas varias personas que han acudido a su vivienda, en Santiago de Cuba, de acuerdo con las denuncias del prisionero político excarcelado el pasado 16 de enero.
El domingo último, Ferrer dio a conocer en su cuenta de la red social X la detención de un hombre que acababa de estar en su casa y que, por la descripción que le dieron los vecinos que le informaron del hecho, debía ser su primo Daniel Ferrer Jimenes, padre del prisionero político por las protestas de julio de 2021 Enrique Ferrer Hechavarria.
"Me dicen que se lo llevaron en un auto patrulla de la Policía", escribió el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). "Detenciones, citaciones y amenazas diarias", añadió.
Apenas unos minutos antes, el también presidente del Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) había reportado en la propia red social que un represor, a quien identificó como Mario, había detenido y registrado a un vecino suyo llamado Francisco Blanco Robinson.
"Media hora después fueron detenidos el mismo Francisco y un tío de mi esposa: José Caridad Pileta", añadió el opositor y compartió una foto del segundo detenido.
En declaraciones al medio estadounidense Martí Noticias, Ferrer contó este lunes que esos dos cubanos, que no son opositores, fueron amenazados con penas de hasta diez años de privación de libertad. Otras personas que visitaron su vivienda también fueron intimidadas con la cárcel.
"Los llevaron a la segunda unidad policial de Santiago de Cuba y los amenazaron con prisión de cinco a diez años", dijo el líder de la UNPACU. "Otros dos vecinos fueron retenidos por la policía política y les amenazaron con que, si seguían viniendo a nuestra sede, iban a ser también encarcelados".
"Hoy temprano en la mañana, varios casos sociales que atendemos acá trajeron una carretilla de leña y a dos cuadras los detuvieron", relató.
Los arrestos y las amenazas contra personas que acudieron a su casa se produjeron tres días después de que Ferrer alimentara en su vivienda a más de 260 cubanos, golpeados con más fuerza por una miseria que la prensa oficial intenta normalizar y hasta romantizar.
Al régimen cubano, responsable de la profunda crisis en la que se hunde la Isla e incapaz de solucionarla, le molesta que las personas en situación de pobreza extrema reciban de la oposición la ayuda que no encuentran en las autoridades.
Ya en 2021, la Policía sometió a la UNPACU a un cerco policial para impedir que personas necesitadas fueran a buscar comida.
Las acciones intimidatorias del pasado domingo no fueron las primeras contra cubanos que han visitado al líder opositor, desde que el régimen lo sacó de prisión. A inicios de febrero, Ferrer había denunciado la persecución de la policía política contra quienes iban a su vivienda.
Ferrer, uno de los cubanos arrestados y condenados durante la Primavera Negra de 2003, y excarcelado con una licencia extrapenal tras ocho años de prisión, fue arrestado en Santiago de Cuba el 11 de julio de 2021, cuando intentaba sumarse a las protestas antigubernamentales que estallaron ese día en decenas de ciudades y comunidades de la Isla. Por más de tres años, estuvo encerrado sin apenas acceso a su familia y el mundo exterior.
"Durante los primeros 14 meses no tuve acceso a papel, lápiz ni comunicación con el exterior. Fue un tiempo de tortura psicológica y privaciones extremas", relató el opositor a DIARIO DE CUBA, tras su excarcelación.
Explicó que durante su encierro atravesó episodios de sufrimiento físico y mental, incluido un constante zumbido en los oídos, dolores de cabeza severos y alucinaciones que atribuye a posibles sustancias administradas en los alimentos. Aseguró que, aún en contra de sus propias convicciones, llegó a valorar el suicidio, pero decidió no rendirse. "Prefería morir antes que aceptar abandonar el país o quebrar mi compromiso con la lucha por la democracia", afirmó.
El opositor denunció que fue golpeado en múltiples ocasiones, incluyendo una agresión por parte del jefe de la prisión que le fracturó el tabique nasal. Subrayó la deshumanización del sistema carcelario cubano, en el que incluso los guardias temen represalias por mostrar algún tipo de empatía hacia los presos políticos.
José Daniel Ferrer fue uno de los reos excarcelados como resultado de una negociación entre La Habana y el Vaticano. El pasado 14 de enero, el régimen anunció la excarcelación de 553 presos. Poco antes, el mismo día, el entonces presidente de Estados Unidos había revelado que excluiría al régimen de la lista de patrocinadores del terrorismo.
Las autoridades de la Isla no han reconocido ninguna relación entre ambos anuncios y describieron las excarcelaciones como "un acto de buena voluntad", que, no obstante, quedó paralizado tras el retorno a la Casa Blanca de Donald Trump, quien revirtió la salida de La Habana de la lista negra del terrorismo.
Despues hay muchos personajes que dicen que en Cuba no hay dictadura..!