Migdel Martínez del Toro, de 32 años, decidió crearse un perfil en Facebook hace unos pocos años atrás para exponer en solitario su oposición al régimen cubano. El joven, que vive en La Habana, pero es oriundo de Guantánamo, publicaba constantemente frases o vídeos que exponían la falta de libertades y las penurias en la Isla.
Por ese motivo, las autoridades decidieron juzgarlo a mediados del pasado año por el delito de propaganda contra el orden constitucional y lo sancionaron a siete años de cárcel, una condena que extingue en el penal habanero Combinado del Este.
"En marzo del pasado año a mi hijo lo detienen de una manera muy aparatosa en el Puente del Calvario, en Arroyo Naranjo, y lo llevan para Villa Marista, la sede principal de la Seguridad del Estado. En los interrogatorios querían que él dijera frases a favor del régimen porque lo estaban grabando, pero él se negó y por ese motivo le daban golpes en las costillas", dice su madre, Elaine del Toro Cortina.
La sentencia, con fecha 22 de abril de 2023, expone que Martínez del Toro expresaba públicamente su oposición al régimen a través de las redes sociales y que tuvo conversaciones a través de Messenger con Alfredo González y Kiki Naranjo, dos cubanos radicados en EEUU a los cuales la sentencia califica de "terroristas" sin mostrar evidencia alguna.
Un fragmento de la sentencia expone: "el acusado (…) utilizaba las redes para publicar frases que atentan contra la imagen de los principales dirigentes y contra las organizaciones políticas de nuestro país, como por ejemplo: 'Abajo la dictadura', 'Cuba pa'la calle', 'El verdadero enemigo del pueblo es el PCC', y 'Anexión Cuba-USA'".
Del Toro Cortina señala sobre el proceso judicial contra su hijo: "En el juicio el abogado que le conseguimos no lo defendió. El día de la vista oral fue la primera vez que este jurista vio a mi hijo. Luego busqué otro abogado para recurrir la sentencia, pero no sirvió de nada, y la condena se mantuvo igual".
"En la cárcel, por habérseles hinchado las manos y las rodillas, le hicieron análisis hace tres meses, pero hasta hoy no sabemos los resultados de esos exámenes. Las condiciones de la prisión son muy malas, las celdas están llenas de ratones grandísimos y también abundan los chinches. La comida es horrible y han estado más de una semana sin agua", añade la madre del prisionero político.
El delito de propaganda contra el orden constitucional es uno de los más usados por la Justicia del régimen para encarcelar a sus opositores políticos. La condena máxima es de diez años. Casi una veintena de activistas cumple condena o está siendo procesado por este delito, entre los que destacan Sulmira Martínez, Ana Ibis Tristá Padilla, Yasmani González Valdés, Alexander Fábregas, entre otros.
Varios cubanos también han sido condenados solo por publicar memes o vídeos en grupos privados de Whatsapp, como son los casos de Aroni Yanko García y José Manuel Barreiro Rouco.