El preso político cubano Joel Jardines recibió este martes una licencia extrapenal por tres meses, motivada por el cáncer de laringe que padece desde 2020, "enfermedad que empeoró drásticamente cuando recibió gas lacrimógeno y tóxico por parte de un guardia de la prisión Aguacate, en Quivicán, Mayabeque", informó la ONG Prisoners Defenders en su cuenta de X.
Jardines ha sido sometido en prisión a condiciones severas de aislamiento, intimidación y agresiones físicas. Con gran dificultad para hablar, en un video compartido por la ONG, detalló los actos violentos y de "tortura" a los que fue sometido por las autoridades penitenciarias.
"Han sido muchos los abusos y los atropellos que se han cometido en la prisión de Quivicán. Han echado spray por gusto, han dado golpes, patadas, bastonazos. La comida que dan es un sancocho", dijo y, sobre la violencia injustificada al interior del penal, dijo: "Hace poco le dieron una golpiza a un recluso por exigir un medicamento que le corresponde".
Sobre su caso, y la evolución del ensañamiento represivo para con él, Jardines comentó: "En el 2008 un policía me dio una galleta, me cayeron a golpes dos policías y, como me defendí, me cayeron ocho años de prisión. De ahí para acá se ha venido complicando mi vida. En el 2014, otro militar se fajó conmigo y me cayeron siete años de sanción".
"En el 2020 me detectaron cáncer de laringe, y empezaron a atenderme porque mi hermana dio bateo", dijo, en referencia a su enfermedad. "Hace poco, el jefe de Orden Interior de la prisión de Quivicán, me echó spray sin haber bronca, sin haber motivo. Desde ese entonces empecé a sangrar y me he ido complicando", agregó. Un video, compartido también por Prisoners Defenders muestra su depauperación física luego de salir de prisión, como resultado de las malas condiciones del penal, la falta de atención médica y los abusos policiales.
El 13 de agosto de 2024 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó a Jardines medidas cautelares, "al considerar que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Cuba".
"Informes clínicos adjuntados al expediente indican que el beneficiario padece de un carcinoma de laringe y, desde el 2021, debería haberse sometido a análisis para iniciar un posible tratamiento de quimioterapia. Se alegó que el beneficiario carece de un plan de tratamiento para sus padecimientos y sufrió represión física tras solicitar atención médica a las autoridades. Por su parte, el Estado no proporcionó información", dijo la organización para avalar las medidas otorgadas.
En tal sentido, la CIDH exigió que el régimen cubano "adopte las medidas necesarias para proteger los derechos a la vida, integridad personal y salud de Joel Jardines Jardines". Demandó, asimismo, que el Estado cubano "implemente las medidas necesarias para que sus condiciones de detención se adecúen a los estándares internacionales aplicables. En particular, asegurándose que se realicen los diagnósticos médicos correspondientes; se brinde información médica suficiente y oportuna; y se defina su tratamiento médico, contándose con el consentimiento previo del beneficiario".