Mientras la historiadora y profesora cubana Alina Bárbara López logró realizar el jueves 18 de julio su protesta en el Parque de la Libertad de Matanzas, colegas de la intelectual fueron sometidos a vigilancia para impedir que salieran a manifestarse.
En una publicación en su perfil de Facebook que tituló "Crónica de un día caluroso", López contó que entre 10:30AM y las 11:30AM realizó sin dificultad su acto de protesta cívica mensual, durante la cual llevó al cuello un cartel en blanco como símbolo de la represión a la libertad de expresión por parte del Estado cubano. La profesora dijo que lo hará a partir de ahora cada 18.
"A pesar de que al estar en el Parque de la Libertad incumplía la medida de reclusión domiciliaria que me fue impuesta hace un mes de manera injusta, no fui detenida ni molestada. De hecho, no había allí patrullas o agentes de la PNR. Eso constituye una verdadera paradoja, pues el pasado mes, cuando la detención era ilegal por completo, se procedió contra Jenny Pantoja y contra mí con violencia extrema", escribió.
Para López, "más alucinante aún" es que no se atrevieron a detenerla el jueves y desde el miércoles "le tengan una guardia operativa a Jenny fuera de su casa, y que además amenacen a otras personas que no tienen restricción alguna para el ejercicio de sus derechos", en referencia a la activista Miryorli García.
"Así quedan al desnudo, una vez más, la discrecionalidad y la incoherencia del aparato represivo", consideró.
"El único incidente me ocurrió cuando regresaba a casa y sufrí una abrupta bajada de la tensión arterial producto de la altísima temperatura, a la cual soy muy sensible. Gracias a las personas que me auxiliaron y al chofer de la guagua que me ayudó, muy amables. También gracias a mis vecinos por su preocupación. Evidentemente el mes próximo debo escoger un horario donde el calor sea menor", dijo.
"Gracias a los compatriotas de dentro y fuera de Cuba por su apoyo. De ahí viene el término 'compatriota', no de compartir una ideología u opinión política, sino de compartir el desvelo y la preocupación por la patria común", concluyó.
La socióloga Jenny Pantoja, por su parte, recordó en una publicación en su Facebook que este 18 se cumplió un año de que acudiera a Matanzas a acompañar a López Hernández en sus demandas.
"Hoy 18, y dentro de lo que me es permitido en la medida cautelar que me fuera impuesta luego de las arbitrariedades policiales de la policía matancera, tendría yo derecho a salir a un curso de superación profesional a impartirse en la Biblioteca Nacional José Martí; sin embargo, la 'In-Seguridad del Estado' y su brazo opresor, la Policía Nacional (no revolucionaria), han decidido pasar por encima de la Ley de Proceso y el Código Penal. Desde ayer estoy recluida en mi casa y con la prohibición expresa sin mediar papel ni orden de ningún fiscal o juez, de no salir de mi casa", denunció.
"'¿Cuál es la inseguridad de la seguridad?' (palabras de mi hermana Miryorli). Yo solo sé que tienen miedo. Un miedo atroz de que este país se les vaya de las manos y sean muchas las personas que decidamos decir lo que pensamos y criticar abiertamente al Gobierno por sus desaciertos y políticas fallidas. Un miedo visceral a perder las prebendas del poder", escribió Pantoja.
"Hoy 18 de julio vuelvo a pronunciarme por las mismas razones que hace ya un año. Y no solo me pronuncio, sino que estoy como cada 18 junto a Martí, esta vez en la Plaza de la Revolución donde tanto se ha tergiversado su pensamiento en discursos vacuos y adormecedores de multitudes. A propósito del día de hoy, cito las palabras de Nelson Mandela: 'Nuestra marcha hacia la libertad es irreversible. No debemos dejar que el terror se interponga en nuestro camino'", concluyó.
Pantoja y López Hernández están bajo instrucción de cargos por el presunto delito de atentado, así como bajo sanción de limitación de movimiento.
Ambas se manifiestan pacíficamente cada día 18 desde marzo de 2023 en el Parque de la Libertad de Matanzas, para protestar ante la situación represiva que vive Cuba. En esas acciones, en homenaje a la Protesta de los Trece, ocurrida el 18 de marzo de 1923, y en la que igual número de intelectuales jóvenes cubanos se manifestaron contra la corrupción gubernamental del Gobierno de la Isla, solo usan un cartel en blanco colgado del cuello.
Como ha subrayado López Hernández, las demandas de sus protestas son: "Una Asamblea Nacional Constituyente elegida democráticamente para redactar una nueva Constitución aplicable en todas sus partes; que el Estado no se desentienda de la crítica situación de ancianos, jubilados, pensionados y familias que están en pobreza extrema; libertad para los presos políticos sin exilio obligatorio; cese del hostigamiento a personas que ejercen su libertad de expresión".
El caso de Alina no puede ser más serio. Porque los ciudadanos y la Seguridad del Estado echaron un pulso, y ganaron los ciudadanos. Quizás puede ser importante generar alguna noticia con respecto a Alina entre 18 y 18 de cada mes, para evitar lo de siempre: el caso se “enfría” un poquito, y ellos proceden a echar garra directa o indirectamente. Los vecinos de Alina son importantes. Ellos representan a su comunidad en proximidad a una ciudadana que es perseguida por el Estado.