"En la tarde del pasado 4 de junio tomamos la decisión moral de mantenernos pacíficamente en estado de inanición voluntaria". Este viernes un grupo de prisioneros extranjeros en Cuba emitieron un comunicado, manuscrito desde la prisión, en el que se declaran en huelga de hambre, para exigir un "trato justo" que garantice sus "derechos y valores como seres humanos".
Según Javier Larrondo, presidente de la ONG Prisoners Defenders, se trata de "un grupo de 80 venezolanos que están todos en huelga de hambre en estos momentos" en la prisión La Condesa. "Todos, o la mayoría de ellos, son presos puramente comunes", dijo en un mensaje enviado a nuestra redacción.
"Día tras día se nos dificulta tener acceso al agua, electricidad y atención médica adecuada. Nos dan una alimentación deficiente, sin ningún valor nutritivo, extremadamente deshumana", denunciaron los prisioneros, quienes exigen una reunión con los máximos responsables de la Fiscalía General y del Tribunal Supremo, "a fin de darnos a conocer el verdadero motivo de las reiteradas denegaciones del derecho a la aplicación retroactiva de la nueva ley de ejecución penal".
"¿Por qué, atendiendo a todas las dificultades que enfrentamos, no se nos permite el traslado hacia nuestros países, donde podamos seguir cumpliendo nuestras exageradas penas (ilegales) dignamente?", reclamaron.
"¿Por qué se nos niega la libertad condicional o la salida del territorio cubano, como está previsto en la Instrucción Penal No.13 del 22 de septiembre de 2022 del Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular?", cuestionaron los reclusos.
"Nos niegan todo tipo de derechos y beneficios, aunque muchos cumplamos con los requisitos", denunciaron. "Seguimos siendo reprimidos y amenazados", agregaron, al tiempo que expusieron que un grupo de ellos está en paradero desconocido y otro grupo permanece en celdas de castigo.
"Solo volveremos a ingerir un líquido o un alimento cuando se justifique esta discriminación y nos garanticen nuestros derechos", concluyeron.
No es la primera vez que algo así sucede en La Condesa, ubicada en Mayabeque. En 2021 algunos prisioneros hicieron huelga de hambre para denunciar las pésimas condiciones del penal. "Necesitamos ayuda, necesitamos comida, necesitamos medicamentos", exigió en aquella ocasión el reo canadiense Benjamin Tomlin.
La vulnerabilidad de los reclusos a las enfermedades se agudiza por la mala alimentación, el hacinamiento y las pésimas condiciones higiénicas en todos los penales de la Isla. A esto hay que sumar los maltratos constantes a los que son sometidos los prisioneros.
"El coste de mantenerlos encerrados es muy alto para un país que atraviesa una aguda crisis y cuyo Estado ya no es capaz ni de garantizar los productos de la cada vez más delgada libreta de racionamiento", escribió Lucía Alfonso Mirabal en un artículo reciente para DIARIO DE CUBA.
Al menos 90.000 prisioneros permanecen en las cárceles cubanas, según confirmó World Prison Brief (WPB), una base de datos en línea sobre los sistemas penitenciarios de todo el mundo. Este número, que solo es superado por El Salvador, posiciona a Cuba en el segundo lugar a nivel mundial en tasa de encarcelamiento.