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Presos Políticos

Un año después de las protestas de Caimanera, los manifestantes siguen a la espera de juicio

'Estoy muy orgullosa de ellos', declara a DIARIO DE CUBA Victoria Martínez Valdivia, madre de Luis Miguel Alarcón Martínez, uno de los encarcelados por las protestas.

Madrid
Protesta en Caimanera, Guantánamo, 6 de mayo.
Protesta en Caimanera, Guantánamo, 6 de mayo. Captura de Pantalla/YouTube

Un año después de las protestas populares en Caimanera, el 6 de mayo de 2023, los manifestantes detenidos por salir a las calles pacíficamente a exigir sus derechos siguen esperando un juicio, algunos de ellos en prisión.

Los seis cubanos que fueron acusados por las autoridades bajo los cargos de desórdenes públicos, instigación a delinquir y atentado, siguen sin respuesta después de la inesperada suspensión de la vista judicial, anunciada para el pasado 2 de abril en el Tribunal Municipal Popular de Niceto Pérez, y que fue suspendida sin explicaciones.

Dos de los manifestantes, Luis Miguel Alarcón Martínez y Daniel Álvarez González, esperan el juicio en la cárcel provincial Combinado de Guantánamo, sufriendo las "pésimas condiciones" del penal, según contó a DIARIO DE CUBA Victoria Martínez Valdivia, madre Alarcón Martínez

Los otros cuatro que fueron también acusados por participar en esa protesta, pero que están en medida cautelar de libertad condicional bajo fianza, son Rodolfo Álvarez González, Freddy Sarquiz González, Felipe Octavio Correa Martínez (también hijo de Martínez Valdivia) y Yandris Pelier Matos.

Justo el pasado día 6 de mayo, cuando se cumplió el año de la manifestación, era día de visita. Al salir del penal, Martínez Valdivia declaró: "Como todas las anteriores visitas, me revisaron paquetico de los alimentos, entré y, cuando estaba esperando a mi hijo, me llamaron de repente para decirme que, a última hora, habían recibido una llamada de la Seguridad del Estado ordenando que visita de Luis Miguel no sería en el penal, sino fuera".

"Aquello me sorprendió, no entendí eso. Me tuvieron afuera del penal durante una hora y media bajo el sol, me incomodé y formé bulla, lo que dije fue oprobio. Luego me sacaron a mi hijo esposado como a una cuadra de distancia, el corazón todavía lo tengo partido de ver a mi hijito esposado. Entonces le dieron la vuelta por la parte de atrás del edificio y lo subieron hasta el segundo piso, donde me dieron la visita", agregó.

Para sorpresa de Martínez Valdivia, esta vez las condiciones de esta visita fueron "superbuenas". "Yo he denunciado siempre las malas condiciones en las que he tenido las visitas con mi hijo, pero esta era diferente, fue como en una oficina, muy limpia, una mesa donde pude poner la comida a mi hijo, fumamos sin que nadie nos llamara la atención. Incluso hizo llegar de su mano a la mía, sin esconderla ni nada, una carta por el día de las madres", explicó.

Martínez Valdivia sospecha que las intenciones de los oficiales no son buenas, pero asegura que pasó un buen momento con su hijo y que eso le compensó la espera bajo el sol y la angustia. "No sé qué es lo que están planeando, si me grabaron allá dentro o qué, tampoco recibí ninguna explicación. Mi hijo me dijo que en ese lugar es donde dan las visitas especiales a las personas que vienen de afuera y tienen familiares presos. El baño del lugar también estaba muy limpio, con agua permanente. Estoy sorprendida porque eso no ocurre en la prisión, ni por estímulo ni por nada, fue un momento lindo", dijo la madre del preso político.

Ante la falta de información sobre una nueva fecha para el juicio, Martínez Valdivia sigue tocando puertas. Lamentó que la semana pasada estuvo "buscando respuestas", pero que no tuvo suerte. "Fui a Fiscalía y me dijeron que estaba a la espera de señalamiento". 

"Me dijeron que hay que esperar el día del juicio y que no sabían por qué habían suspendido el anterior", añadió.

"También fui a Ciudadanía y ahí me quejé ante la falta de respuesta, pero me dijeron que no podían decirme nada y que fuera a Fiscalía Provincial. Allí tampoco me dieron respuesta y me mandaron a ver al abogado. El abogado me atendió pero me dijo lo mismo de siempre, que él no podía hacer más y que ya tenía su defensa preparada", continuó Martínez Valdivia.

"Así me tienen, de un lado a otro, gastando el dinero que no tengo. Es así como ellos quieren ver al familiar, pasando trabajo y sufriendo, pero yo no voy a suplicar nada, yo voy a exigir mis derechos porque yo voy a ir hasta el final con mis hijos, porque estoy muy orgullosa de ellos", denunció.

La Fiscalía Municipal de Niceto Pérez, en Guantánamo, solicitó en enero pasado nueve años por los delitos de "desórdenes públicos" e "instigación a delinquir" para Daniel Álvarez González; para Luis Miguel Alarcón Martínez, Rodolfo Álvarez González y Freddy Sarquiz González, pidió seis años por "desórdenes públicos"; cuatro años por el mismo delito para Yandris Pelier Matos, y seis años por "desórdenes públicos" y "atentado" para Felipe Correa Martínez.

Aquel 6 de mayo, día de la protesta, cientos de personas se manifestaron en las calles Caimanera pidiendo "libertad" y mejores condiciones de vida, a la vez que gritaron "Patria y Vida" y "Vivan los derechos humanos". Durante la jornada, el régimen cortó el servicio de internet, pero en varios videos que se compartieron en redes sociales quedó registrada la violencia policial ejercida contra los manifestantes pacíficos. Algunos familiares de los manifestantes denunciaron que estos fueron golpeados por las tropas especiales del ejército.

El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias describió la protesta en Caimanera como una acción iniciada por personas en estado de embriaguez y negó la represión, pese al material audiovisual que circuló. Para amplificar esa versión del régimen, perfiles de Facebook ligados a la Seguridad del Estado, como Legionario Cubano y Maximus Romus, hicieron responsables de la "organización" de la manifestación a "mercenarios alentados por el odio imperial contra Cuba". 

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