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Censura

Un cubano denuncia que fue expulsado de una MIPYME por publicar un mensaje contra el régimen

Álvaro Hernández, de 22 años, fue expulsado de la empresa MadWoman Agency por escribir en su cuenta de X la frase: 'Abajo la dictadura'.

Madrid
Álvaro Hernández.
Álvaro Hernández. Cortesía del entrevistado

El joven cubano Álvaro Hernández, de 22 años, fue despedido hace casi cuatro meses del puesto de trabajo que ocupa en una empresa del sector no estatal por escribir en la red social X: "Abajo la Dictadura". Hernández era empleado de la MIPYME MadWoman Agency, donde realizaba labores de community manager.

Ahora que ya salió de Cuba y está a salvo de sus mayores miedos, Hernández se ha animado a contar su historia en redes sociales y a responder preguntas de los medios independientes. "Fui despedido en el mes de septiembre de 2023. La causa fue un tweet que decía #AbajoLaDictadura", declaró el joven a DIARIO DE CUBA.

La empresa para la que trabajaba se presenta como un grupo creativo que tiene la intención "de impulsar el crecimiento de los negocios en Cuba a partir de un uso innovador y creativo de la comunicación". Brinda servicios de publicidad a otros negocios privados y estatales. 

Según explicó Hernández a este diario, unos dos días después de postear su mensaje antigubernamental, fue llamado a "una reunión extraoficial" en la Agencia y se reunieron con él la cofundadora de la empresa y la jefa de Recursos Humanos. "La reunión inició mostrándome el tweet y preguntándome. '¿Qué es esto?'. Mi respuesta fue: 'Lo que pienso'".

"Me dieron varias razones por la cual me tenían que 'separar indefinidamente de mis roles en la agencia' ya que ellas eran una empresa del Gobierno y no podían tener empleados que hicieran ese tipo de comentarios, además de que yo había firmado un reglamento que me prohibía hablar en contra de la dictadura", declaró el joven, que confesó sentirse sorprendido de que le estuviera pasando algo así en una empresa "privada", donde sabía que "en muchas ocasiones se hacían comentarios donde se rechazaba lo estatal". 

"Claramente, no me defendí para mantener mi puesto, ya que en primer lugar, sabía que sería por gusto, la decisión ya estaba tomada, y en segundo lugar, luego de que me demostraran que respondían al régimen, no podría seguir ahí", agregó.

Hernández detalló que en la agencia su cargo era el de "Social Media Manager" de las propias redes de la empresa y "Creador de Contenido" para las redes sociales de los clientes de MadWoman.

"Cuando inicias en la agencia te hacen firmar dos documentos. Uno es el 'Reglamento para Uso de Redes Sociales' y el otro, el 'Reglamento Interno de la Empresa'. Además de varias restricciones sobre el contenido que podemos subir a las redes (nos se nos podía ver consumiendo productos o servicios de la competencia de los clientes de la agencia), ahí decía que no se podían realizar comentarios en contra del Gobierno cubano", puntualizó.

Hernández considera que el simple hecho de que una empresa privada no permita que sus empleados "expresen opiniones en contra del régimen cubano" los asocia directamente al "sistema socialista". "Además, dos de sus clientes (Mandao y Parranda Cerveza) están directamente asociados al Gobierno", dijo.

Durante el tiempo que trabajó con la agencia, percibió un ambiente "bastante tenso", aunque reconoció que compartía espacio con "varios colegas talentosos y muy buenas personas". "Te exigían muchísimo, no reconocían tus logros, el salario no era lo esperado comparado con todo el trabajo que hacíamos y descuentan salario por 'bajo rendimiento'. Fueron meses de mucho estrés, pero necesitaba el dinero. La verdad fue un alivio irme de ahí", señaló.

Ante la pregunta de quién es la persona que dirige esa empresa en Cuba, Hernández fue tajante: "es ampliamente sabido que la CEO de la agencia es Mayvic Delgado". Una afirmación que pudo comprobar este diario.

Este diario se comunicó con MadWoman Agency por sus canales oficiales para obtener una declaración sobre lo ocurrido, pero 24 horas después no obtuvo una respuesta.

Sobre la razón por la que decidió contar su historia ahora, y no en el momento en sucedieron los hechos, respondió que fue "por el miedo" a que "sucediera algo". Su mayor temor era "ser acusado de difamación" o "simplemente ser llamado por la Seguridad del Estado". "Ya tenía pensado irme de Cuba por lo que no quería meterme en problemas que pudieran evitar que saliera del país", añadió.

El joven reconoció que hacía ya tiempo que tenía en su cabeza la idea de irse del país, y que únicamente lo detenía su carrera universitaria: "Quería terminar la carrera y luego irme por vías normales (beca de estudios, contrato de trabajo etc.), pero la verdad ya estaba bastante agotado de vivir en un país donde una vida digna es una fantasía".

Según describe Hernández, fueron dos los detonantes fundamentales de su cambio de parecer. Una razón fue "la crisis que estaba ocurriendo" en su escuela, la Universidad de las Artes, y la otra, "los sucesos" que vivió luego con la agencia. "Esas dos razones fueron suficientes para darme cuenta de que tenía que huir. Tarde o temprano pagaría las consecuencias de ejercer el derecho de expresarme libremente", sentenció.

Cuando el joven se refiere a "la crisis" en su centro de estudios, habla del momento en que las autoridades de la Isla estaban expulsando al estudiante Abel Lescay, tras su participación y condena recibida por manifestarse en la calle el 11 de julio de 2021.

"Yo entré al ISA en abril del 2022. En ese momento estaba sonando mucho el caso de Lescay. Muchos estudiantes, la mayoría de tercer y cuarto año de varias facultades estaban recogiendo firmas para evitar que fuera condenado. La respuesta de la rectoría fue amenazar a los estudiantes con quitarles el derecho a graduarse, no entregarles el título o incluso, expulsarlos", contó Hernández.

El joven confiesa que en ese momento no estaba muy claro de lo que estaba pasando en su facultad porque acababa de entrar a la Universidad y antes vivía en Holguín, pero destacó que "en muchas ocasiones aprovechaban para recordarnos las consecuencias de tener una ideología contraria a la del Partido Comunista".

"Fue bastante decepcionante para mí estudiar de esa forma, además de que había una crisis horrible con la falta de profesores y la mala calidad de muchas clases que nos impartían", aseguró.

"La Universidad de las Artes siempre se ha caracterizado por tener estudiantes que no le tienen miedo a hablar. El arte en sí no nos permite retener sentimientos de cualquier tipo. La impotencia de vivir en el régimen y la censura es uno de esos sentimientos", concluyó.

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2 comentarios

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Profile picture for user pim-pam-pum

¿Madwoman? ¡Ay, por Dios! ni siquiera son originales a la hora de poner nombre a esas empresitas.

...otra victima perseguida y hostigada que ahora, ya fuera de Cuba, es que cuenta su historia de luchador por la libertad y los sufrimientos que esto le produjo ...ahora consiganle un trabajo de activista...la lucha continua...