El artista y preso político cubano Luis Manuel Otero Alcántara envió un mensaje desde la cárcel. Varios manifestantes del 11J que cumplen condena en Villa Clara iniciaron una huelga de hambre. Y un preso político con problemas psiquiátricos recibe una segunda imputación para ampliar tres años su condena.
Otero realizó el comunicado público desde la prisión por vía telefónica y luego "fue transcrito por sus amigos". La artista cubana Coco Fusco lo tradujo al inglés y lo publicó en la revista Hyperallergic. Otero tuvo en cuenta el tercer aniversario del ataque a la sede del Movimiento San Isidro en Cuba, ocurrido el 26 de noviembre de 2020.
El artista comenzó recordando su primera exposición en 2011, obra inspirada en los veteranos de la guerra de Angola que considera su "primer manifiesto político y el punto de partida para impulsar un cambio en Cuba, una sociedad paralizada por el miedo, la apatía y la falta de esperanza, en la que la gente no tiene el poder de decidir su futuro".
Después de repasar su trayectoria artística y el activismo que lo llevó a ser reprimido y condenado por le régimen cubano, Otero dijo: "El año pasado visitaron Cuba figuras internacionales que supuestamente apoyan los derechos humanos, pero ninguna de ellas ha podido cambiar nuestra situación. Entonces me pregunto, después de estrechar la mano del presidente Miguel Díaz-Canel, ¿preguntaron por nosotros? ¿Tendremos que esperar otros cuatro o cinco años para que otra Asamblea General de la ONU exija que Cuba respete nuestros derechos humanos? Los máximos dirigentes de la Unión Europea han visitado La Habana, pero ni siquiera este importante socio económico logró conmover al régimen para que los presos políticos no pasaran un día más sin abrazar a sus seres queridos en libertad".
El líder del Movimiento San Isidro también cuestionó que La Habana mantenga un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, junto a países como Irán. Otero opinó además: "A algunos líderes parece no importarles nuestra difícil situación. El presidente de México y la vicepresidenta de Colombia no reconocen la represión racista, sexista, clasista e ideológica que existe en Cuba y prefieren apoyar abiertamente al régimen".
"Yo, por mi parte, siento que sigo siendo dueño de mi futuro. Surge dentro de mí un espíritu rebelde que no me permite resignarme. Solo espero superar la depresión y la frustración que llega con el fin de año, sobreviviendo en estas condiciones. Veré qué se me ocurre para intentar alterar la realidad que me rodea en 2024", concluyó el artista.
Prisioneros políticos del 11J en Villa Clara inician una huelga de hambre
Por otra parte, varios manifestantes del 11 de julio de 2021 (11J) encarcelados en la prisión villaclareña Alambradas del poblado Manacas, iniciaron el martes una huelga de hambre para protestar por los maltratos físicos y las precarias condiciones a las que están sometidos en ese penal, reportó Martí Noticias.
Liván Hernández Sosa y Carlos Michael Morales dijeron por teléfono al Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba que seguirán plantados demandando la presencia de la Fiscalía Militar de la Región Central para que investigue todo lo que allí ocurre.
La acción busca solidarizarse con Leonel Tristá García, quien fue agredido el pasado jueves por el director de la prisión, el teniente coronel Cadil Fernández Cabrera. Ello porque Tristá reclamó mejor alimentación, medicamentos y condiciones en general. El preso político terminó encerrado en una celda de castigo.
Tristá, Hernández y Morales fueron condenados por participar en las protestas del 11J y han sufrido múltiples castigos desde que están presos, siempre por reclamar derechos y mejores condiciones para los reos.
Un preso político del 11J enfrenta otra petición fiscal del régimen
La Fiscalía Municipal de Quivicán, en Mayabeque, pidió tres años de privación de libertad para el preso político Abel Lázaro Machado Conde, por el presunto delito de resistencia, reportó Martí Noticias.
Machado, manifestante del 11J en el municipio Güines, recibió una golpiza por parte de las autoridades del penal luego de que se negara a regresar a una compañía. En ese sitio había tenido una reyerta con reos comunes que lo amenazaron con un cuchillo.
Machado interpuso una demanda ante la Fiscalía Militar contra Yulieski Menéndez Montero, el segundo jefe de la prisión, por maltrato y lesiones. Allí trataron de coaccionar al muchacho para que retirara el reclamo. La respuesta del régimen ha sido imputar a Machado del delito de resistencia.
Este preso político cumple una condena de nueve años por "desórdenes públicos y sabotaje", a pesar de presentar un trastorno orgánico de la personalidad y epilepsia, además de que ha intentado ocho veces acabar con su vida.