El abogado Julio Ferrer Tamayo fue detenido este 22 de septiembre en la vía pública en La Habana y trasladado a la estación policial de Infanta y Manglar, conocida como la Cuarta Unidad, denunció el centro de información legal Cubalex.
Ferrer Tamayo fue detenido en la capital cubana por el patrullero 114, cuyo jefe está identificado con el número de placa 03510.
El abogado explicó a Cubalex que en la unidad de la Policía lo estaban esperando dos agentes de la Seguridad del Estado. Según le dijeron, el motivo del arresto fue la demanda que Ferrer Tamayo interpuso el 20 de septiembre contra la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
"Me informaron de dos cosas: sugerirme que dejara esas acciones que, aunque eran amparadas legalmente, mejor me concentrara en cuestiones personales y dejara esas acciones legales contra las autoridades. En este punto les respondí que eso también era algo personal porque como ciudadano de este país tengo derecho a hacer cualquier acción legal en beneficio de los cubanos", explicó el jurista.
"Lo segundo que me dijeron es que la demanda es válida y está amparada en la ley, pero que en Cuba las autoridades violaban la ley y que eso seguiría siendo así mientras exista la Revolución", agregó Ferrer Tamayo.
El abogado fue liberado aproximadamente media hora después, dijo a Cubalex.
La demanda interpuesta el pasado miércoles por el abogado de Cubalex contra la ANPP en la figura de su presidente, Juan Esteban Lazo Hernández, solicita que se presente un proyecto de Ley para permitir la realización de manifestaciones y reuniones con fines lícitos y pacíficos y la creación por el Estado cubano de las condiciones requeridas para el pleno ejercicio de ese derecho constitucional por los ciudadanos.
En la última sesión extraordinaria de la ANPP, ocurrida el pasado 25 de mayo, se aprobó el cronograma legislativo del periodo 2023-2027, pero la ley complementaria al Artículo 56 de la Constitución, que refrenda el derecho de los cubanos a manifestarse y reunirse de manera pacífica, no fue incluida y ninguno de los máximos representantes del Parlamento nacional dieron explicación alguna sobre esta omisión.
La Asamblea Nacional del Poder Popular había rechazado en enero de este año la solicitud presentada por la sociedad civil en diciembre último, en la que un grupo de cubanos agrupados en dos organizaciones independientes pedían la inclusión y la promulgación de esta ley.
En su respuesta, la directora de Atención a la Población de ese órgano legislativo, Carmen Aguilar Martínez, se excusó en el Artículo 164 de la Constitución y la Ley 131, que establecen el procedimiento para cuando la iniciativa legislativa parte de los ciudadanos, y dice que la solicitud presentada no cumple con los requisitos exigidos en esas normas legales.
Otros de las trabas que ha puesto el régimen es la no otorgación del certificado de elector que exige la actual ley para que los ciudadanos posean iniciativa legislativa real. Esta certificación no le ha sido otorgada a seis cubanos, activistas todos, que la solicitaron este año.
La Constitución vigente, en su Artículo 164, otorga capacidad de iniciativa legislativa a los ciudadanos, siempre que certifiquen su condición de electores y en un número no menor de 10.000 personas.
Sin palabras... "...la demanda es válida y está amparada en la ley, pero que en Cuba las autoridades violaban la ley y que eso seguiría siendo así mientras exista la Revolución". Ya no se esconden, no disimulan, no se le cae siquiera la cara de vergüenza diciendo algo como eso. El colmo. Por lo menos dijeron algo que me parece razonable: mientras exista la involución.
¿Quién puede confiar en un gobierno que controla el poder legislativo y teme de una ley que permita al pueblo la manifestación pacífica?
¿ Quién puede creer hoy en su justificación de "estado de necesidad" ante una potencia enemiga ?
No creo que un hombre sólo pueda contra semejantes poderes y 64 años dan fe de ello.
Julio Ferrer, aún con talla de gigante, no logrará nada.
Tiene hoy las mismas tres opciones que el dictatorial "Poder Popular " nos ofrece a todos: silencio, cárcel o destierro.
Sin el apoyo del pueblo NO hay una cuarta opción.
Eso intenta evitar desesperadamente el tirano esquivando la bala llamada Ley de manifestación pacífica.