El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC), que elabora informes mensuales sobre la conflictividad en la Isla, registró en mayo 392 protestas públicas, un mes en el que centenares de residentes de Caimanera "reclamaron en las calles libertad y derechos humanos", según la organización.
El OCC indica que "las 392 manifestaciones contestatarias de mayo" superaron por 22 las 370 protestas contabilizadas en abril pasado, precisa un reporte de EFE.
Las protestas tuvieron lugar en las 15 provincias de Cuba y en el municipio especial Isla de la Juventud, añade.
Las protestas de mayo incluyeron cacerolazos, hackeos de sitios web oficialistas, huelgas de hambre en las prisiones, paros de transportistas y "múltiples y airadas protestas de ciudadanos de diversos sectores" como las redes sociales, detalla OCC.
Según esta ONG con sede en Miami, la protesta popular ocurrida el 6 de mayo en Caimanera fue "el preludio de cientos de protestas contra la represión, la inseguridad alimentaria, el paupérrimo estado del sistema de salud y la menguante credibilidad de los dirigentes comunistas".
Un significativo número de personas salió a protestar en el municipio de Caimanera, en la provincia oriental de Guantánamo, hecho que fue reprimido por las fuerzas de seguridad, que practicó detenciones, y al que siguió una caída masiva de internet en la Isla.
"Mayo se caracterizó por una agudización de la inseguridad alimentaria, con muchos cubanos haciendo una sola comida, padres que se saltan comidas para poder alimentar a sus hijos, y ancianos y otras personas vulnerables desfallecidas o pidiendo un mendrugo en la calle. De hecho, fue el hambre el principal detonante de la manifestación en Caimanera", describe el OCC.
El comunicado cita unas declaraciones a Radio Martí de la periodista independiente Miriam Leyva con respecto a las protestas.
"Sencillamente hay un fermento social extraordinario y no viene de ninguna parte del exterior, ni de ninguna contrarrevolución, es el sentir del pueblo. Hay muchas necesidades, hay muchas carencias y, sobre todo, no se ve una salida", dice Leyva.