Brenda Díaz, la manifestante trans que fue sentenciada a 14 años de cárcel por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 en Güira de Melena, enfrentó el pasado viernes otro juicio en el que fue acusada por "desacato". La audiencia no terminó ese día y continuará el próximo martes 18 de abril, según declaraciones de su madre, Ana María García, a Radio Televisión Martí.
García relató que un oficial del penal que agredió a su hija la acusó de "desacato" pero que este no se presentó el viernes al juicio, como tampoco fueron citados al tribunal los testigos de la defensa. Según el Código Penal, las sanciones por este delito pueden ir de seis meses a un año.
Explicó también que Díaz declaró en la jornada "todo lo que le había sucedido" durante la agresión y apunto que la declaración que realizó el guardia cuando presentó los cargos "fue contraria" a la de su hija en el juicio. "Él dijo que solamente le había dado un bastonazo porque Brenda se le había revirado, cosa que no fue así", precisó la madre.
Señaló además que el abogado se ocupó de presentar "un certificado de lesiones" de la presa política que "evidencia traumas físicos ocasionados por agresiones y golpes".
Ana María García denunció también que el viernes su hija llegó al Tribunal Municipal Popular de Güines, provincia Mayabeque, esposada con unas "shakiras", un método de inmovilización que fue denunciado por la organización de asesoría legal Cubalex como una forma de tortura. "La pude ver cuando la bajaron en la jaula, toda esposada, toda encadenada, la cintura, los brazos, las piernas, como si fuera un asesina", dijo.
Brenda Díaz contó a su madre que después de recibir la golpiza en la cárcel fue llevada a una celda de castigo sin tener en cuenta que es paciente de VIH. Alertó sobre la situación de que, ignorando "su condición de transexual", la mantienen en una prisión de hombres, en lugar de estar en la prisión de VIH de mujeres.
La madre explica que por la "condición de salud" de su hija hay que tener "cuidados médicos específicos" que no han sido tenidos en cuenta por las autoridades y señaló que trasladaron a su hija al Tribunal "en ayunas".
En su informe de marzo el Centro Cubano de Derechos Humanos (CCDH) destacó el caso de la presa política como un ejemplo del hostigamiento a los presos sancionados por manifestarse en las protestas del 11J. Según recoge Martí Noticias, el documento fue suscrito por los opositores Iván Hernández Carrillo y Martha Beatriz Roque Cabello.
En en el texto se criticó que en las cárceles de Cuba "se dedican a estar hostigando constantemente a los presos para tratar de provocar un nuevo juicio y volver a las largas condenas, en particular con los jóvenes. Y así, es el caso de la transexual, que están pidiendo enjuiciarla por desacato, después que fue ella a quien le pegaron y rodaron por las escaleras".