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represión

La dura realidad de los hijos de los presos políticos cubanos y la huelga de hambre como protesta

Dixán Gaínza Moré sigue plantado en Camagüey y a Erisdel Benítez Moya su protesta le cuesta ir a una celda de castigo.

Madrid
Yuneisy Santana y su hijo visitan al preso político del 11J Samuel Pupo Martínez.
Yuneisy Santana y su hijo visitan al preso político del 11J Samuel Pupo Martínez. Yuneisy Santana González/Facebook

Mientras los hijos de los presos políticos cubanos sufren la separación, sus padres recurren a la huelga de hambre como protesta y a algunos plantarse les cuesta situaciones aún más duras dentro de las ya críticas condiciones de la privación de libertad.

Hugh Pupo Santana, hijo del preso político Samuel Pupo Martínez, condenado a siete años por su participación en las históricas protestas del 11J en Cárdenas, Matanzas, lleva cerca de dos años separado de su padre y lo siente más en cada visita a prisión.

"¡Otro día más de dolor e injusticia! ¡La visita mensual a papá! Pobrecito, desde ayer corriendo para que lo pelaran, para que papá lo vea bonito. Cuando llegó de la escuela en la tarde fue a cuatro barberos y todos cerrados. ¡Hasta que dio con uno! Y papá lo ve cada mes más lindo y más grande (le ha tocado madurar y crecer de prisa, como dice papá, ahora es el hombrecito de casa)", escribió Yuneisy Santana, madre del niño y esposa del prisionero en Facebook.

En una publicación donde compartió imágenes de cuando se dirigían a la visita, añadió: "Un padre que nunca pasó más de tres días lejos de su niño amado y ahora lleva más de 20 meses en injusto encierro sin poder estar presente en su día a día, en la vida de su único hijo, su razón de vivir, su guerrero. Se ha perdido todos los cambios en él como adolescente. ¿Por qué? Por 'pensar diferente'".

Santana es una de las mujeres que incansablemente reclaman la libertad de sus familiares presos tras el 11J. "¡Tú familia te necesita ya en casa, tu guerrero te necesita en su vida! ¡Basta ya de dolor e injusticia! #CubaDeLuto", concluyó Santana.

Otro preso político cuyo hijo está sufriendo la separación y enfrentando problemas de salud es Erisdel Benítez Moya.

Benítez Moya se declaró en huelga de hambre en prisión desde el pasado 6 de abril y fue confinado en celda de castigo "en condiciones crueles, inhumanas y degradantes", según informó en redes sociales la opositora Ana Belkis Ferrer García.

Dijo que la familia de Benítez Moya, residente en Guanabacoa, La Habana, está preocupada por la integridad física y psicológica del prisionero.

"Los niños de Erisdel se encuentran muy afligidos por la ausencia forzada de su padre, uno de ellos presenta problemas de salud que han empeorado", informó la activista.

Benítez Moya fue detenido el pasado febrero junto a su hermano Esquizander. Ambos son hijos de la Dama de Blanco Mercedes Moya Isaac.

Esquizander fue arrestado el 1 de febrero por supuestamente vender pan en la calle y fue atado a un poste durante más de una hora antes de ser llevado a un centro de detención, informó entonces CubaNet. Su madre y su hermano se unieron a él en una huelga de hambre para exigir su liberación y también fueron arrestados.

Ferrer García exigió libertad para los hermanos Benítez Moya y también para Dixan Gainza Moré.

Gainza Moré también se declaró en huelga de hambre la semana pasada. Según informó este domingo la hermana del manifestante del 11J a Radio Martí permanecía plantado en la prisión de Kilo 8, Camagüey, pese al temor de la familia por su salud.

"Lo queremos vivo y no lo queremos muerto", dijo Disney Azahares, quien pudo visitarlo el sábado y confirmar que "se encuentra mucho mejor que el día 5", pero sigue estando mal, más delgado, fatigado, con dolor de estómago y con la presión alta. "Estamos muy preocupados, no se encuentra nada bien", afirmó.

El activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) seguirá con la protesta que inició el 1 de abril en la tarde para exigir su libertad condicional tras haber cumplido un tercio de su condena de seis años de privación de libertad, pero tiene previsto comenzar a tomar agua.

"Él me dice que no va a dejar la huelga de hambre", dijo Azahares. El activista prometió "incorporar el agua que sea necesaria para que el cuerpo siga existiendo, pero que no iba a llevarse nada de comer a la boca".

En estos momentos, Gaínza, de 37 años de edad, está en una celda aislada en el área de servicios de salud de Kilo 8, donde no hay malos tratos, dijo su hermana.

Sin embargo, declaró: "queremos que sepan que Dixán no se encuentra para nada bien, que pueden fallar los órganos, que puede pasar cualquier cosa mala con él, que podemos perderlo en cualquier momento, y que hacemos responsable a Prisiones por lo que suceda con mi hermano y que lo sepa el mundo entero".

El miércoles pasado su madre fue a Kilo 8, pero no se le permitió ver a Gaínza Moré, por lo que sostuvo una fuerte discusión con el director, el teniente coronel Juan Miguel Duarte Sánchez. Tras el incidente, su familia había pedido verificar su estado de salud.

Esta no es primera vez que el activista se planta. El 1 de enero de 2023 decidió abandonar la huelga de hambre que realizaba en celda de castigo en la prisión Cerámica Roja, en la capital camagüeyana, la cual había iniciado el 26 de diciembre en el penal La Empresita.

El grupo de detenciones por motivos políticos Justicia 11J denunció al menos 82 incidentes entre violaciones de derechos humanos y actos represivos al interior de las cárceles cubanas, en un informe sobre la situación de los prisioneros durante el mes de marzo

Justicia 11J documentó 32 hechos relacionados con el deterioro del estado físico o emocional, o de la salud física o mental de 37 personas privadas de su libertad. La organización advirtió de que "eventos represivos o privativos de derechos han suscitado la realización de huelgas de hambre como forma de protesta" y durante el mes de marzo "al menos cuatro personas en prisión las iniciaron". 

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