El fotógrafo cubano Ismario Rodríguez Pérez, director audiovisual del medio independiente Periodismo de Barrio, fue amenazado este viernes con cárcel por la Seguridad del Estado, mientras la periodista Camila Acosta recibió ataques desde la prensa oficial, que le dedicó calificativos de "terrorista" por dar voz a iniciativas de la oposición al régimen.
Rodríguez Pérez acudió este viernes a una citación de la policía política. "Llegué a casa justo a las 12 (del mediodía), todo fue más de lo mismo. Tres oficiales, uno de ellos un teniente coronel de Villa Marista, con el discurso manido de que lo que realizo es ilegal y la prensa es socialista", escribió el joven en su cuenta en la red social Twitter.
Según explicó, se negó a firmar el "acta de advertencia por hacer periodismo".
"Blandieron los ejemplos de (el artista) Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo Osorbo como sus ejemplos de encarcelamientos llevados a cabo por ser intransigentes. Me amenazaron con cárcel por 'difundir información perniciosa y contrarrevolucionaria'. Les dije que lo demostraran. Informar no es delito", añadió.
No es la primera vez en menos de un mes que el fotógrafo es interrogado por la Seguridad del Estado. A finales de agosto fue chantajeado para que renunciara al trabajo en Periodismo de Barrio, como lo han hecho en las últimas semanas varios colegas.
La organización defensora de los derechos humanos Artículo 19 denunció este martes en sus redes sociales la ola represiva contra los periodistas independientes en Cuba.
"Esta escalada de renuncias sucede en el contexto del impulso en Cuba de medidas judiciales para limitar y reprimir la libertad de expresión y de prensa. Desde A19 denunciamos la estrategia de intimidación del gobierno cubano para terminar con el periodismo independiente en Cuba", escribió en Twitter la ONG.
Por su parte, la periodista independiente Camila Acosta denunció esta semana ataques desde el programa oficial Con filo, que la vinculó con actividades opositoras. El vocero Michel Torres Corona calificó estas iniciativas contra el régimen como "nuevo terrorismo".
"Solo lamento la difamación sin derecho a réplica, con calificativos de 'terrorista', el cual pudiera conllevar una sanción de privación perpetua de libertad o la muerte, según el Código Penal cubano. Mis 'bombas' son la información, los datos, la verdad de la dictadura cubana", dijo Acosta en un mensaje en Twitter.
La joven publicó el fragmento del programa oficial con una entrevista que ella "hacía a una iniciativa de la oposición", al boicot a productos cubanos que el Gobierno exporta en medio de una crisis de escasez general en la Isla.
"Este trabajo periodístico no priva de la vida a ninguna persona, como sí hizo el terrorista Movimiento 26 de Julio. Veo esto como una advertencia que me hacen desde los medios de prensa oficiales. Una nueva oleada represiva tocará a mi puerta. Informar no es delito. El periodismo no es sinónimo de terrorismo, sino de libertad", escribió.
Tras más de diez meses de acoso, la Seguridad del Estado cerró en mayo de este año el expediente judicial abierto contra Camila Acosta por supuestos "desórdenes públicos" a raíz de su intento de cubrir las protestas del 11J. No obstante, recibió una multa de 1.000 pesos.
El constante hostigamiento contra esta joven periodista ha sido condenado por varias organizaciones defensoras de los derechos humanos y el acceso a la libre información, como la Sociedad Interamericana de Prensa y Human Rigths Watch, que han exigido al Gobierno cubano que cese todo tipo de acción punitiva contra aquellos profesionales que reportan en medios fuera del control del Estado cubano.
Tan KKDos ... los KKKastros ....