El cubano Yosvany Rosell García Caso, preso por participar en las protestas del 11J, debió ser trasladado al hospital el pasado 3 septiembre para que le realizaran una endoscopía. Las autoridades carcelarias se negaron a llevarlo, por negarse a acudir vestido con el uniforme de preso.
Su esposa Mailin Sánchez Rodríguez explica a DIARIO DE CUBA que García Caso padece una gastritis crónica, que no tenía antes de entrar en prisión.
"Mi esposo Yosvany debutó con una gastritis crónica en prisión, debido a las huelgas de hambre que ha realizado. En este tiempo han sido seis huelgas por todas las injusticias en su contra", afirma Sánchez Rodríguez.
"Hasta ha llegado a sangrar. El día 3 no fue llevado a la consulta médica para realizarle una endoscopía", añade.
García Caso contó que "la jefatura comunista de la prisión" insistió en que se vistiera de preso para el turno médico y como se rehusó, se negó a llevarlo, en una carta reproducida por Sánchez Rodríguez en Facebook, en la que denunció además violencia física por parte de los guardias.
García Caso es el único recluso al que los guardias pretenden imponer el uniforme de preso, según aseguró en la carta y confirma su mujer a DIARIO DE CUBA.
"Ahí los presos están vestidos mayormente de civil, porque no dan suficiente ropa de preso", dice.
Aunque su esposa pudo visitarlo el pasado 6 de septiembre y lo encontró "un poco mejor del estómago", cuenta que, además de amenazarlo con golpizas, le han dicho que podrían quitarle la siguiente visita.
"Ya el 23 de agosto le quitaron la visita conyugal. La justificación que le dieron fue la 'indisciplina' que él cometió el 11 de julio", dice Sánchez Rodríguez.
Ese día, García Caso, en homenaje al primer aniversario de las protestas decidió vestirse de blanco, por lo que fue golpeado y trasladado a una celda de castigo, contó entonces su esposa a DIARIO DE CUBA.
"A las 2:19PM me acaban de llamar de la prisión, donde me dicen que mi esposo fue golpeado, empujado, maltratado física y psicológicamente, y llevado a una celda de castigo por vestirse de blanco", dijo Sánchez Rodríguez, quien calificó lo sucedido como "una injusticia".
La joven no descarta una nueva represalia contra su esposo por parte de las autoridades carcelarias de El Yayal, en Holguín, donde se encuentra recluido García Caso, tras la publicación de la carta en la que cuenta lo sucedido el 11 de julio y el 3 de septiembre pasados.
A la última visita, Sánchez Rodríguez acudió con los tres hijos menores de ambos, que “de una forma u otra están muy afectados”, explica ella.
García Caso es herrero de profesión y tiene 33 años. Es uno de los manifestantes de Holguín para los que el fiscal Fernando Sera pedía una sanción de 30 años de privación de libertad por el delito de sedición. Finalmente fue condenado a 20 y consiguió rebajar su sanción a 15 años en el juicio de apelación. No obstante, dijo no arrepentirse de haber salido a protestar el 11J.
Seguro que ahora Carlos Lazo y sus Puentes de Amor interceden por este pobre cubano.
Ellos son buenos,humanitarios y buenas personas........