El activista cubano Jonatan López, quien junto a su padre Pedro López sostiene el proyecto llamado "Ayuda a los valientes del 11J", dijo a DIARIO DE CUBA que el régimen está decidido a cerrar dicha iniciativa y que los amenazó con enviarlos a prisión si no se han marchado al exilio cuando entre en vigor el Código Penal.
Tras la apertura de una causa penal en su contra por "desobediencia" debido a la inasistencia a una citación policial que nunca recibió, y otra a su padre por "instigación a delinquir" debido a "una directa que hizo en la que dijo 'abajo Díaz-Canel o algo así", las autoridades cubanas no han cesado de amenazarlos.
"Los procesos de nosotros siguen abiertos, al parecer por tiempo indefinido. A cada rato usan esto para no tener que detenernos o citarnos por escrito, pues nos llaman por teléfono supuestamente para actualizarnos sobre el proceso. Es como para que no nos olvidemos que tenemos esos procesos abiertos", dijo Jonatan López.
Además, el joven denunció que siguen recibiendo amenazas "por el proyecto de 'Ayuda a los valientes del 11J'. Ellos están decididos a cerrar ese proyecto, ya nos han dicho que nos van a procesar por este proyecto con el nuevo Código Penal, por ayuda al enemigo, y nos pudieran caer de cuatro a diez años".
"Cada vez que nos citan nos dicen que nos van a hacer los juicios. Gracias a dios eso no ha pasado, pero tememos que pase, de hecho, el Código Penal entra en vigencia en unos meses, y nos dijeron por lo claro que si estamos aquí en Cuba cuando el Código Penal entre en vigencia nos van a procesar por ayuda al enemigo por el proyecto de 'Ayuda a los valientes del 11J'", agregó López.
Sobre el proyecto, el joven activista dijo que actualmente las personas del exilio están más enfocadas en las protestas que han ocurrido durante este verano en la Isla y "quienes donaban habitualmente ya no están donando", por lo que tienen pocos fondos, aunque con ellos siguen ayudando a algunos presos políticos.
"El proyecto no está parado totalmente, pero nos hemos visto afectados", explicó.
Sobre la situación de su cuñado, el prisionero político cubano Andy García Lorenzo, López dijo que recientemente tuvo "una discusión con un jefe de la prisión que pertenece al Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) porque estaban esposando a un preso y le dijo al guardia que no tenía que esposarlo tan duro. El guardia no le dijo nada, pero el oficial del DTI lo ofendió, le dijo que él no era abogado y que cuidadito con todo lo que dijera".
"Él (Andy García) nos contó todo esto en la visita, que fue aislada, en un cuarto oscuro, con vigilancia. Los alimentos allí son un desastre, dice que hay incluso una dietista que dice que todo está bien, pero la copita de arroz que dan cada vez es más pequeña, todo en mal estado, y al que se queja lo castigan", finalizó.
Un proyecto familiar.....
¿Quién puede dar fe que los fondos recibidos realmente llegan a los beneficiarios?
Muchas fundaciones son familiares pero, si están legalizados, quien da fe del uso de los fondos suelen ser entidades gubernamentales que suelen inspeccionar proyectos y memorias.
No obstante si hay que confiar en las entidades gubernativas de Cuba pues igual no resulta lo más fiable.
En Cuba es imposible legalizar una fundación u asociación que no se subordine a los mandatos del régimen, y menos con proyectos de este tipo.
Hago el comentario, porque en la situación actual por la que atraviesa la isla hasta el cubano más tonto agarra un "venado de la cola".
Aunque es un proyecto familiar que no tiene que ver en lo adsoluto con una fundación u ONG, las cuales normalmente son fiscalizadas por auditorías internas y externas, y además, tienen que reportar el uso de los fondos concedidos al donante, ambos activistas igualmente deben informar a sus respectivos donantes el destino del dinero que se les ha entregado acompañado del nombre, identificación y firma del beneficiario o familiar más cercano que lo recibe. También, si esa donación fuese para realizar determinada actividad.
Creo que esto sería lo más transparente.
No les estoy juzgando a ellos, pero hay que reconocer que allí existen muchos dizque activistas que se han aprovechado de las penurias de los cubanos, incluso, de quienes sí les ha costado la causa, y que al final terminan recalando en Miami con una buena cantidad de pasta que nunca entregaron.