Esta semana Roxana García Lorenzo denunció que su hermano Andy García Lorenzo, el preso político de Santa Clara condenado a cinco años de cárcel por manifestarse pacíficamente el 11J, por poco se muere.
Sus familiares todavía no están seguros de lo que tuvo, pero en corto tiempo experimentó seis vómitos y tantas diarreas, sumado a una parálisis que, según sus palabras "le viró la boca y le echó la lengua para atrás". Él mismo confesó, cuando lo dejaron hablar con su hermana, que pensó que iba a morirse.
Pero las autoridades del Centro penitenciario donde se encuentra se lo tomaran con calma. Mientras García agonizaba, ellos lo ignoraban. Los otros reos gritaron a coro para que vinieran. García también gritó horrores, le dio golpes a una persiana que se rompió. Al cabo de la media hora fue que aparecieron a interesarse por él.
Todavía demoró un par de horas más la ambulancia. No está claro todavía qué le pasó. Cuando lo regresaron al penal, de cualquier manera, no había ni medicinas ni dieta para darle, o sea que García se pasó dos días sin comer porque no soportaba la bazofia que sirven en prisión. Roxana García lo denunció todo en una directa donde se evidenciaba su tormento.
El jueves por la tarde, la familia recibió una llamada que avisaba que a García le revocarían el privilegio de Trabajo correccional con internamiento y lo regresarían a una cárcel de máxima seguridad.
Se suponía que, por ser García un reo sin antecedentes y por haber sido condenado a no más de cinco años, tenía derecho a que le redujeran su tiempo en prisión a una tercera parte de la pena, que según los cálculos se cumpliría en un par de meses.
La familia esperaba que pronto soltaran a Andy García, aunque fuera con libertad condicional. Ahora no saben si también le quitarán esa concesión o no.
La justificación oficial para el castigo, dijeron en la llamada, fue que él se había negado a trabajar, y por tanto había cometido una indisciplina. "Pero es que desde el primer día Andy dejó claro que no iba a trabajar, y hasta el momento ahí lo tenían sin que pasara nada", comentó Roxana García a DIARIO DE CUBA.
En la directa siguiente que hizo Roxana, reveló que la familia tenía planes de salir del país en cuanto García fuera libre, pero que el odio de la dictadura es inflexible.
La joven de 21 años que ha conducido una tenaz campaña por la liberación de su hermano, confesó que no entiende qué provocó este cambio de medida. Sin embargo, le recuerda a los esbirros que su hermano no está solo, que hay familia para rato y que "no se iban a quedar con los brazos cruzados" ante el nuevo atropello.
No está solo ,hay muchos al tanto de su situación y las de cientos como él...