Las ONG Prisoners Defenders (PD) y Outreach Aid to Americas ofrecieron el viernes una conferencia de prensa en la ciudad de Miami para denunciar y hacer un llamado internacional a detener la separación forzosa a que son sometidas miles de familias cubanas debido a las cuestionadas "misiones médicas" que exporta el Gobierno cubano.
El directivo de Prisoners Defenders, Javier Larrondo, expuso cómo el régimen cubano ha provocado daños psicoemocionales de diversa índole en más de 5.000 niños cubanos a causa de tales "misiones", denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y por Naciones Unidas, que han advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".
En el caso de los menores, estos han tenido que permanecer separados de sus padres por tiempo prolongado, sobre todo si el profesionales posteriormente a su salida del país decide abandonar la brigada.
Larrondo expuso cómo la ONG que preside ha denunciado las humillantes condiciones laborales a que son sometidos los médicos cubanos, a quienes se le violan sus más elementales derechos humanos y laborales, en especial si deciden abandonar la misión.
En tales casos, se ven imposibilitados de regresar al país durante ocho años y con ello acaban en una situación de separación forzosa, pues los familiares del médico tampoco pueden salir del país mientras el profesional se encuentra en "misión oficial" o después que elige abandonarla.
El abogado español hizo énfasis en el daño a los menores cubanos, quienes debido a esta separación forzada sufren problemas de salud mental y físico como depresión, disminución del rendimiento cognitivo, obesidad, bulimia, entre muchos otros.
PD recogió para hacer tales alegaciones 191 testimonios de separación materno filial, además de reunir en los últimos años el testimonio de más de 1.200 médicos cubanos.
"Toda esta documentación es de conocimiento del Comité de Derechos del Niño, con el que hemos sostenido varias reuniones desde 2020; la última, el 6 de mayo de este año. Gracias a nuestras denuncias, esa organización le ha pedido explicaciones y ha cuestionado al Gobierno cubano por estas 'misiones' médicas", afirmó Larrondo.
En el evento participaron de forma presencial y virtual varios profesionales de la Medicina, entre ellos miembros del Gremio Médico Cubano Libre, integrado por profesionales críticos de las políticas del régimen de la Isla.
Entre ellos estuvo Idalma Leyva, presidenta de esta organización, quien formó parte del programa "Más Médicos" desplegado por La Habana en Brasil bajo el Gobierno del Partido de los Trabajadores.
"Mi hija menor ha sufrido bullying en su escuela, porque los profesores o conocidos le dicen que su madre es una traidora, una gusana, solo porque decidí abandonar en 2018 la misión. Fue a partir de esa decisión que he conocido el verdadero rostro de la dictadura cubana", refirió la doctora.
"Llevo más de 20 años sin la posibilidad de entrar a Cuba. No pude enterrar ni a mi madre ni a mi padre, porque me devolvieron en un vuelo que hice al país para ello", denunció el cirujano Miguel Ángel Ruano Sánchez desde Colombia, donde reside en la actualidad.
A la pregunta de un periodista presente en la sala, Larrondo anunció que gracias al sostenido trabajo de denuncia de Prisoner Defenders sobre las condiciones de esclavitud de los médicos en las llamadas "misiones", han conseguido que Luxemburgo cancelara el pago a La Habana de los médicos cubanos en la nación africana de Cabo Verde.
Vale aclarar que este tipo de colaboración tripartita se da cuando quien paga al Gobierno cubano por los profesionales exportados no es el país que recibe los médicos de la Isla.
Este tipo de colaboración aún se mantiene con Haití y Guinea Bissau, donde es Noruega y Portugal, respectivamente, quienes pagan miles de dólares por cada médico en esas naciones.
"El régimen cubano también ha reaccionado a nuestras continuas denuncias al no publicar hasta ahora en la Gaceta Oficial la Resolución 368 del Ministerio de Comercio Exterior de 2020, donde deja constancia en varios de sus acápites las violaciones y la camisa de fuerza a que son sometidos los médicos en los países a dónde son
enviados", comentó Larrondo en respuesta a otra pregunta de la prensa.
No obstante, en el nuevo Código Penal aprobado esta misma semana, el Gobierno del PCC tipificó el "abandono de las misiones médicas en el exterior" como un delito definido, por el que los tribunales pueden imponer hasta ocho años de prisión.
El evento terminó con la convocatoria a sumar la mayor cantidad posibles de firmas en la página web de Prisoners Defenders en contra de la separación familiar forzosa que impone el régimen cubano.
Biden debería permitir que los cimarrones de bata blanca trabajen en EEUU. Aunque no sepan ingles, hay zonas donde solo se habla español, como en la frontera y el sur de Florida. Sería un modo de hacerle daño a la Mafia y ayudar a los galenos que no quieran ser esclavos.