El padre de Walnier Luis Aguilar Rivera, joven cubano con discapacidad intelectual detenido y procesado a raíz de las protestas del 11J en La Güinera, La Habana, denunció las irregularidades en el juicio a su hijo, celebrado en diciembre. Fue condenado a 23 años por el delito de sedición, aunque la sentencia aún no se ha hecho firme.
En un video en redes sociales, del que se han hecho eco organizaciones como el Observatorio Cubano de Derecho Humanos, Wilber Aguilera denunció que presentó todos los documentos de la enfermedad de su hijo y no los tuvieron en cuenta.
"No me hicieron caso, hablé con el fiscal, lo están condenando como si hubiera asesinado a alguien. No me dan el derecho de tan siquiera saludarlo. Apartado. Mal trato. A los abogados no los dejan hablar", dijo en referencia a las jornadas del juicio.
"Mi abogado se fue a expresar sobre la enfermedad de mi hijo, para debatirle al perito, y no le aceptaron a mi abogado que reclamara que había que hacerle un test neurológico, y evaluar la historia clínica por el psiquiatra que lo ha evaluado desde niño", dijo.
El abogado le dijo que con el caso de su hijo terminaba su carrera en Cuba. "No puedo ejercer bien mi trabajo, por tanto me retiro del oficio", citó el padre del manifestante.
"A las organizaciones internacionales, que intercedan, que vean la injusticia que se está cometiendo. Es grave, un sufrimiento total, muchos jóvenes encarcelados", añadió.
Según registros de Justicia 11J, en el expediente del caso de Aguilar Rivera, un Informe Pericial Psiquiátrico dice que el joven "posee un retraso mental ligero (no enajenado) y que funciona con facultad para comprender el alcance de sus actos y dirigir su conducta y no hay otro indicio de que fuera otro su estado mental en el periodo de tiempo de ocurrencia del delito que se le imputa".
En otro video publicado este fin de semana directamente en su perfil de Facebook, el padre de Aguilar envió un mensaje al Gobierno cubano en el que pidió que cesara el abuso y el sufrimiento del pueblo.
"Este video es para los funcionarios del país, para los que están allá arriba, a la máxima dirección del país, por el abuso que se comete injustamente todos los días con las personas", inició su mensaje este hombre, que se definió como parte del pueblo.
Lamentó que en la Isla no hay espacios para la queja y "decir la verdad de lo que está pasando", tras sus experiencias con la Fiscalía General de la República y al Tribunal Supremo, donde se ha sentido ignorado.
"El país está revuelto, todo es mentira, todo es mentira", dijo.
"Están tocando la parte más sensible del pueblo, que son sus hijos, sus hijos. Están avasallando al pueblo. Tienen que parar. El pueblo está sufriendo, todas las madres están sufriendo. Mi hijo tiene hermanos. Mi hijo tiene mamá. Mi hijo tiene sobrino. Mi hijo tiene primo. Mi hijo tiene tía. Mi hijo tiene dos niñas chiquiticas. Y lo tienen preso. Preso. La sentencia no baja desde cuándo... Todo es un abuso", dijo vehemente mientras se escucha detrás el llanto de un niño.
"Yo no puedo dormir, pensando nada más. Mi hijo es un infeliz y le echaron 23 años, con problemas mentales, 23 años le echaron a mi hijo. Y el asesino, que mató al chiquito ese con un tiro, está en la calle", dijo el padre, en referencia al policía que acabó con la vida del único manifestante muerto reconocido por las autoridades.
El subteniente de la Policía cubana Yoennis Pelegrín Hernández, autor del disparo que mató al joven Diubis Laurencio Tejeda e hirió a otros cinco manifestantes en la protesta del 12 de julio en la barriada habanera de La Güinera, aún no tiene una fecha prevista para su enjuiciamiento ni petición fiscal por parte de la Fiscalía Militar, dijo a DIARIO DE CUBA un abogado cercano al caso y que pidió no ser identificado.
El padre del joven manifestante dijo que sus reclamos responden a cuestiones humanas antes de que políticas, un problema que debe ser resuelto por los dirigentes del país.
"Cuando uno habla y uno denuncia los abusos que están pasando, para que ustedes miren para abajo, enseguida cogen y te mandan a un agente de la Seguridad del Estado. No manden a nadie de la Seguridad del Estado. No manden más a la Seguridad del Estado. Este problema tienen que resolverlo ustedes", declaró.
"Ya el dolor que tengo aquí es mucho, por eso tengo que decir la verdad. ¿Qué hago yo como padre si me quedo callado, dejando que a mi hijo le echen los 23 años esos? Un chiquito de 21 años, que tiene dos niñas chiquitas ahí (…) Los contrarrevolucionarios te escuchan", pero "yo pertenezco al pueblo. Ese es el grupo al que pertenezco yo", expresó.
"Paren con el sufrimiento este ya. Lo único que quiero es eso, que paren con el sufrimiento este ya. Se lo está pidiendo el pueblo", concluyó.