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derechos humanos

HRW sobre el 11J: 'la respuesta de la comunidad internacional sobre Cuba ha sido disfuncional'

Un informe sobre índice político de riesgo coloca a Cuba como el país menos democrático de América Latina.

Madrid
Protestas en La Habana, Cuba, el pasado 11 de julio.
Protestas en La Habana, Cuba, el pasado 11 de julio. diario de cuba

Human Rights Watch (HRW) demandó de la comunidad internacional una condena a lo que está sucediendo en Cuba tras las protestas antigubernamentales que sacudieron a más de 50 ciudades y pueblos de la Isla en julio pasado y que se saldaron con la detención de más de 1.300 personas, de las que 727 continúan en centros de reclusión, incluidos 15 menores de edad.

"El año 2021 en Cuba estuvo marcado por estas protestas históricas y por un aumento de demostraciones de la ciudadanía de que ha perdido el miedo y de que quiere un cambio, pero también por una brutal represión del régimen, que está aferrado al statu quo, no quiere aceptar este cambio y lo está frenando a fuerza de represión, censura y de obligar a cualquier que se atreva a censurar al régimen al exilio", dijo al diario español ABC, Juan Pappier, investigador sénior de la División para las Américas de HRW.

El estallido social en Cuba puso a la Isla, gracias a las denuncias en redes sociales y el trabajo de periodistas independientes, en la agenda internacional, aunque esto no ha logrado que se produzca ningún cambio sustantivo en el país en la mejora de los derechos humanos. 

"Hasta ahora la respuesta de la comunidad internacional sobre Cuba ha sido disfuncional. Por un lado, está el embargo de EEUU, que genera una enorme distracción, porque permite a (el régimen de) Cuba mostrarse como una víctima, cuando en realidad ellos son responsables de grandes violaciones de derechos humanos. Y, por otro, tenemos una política de la Unión Europea que condena el embargo, que tiene a veces voces fuertes en relación con Cuba, pero no son consistentes", argumentó Pappier.

Según el investigador, a esto se suma el papel de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, "que ha tenido una posición bastante débil sobre Cuba. Solo se ha pronunciado una vez a lo largo de su mandato".

En opinión de Pappier, esta "falta de consenso global para condenar la violación de derechos humanos" es lo que permite que el régimen siga cometiendo estas violaciones. Dijo que HRW defiende el levantamiento del embargo, "terminar con esa distracción", y lograr "una política multilateral y coordinada de condena" de lo que sucede en Cuba.

Recientemente, el Índice de Riesgo Político para América Latina que elabora el Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (CEIUC) ubicó a Cuba como el país menos democrático de los 23 de la región, con un puntaje de 2,84 %, seguido de Haití con 4,22 %.

El informe aborda los problemas de gobernabilidad y debilidad institucional en cada nación del continente.

El analista y activista Manuel Cuesta Morúa dijo a Radio Televisión Martí que echa "de menos un examen de cómo se han comportado las sociedades frente a regímenes autocráticos, porque hay un análisis importante sobre la debilidad de las democracias, pero al mismo tiempo, no hay un análisis sobre la fortaleza de sociedades que no son democráticas como son los casos de Nicaragua, Venezuela y la propia Cuba".

En opinión del opositor, "se echa de menos un análisis específico concreto, como lo que pasó en la jornada de julio del pasado año en Cuba".

"En todo caso, creo que es una muy buena aproximación, un buen análisis para orientar el análisis primero y luego la acción cívica y política en la región", dijo.

Entre los países con alto nivel de corrupción citados en el índice también se encuentra Cuba.

Aunque las democracias están estancadas "en un nivel de desempeño medio con tendencia al deterioro" y gran número de gobiernos aprovecharon las restricciones sanitarias para debilitar el estado de derecho, las libertades y los controles institucionales, Cuba, considerada como una dictadura consolidada, no fue una excepción, apunta el informe.

"Toca los temas desde los desafíos y el desafío electoral, lo que puede suceder en el ciclo electoral que ahora corresponde a 2022 en países importantes como Argentina o Colombia. El desafío que esto supone para la democracia con el crecimiento de la autocracia en la región, la influencia desproporcionada que están teniendo China y Rusia y cómo las fuerzas democráticas pueden enfrentar eso", manifestó Cuesta Morúa.

"Al mismo tiempo, esto tiene un contraste con una cosa que señala, que parece fundamental, que es la irrelevancia que está tomando la América Latina en el contexto global, lo cual es pernicioso porque la deja como un ente pasivo solo para recibir la influencia, a su vez, y en este sentido perniciosa, de actores que no son democráticos como China y Rusia", dijo.

El estudio detalla que en la Isla afloran problemas de gobernabilidad y debilidad institucional.

El informe, para el que fueron encuestadas cerca de 4.000 personas y 120 expertos, analiza diez factores de riesgo "preocupantes" para la región: "incapacidad del Estado de dar respuesta a demandas sociales; Nueva ola de protestas violentas en la región; Aumento de corrupción, narcotráfico y crimen organizado; Mayor apoyo a líderes autoritarios y populistas; Inseguridad jurídica en los negocios y la inversión".

También toca "la crisis migratoria, la utilización de las Fuerzas Armadas, el conflicto geopolítico de Estados Unidos y China, la parálisis de la integración regional y el surgimiento de tensiones fronterizas".
 

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